DISCURSO DE ORDEN PRONUNCIADO POR EL DR.VINICIO NAVA URRIBARRÍ,MIEMBRO DE NÚMERO DE LA ACADEMIA DE HISTORIADEL ESTADO ZULIA EN LA CELEBRACIÓN DEL 195 ANIVERSARIO DEL 28 DE ENERO DE 1821 EN EL SALÓN DE SESIONES DEL ILUSTRE CONCEJO MUNICIPAL DE MARACAIBO, EL 28 DE ENERO DE 2016.



Con mi fraternal saludo ante esta distinguida audiencia doy las gracias a la Academia de Historia del Estado Zulia, y a la Alcaldía Municipal por la honrosa deferencia al haberme designado orador para esta solemne ocasión, la cual acepto con sumo grado, aunque advirtiendo mis limitaciones para tratar un tema de tanta trascendencia sobre la Provincia de Maracaibo que empezó a llamarse Zulia a partir de 1821.

Se están cumpliendo 195 años de un hecho de extraordinaria significación. pero que lamentablemente se omite, ignora o tergiversa y ni el calendario escolar lo señala entre las efemérides patrias.

Mas, de lo profundo del alma nacional sale la verdad inocultable con luz meridiana por obra del juez incorruptible de los tiempos que implanta la justicia de modo inexorable, deshaciendo intrigas, mezquindades y calumnias.

Fue un día como hoy cuando Maracaibo, cívica y heroicamente se envolvió en el iris de la libertad, conciente de que sin ella, no hay ciencia, ni arte, ni dignidad, ni nada que no sea tiranía.

La rebeldía fue constante en los hijos de la Provincia de Maracaibo, desde la época precolombina, en la que Mara dejó grabado para la posteridad su heroico nombre ofrendando su vida en la defensa de su patrio sueloº.

Siempre hubo en ésta, hoy Estado Zulia, manifestaciones, planes y conspiraciones para protestar contra la Corona y autoridades españolas con el ánimo y propósito de establecer un gobierno propio, republicano e independiente.

En algunos libros se hallan referencias como las que siguen:
El 8 de febrero de 1799, intentó la Villa de Santa Rita deponer de su cargo como Justicia Mayor a Don Bernardino de Oquendo, por sus abusos de poder.

El 19 de mayo del mismo año, el subteniente de Milicias Francisco Javier Pirela acaudilló un movimiento dirigido a proclamar la República. Durante 1801 se produjo una conspiración puesta de manifiesto mediante consignas verbales y panfletos desde las iglesias y casas de familia.

El 28 de diciembre de 1808 un complot denominado “Los Hijos de Maracaibo” se hizo público con un escrito colocado en un edificio del centro de la ciudad.

El 1º de octubre de 1810 fue descubierto un importante intento revolucionario.

En 1811, en reuniones efectuadas en las casas de las familias Carmona, González y Delgado, se tramaban actividades dirigidas a derrocar a los funcionarios españoles.

En octubre de 1811, el patriota Don Juan Evangelista González, un domingo a la salida de misa en Gibraltar, leyó en alta voz la Declaración de Independencia del 5 de Julio de 1811, logrando que los feligreses juraran luchar por los principios contenidos en ella.

El 1º de marzo de 1812, una sociedad patriótica denominada “Escuela de Cristo” inició un movimiento revolucionario dirigido a proclamar la República mediante un manifiesto distribuido en varias poblaciones de la cuenca lacustre.

El 26 de mayo de 1814 los mandatarios de España logran frustrar el atentado en contra de la vida del Coronel Ramón Correa, con lo que comenzarían las acciones para implantar un gobierno republicano. y en el mismo año, reaparece Juan Evangelista González con un manifiesto que hace llegar a los pueblos del sureste del lago. Desde aquella fracasada intentona de Francisco Javier Pirela en 1799, habían transcurridos 20 años de pesadumbres, desvelos, persecuciones y condenas; sin embargo, la esperanza y el afán de lucha, se mantuvieron en los maracaiberos.

Por otra parte, debe conocerse y recordarse que por razón de estos ideales, muchos evadidos de las persecuciones o encarcelamientos dejaban su lar nativo para incorporarse a las fuerzas de mar y tierra que peleaban en otras latitudes por idéntica causa.

Desde la caída de la Segunda República como consecuencia de las derrotas implícitas por Boves a los patriotas en las batallas de La Puerta y Aragua de Barcelona, habían transcurrido 7 años, y el realismo se había apoderado de Caracas, parte de oriente, los llanos y casi todo el occidente.

Y siendo Gobernador el Coronel González Villa, como preámbulo de la victoria que ya estaba cerca, surge un complot que a no ser por la indiscreción de un tal Benito Finol hubiera podido tener éxito, pues estaba dirigido por personas notables, como Juan Nucete, Andrés Silva, Jesús y Diego Espina y Juan Villasmil.

Bolívar después de emprender su campaña desde Guayana y libertar a la Nueva Granada en la batalla de Boyacá el 7 de Agosto de 1819, regresó a la ciudad de Angostura, dejó fundada la Gran Colombia el 17 de Diciembre, para volver a territorio granadino desde donde regresó a los andes venezolanos permaneciendo en San Cristóbal varios días del mes de abril de 1820.

El Libertador se mueve pendularmente sobre el río Táchira, tan pronto está a un lado como en el otro.

Le urge abrir campaña sobre el corazón territorial de Venezuela, pero para garantizar sus buenos resultados necesita de los ingentes recursos materiales y humanos de Maracaibo y su Provincia.

El Libertador se acompaña con un Estado Mayor, compuesto entre otros por los Generales Rafael Urdaneta, Antonio José de Sucre y el Coronel Pedro Briceño Méndez, y él manda personalmente la División de la Guardia, el más poderoso cuerpo de su ejército.

Cuando se hallaba en los preparativos para iniciar las acciones, recibe del General Pablo Morillo la propuesta de suspender las hostilidades, a la cual responde nombrando a Urdaneta como emisario para mejor entendimiento de lo que sería el Armisticio. No obstante, continúa en sus propósitos ordenando al General Mariano Montilla que invada por la Guajira y al Coronel Laurencio Silva a incursionar por Perijá, debiendo enviar a través de los ríos Zulia y Catatumbo y el Lago, un batallón transportado en una flotilla de embarcaciones mandadas a construir a tal efecto.

Empero, todo fue inútil y decepcionante porque las tropas españolas derrotaron a las patriotas una y otra vez; y las balandras y piraguas construidas con el mayor esmero, nuevas y sin navegar fueron capturadas por un presunto corsario.

Maracaibo se presentaba inexpugnable; y el Libertador avanzó a Trujillo donde firmó los tratados del Armisticio y Regularización de la guerra en Noviembre de 1820,

Posteriormente, llamó a conferencia al General Rafael Urdaneta y le dio instrucciones sobre el modo de respaldar a los maracaiberos; lo puso en posesión del supremo mando de la División de la Guardia, y el 2 de Diciembre, salió de Trujillo hacia Bogotá.

Sucedió entonces que los revolucionarios aprovecharon la presencia tan próxima del Ejército Libertador al mando de su coterráneo para reanudar con éste las conversaciones que venían sosteniéndo desde hace algún tiempo, los comisionados Juan Evangelista Delgado y Domingo Briceño, quedando listo el plan que pronto empezaría a cumplirse.

Doña María Moreno de Castro con el pretexto de temperar, se trasladó a Santa Rita, donde su hijo Juan de Dios Castro era el Presbítero de la Parroquia y conspiraba con su feligresía que tenía fama de muy patriota. En avanzadas horas de la noche del 26 de Enero de 1821, a bordo de 25 piraguas arribaron a Punta Camacho las tropas del batallón Tiradores al mando del Teniente Coronel Rafael José de las Heras, habiendo bajado a tierra el marino Tomás Vega quien entregó a la mencionada heroína un pliego con una moneda de santo y seña enviado por Don Juan Evangelista González, Gobernador de Gibraltar, en obedecimiento a las órdenes del General Rafael Urdaneta que se hallaba en Trujillo.

Sin perder un momento, la expresada dama mandó a interceptar la nave conducida por su esposo , el patrón Antonio Castro, a quien llamó de urgencia para entregarle la encomienda que llevaría al Coronel Francisco Delgado, encargado de la gobernación provincial por ausencia del titular Coronel Feliciano Montenegro y Colón.

Delgado era maracaibero y se había ganado la confianza del Capitán General a cuyo servicio había estado por mucho tiempo.

Al final dominó en éste el sentimiento patriótico y se sumó al complot del cual formaban parte sus hermanos José María y Juan Evangelista. Siendo este último el que cumplió la tarea de falsificar la firma del General La Torre, ordenando el traslado a Valencia de los soldados veteranos y aguerridos.

El batallón Tiradores comandado por de Las Heras, luego de reforzarse con voluntarios de La Rita, esperaría en Camacho para zarpar.

En efecto, el marino Castro llegó en la madrugada del día 28 a la Bahía de la capital zuliana, y sin detenerse casi al trote, halló en vigilia a Francisco Delgado quien al abrir y leer el contenido del sobre exclamó: ¡“Viva la Patria”.!

Todo estaba perfectamente preparado, hizo enarbolar la bandera nacional, lanzar cohetes y convocar a cabildo abierto, es decir, a todo el pueblo, para las 10 de la mañana en la Casa Consistorial y plaza mayor.

Reuniose el Muy Ilustre Ayuntamiento, en medio del regocijo inmenso que produce a un pueblo el anuncio de ser libre; y está fue el acta, leída, aprobada y divulgada ante el mundo. De ella hacemos un breve resumen: “Acordó el M.I.A. que protestando como protesta ante el ser Supremo, la sinceridad y justicia de sus sentimientos, debe en su consecuencias declarar como declara al pueblo de Maracaibo, libre e independiente del gobierno especial cualesquiera que sea su forma desde este momento en adelante, y e virtud de su soberana libertad, se constituye en República Democrática y se une con los correspondientes vínculos del pacto social a todos los pueblos vecinos y continentales que bajo la denominación de Colombia den su libertad e independencia, según las leyes imprescriptibles de la naturaleza”. Elocuente y lacónica fue esta acta la única de todas las naciones americanas que además de proclamar la libertad e independencia, se declara República Democrática, razón por la cual hizo evocar la Grecia antigua, y mereció llamarse la Atenas de América, lo que sin duda casi un siglo después inspiró a Udón Pérez aquella estrofa que dice:

“Jamás, jamás los déspotas
o la invasión taimada
la oliva por la espada
te obliguen a trocar
y sigas a la cúspide
triunfante como eres
rumores de talleres
oyendo sin cesar
en vez de los clarines
y el parche militar”

Oportuna cita para rebatir la infamia del maleficente centralismo que acusa al Zulia de no haber asistido la Provincia de Maracaibo al Congreso de 1811, a sabiendas que ésta no fue convocada y su territorio invadido, y segregado por la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII formada en Caracas el 19 de abril de 1810.

El oficio con el que el Gobernador Francisco Delgado participa al Libertador los felices resultados obtenidos, revelan el talante libertario y cualidades cívicas de los zulianos.

“Excelentísimo señor Libertador Presidente. Tengo el honor de anunciar a V.E. que a las 5 de la mañana del día de ayer, ha tremolado este pueblo el pabellón de la República proclamando el M.I.A. con las tropas de esta guarnición de mi mando y un gran concurso del pueblo en absoluta independencia del Gobierno Español, como consta del mando y acta publicados, que adjunto.

Todas las clases del pueblo han hecho las demostraciones más vivas y sensibles de gozo y de alegría, testificando su adhesión a la República, aún los españoles y criollos que antes fueron prosélitos de la opresión. Tengo el honor de ser con el mayor respeto de Vuestra Excelencia, apasionado seguro servidor.

Francisco Delgado”

A lo que el Libertador responde en memorable misiva cuyo contenido se resume: “dichos sucesos son un testimonio relevante del desprendimiento y virtudes de ese generoso pueblo y sus mandatarios. He nombrado al General Rafael Urdaneta, Comandante en Jefe de la Guardia para que trasladando su cuartel general a esa ciudad, cuide y se encargue de la seguridad de ella”. Tanto satisfizo a Bolívar aquella acta que ordenó publicarla en el Correo del Orinoco y así se cumplió. El prócer zuliano llega a mediados de marzo incorporando centenares de jóvenes, crea el batallón Maracaibo compuesto de 900 soldados, entre ellos muchos adolescentes, y luego, de reorganizar sus fuerzas con el Tiradores y el Escuadrón de Caballería, emprendió su marcha el 28 de abril, libertando Coro hasta llegar a Barquisimeto donde recibió un oficio del Libertador elevándolo a General en Jefe y ordenándole que permaneciera en esta ciudad, puesto que él conocía de sus quebrantos de salud, agravados en el espinoso y difícil trayecto; y que dividiera sus tropas, el batallón Maracaibo lo dirigiera a San Felipe contra los realistas del Coronel Manuel Lorenzo, y el resto al mando del Coronel Antonio Rangel, hacia donde se hallaban concentradas las fuerzas republicanas para una batalla definitiva. Era la primera parte de una maniobra de división o engaño al enemigo.

El batallón Maracaibo hizo desmembrar las fuerzas españolas derrotando a éstas, en el Tinaco y a la entrada de San Felipe, cuyo jefe Lorenzo huyó despavorido mientras el Tiradores se cubría de gloria en el propio campo donde el Libertador dirigía las acciones y derrotaba al formidable ejército de España comandado por el mismo Capitán General Miguel de la Torre en la inmortal batalla de Carabobo, el 24 de Junio de 1821.

A esta extraordinaria victoria contribuyó el Zulia en grado óptimo. Mucho tuvo que ver en ella el 28 de Enero. Bolívar lo había intuido: sin Maracaibo no es posible avanzar con buen resultado sobre la Provincia de Caracas. Fue tan destacada la actuación de aquellos imberbes batallones de Maracaibo que el Libertador lo llamó el Batallón Brillante: y el Coronel José Félix Blanco expresa en sus memorias: “El batallón Brillante formado exclusivamente por maracaiberos derrotando al Coronel Tello en el Tinaco, hizo posible el triunfo del Libertador en la Segunda batalla de Carabobo”.

Por eso no se equivoca quien afirme que el 28 de Enero de 1821 fue el preludio triunfal de Carabobo.

Honorables representante de la Alcaldía, Presidente y demás Concejales del Municipio Maracaibo: vosotros sois los herederos institucionales e históricos del magno episodio tantas veces mencionado. Razón por la cual me permito recordarles lo que sigue:

En 1987 con motivo de la celebración del Bicentenario del General Rafael Urdaneta, genial factor en el éxito del movimiento independentista de su pueblo, el ilustre Concejo Municipal del Distrito Maracaibo decretó cambiar el nombre del Paseo Ciencias por el de 28 de Enero, e igualmente dispuso levantar en la calle Urdaneta frente a la plaza Bolívar, un gran monumento conmemorativo de dicha efeméride cuya primera piedra fue colocada en multitudinario acto. Pero todo quedó allí, por lo que en esta ocasión tales pedimentos de la Academia de Historia, es oportuno reiterarlos. Y preguntarnos: ¿dónde están el monumento antes referido, y las vallas o avisos indicadores de este glorioso nombre que desde entonces en virtud de tal disposición han debido colocarse indicando su nombre bien visible ante propios y visitantes, y asimismo la trascendencia y el papel glorioso de Maracaibo en le Independencia de Venezuela y Suramérica. (aplauso)

Este significativo acontecer marcó un hito en la guerra que llevaba 10 años. Desde la referida fecha la juventud zuliana se incorporó masivamente a la revolución por la Santa Causa, siendo de todos los Departamentos de la Gran Colombia (denominado Zulia) el que más hombres aportó, acelerando el fin de la contienda. Se hizo presente en numerosos combates: en las Batallas Naval de Maracaibo, Bomboná, Pichincha, Junín y Ayacucho, siendo en esta última donde recibió mediante decreto del Gran Mariscal Sucre, el sobre título de Batallón Vencedor de Ayacucho.

De acuerdo con el manejo de las calificaciones y en la mayoría de las instituciones universitarias se ha señalado que el rendimiento académico se puede clasificar de bajo, medio y alto. Existen estudiantes de bajo rendimiento que trabajan por debajo de su capacidad en todas las materias que cursan y otros que solo lo hacen en algunas. Este último es conocido como bajo rendimiento especifico y se puede generar por problemas específicos en el aprendizaje o bien como consecuencia de alguna experiencia traumática.

El Zulia heroico sin lugar a dudas fue determinante en la conclusión de la egregia lucha por la independencia Suramericana. De ello da fe en magnífica síntesis nuestro épico himno:

En la defensa olímpica
de los nativos fueros
tus hijos sus aceros
llevaron al confín,
ciñendo lauros múltiples
los viste con arrobo
del Lago a Carabobo
del Ávila a Junín
y en Tarqui y Ayacucho,
vibraron su clarín.

(Prolongado y nutrido aplauso)

He aquí, pues, el mentís más elocuente e impactante ante el centralismo infame que niega al Zulia su participación en el proceso independentista cada vez que puede, por eso, lo muy acertado del Decreto de darle a este Paseo el nombre del 28 de Enero, para rememorar el día en que la Provincia de Maracaibo declaró su libertad e independencia.

Porque la Zulianidad no es una simple palabra, es la esencia del devenir que aflora maravillosamente apuntalando el destino histórico del pueblo zuliano. Acuñada en una asamblea de ilustres que coincidieron por unanimidad en usarla como acicate inspirador para todo lo grandioso, para todo lo bello, para todo lo noble, tomando como centro matriz y enaltecedor el 28 de Enero de 1821, día de la libertad de los hijos del Lago.

Con sorprendente intuición los zulianos captaron y expandieron a velocidad sideral la feliz palabra de la “Zulianidad” convertida en sublime folklore. Desde la Academia de Estudios Formales hasta los estratos más populares. Verla consagrada en sus normas como lei motiv de sus fines, objetivos y metas, es algo que llena de indescriptible beneplácito y hace evocar la propuesta divisa de “Dios, Patria y Zulianidad”. (aplauso)

Erguida cual Diosa de la Libertad, iluminada por el catatúmbico fanal cuyos rayos zigzageantes parecen escribir su divina palabra en el firmamento señalando la ruta de las legiones de Mara hacia la conquista de su justo y digno porvenir con que el Gran Hacedor del Universo aguarda al pueblo zuliano.

¿Habrá un himno más breve que contenga sus múltiples y superiores valores en sólo una palabra?

Pues, hedla allí: ¡la Zulianidad! Jamás nos cansará pronunciarla infinitamente!

¡Viva el 28 de Enero, efeméride de la Declaración de la Independencia de la Provincia de Maracaibo, hoy Estado Zulia declaró su Independencia!

¡Viva Maracaibo, viva el Zulia, viva Venezuela!
¡Dios y Patria, Bolívar y Urdaneta!
¡Dios, Patria y Zulianidad!
¡Viva la Libertad!. (FIN)
(prolongados aplausos del público de pie)