ECOSISTEMAS DINÁMICOS PARA EL EMPRENDIMIENTO: UNA REVOLUCIÓN INTEGRADORA

(Dynamic ecosystems for entrepreneurship: an integrative revolution)


Recibido: 29/01/2016

Revisado: 04/05/2016

Aceptado: 30/05/2016



Tuta, Laura
Universidad de Pamplona, Unipamplona, Colombia.
laurat@unipamplona.edu.co



Ordoñez, Mary
Universidad de Pamplona, Unipamplona, Colombia.
maryluz@unipamplona.edu.co



RESUMEN


El presente trabajo tiene como propósito analizar la visión del emprendimiento más allá de una postura tradicional, analizándolo como un ecosistema dinámico, valorado por su funcionalidad e impacto. La mirada ecosistémica asume la convergencia de varios actores que persiguen un fin común relacionado con la generación de ideas innovadoras, apoyo en la preincubación, incubación, desarrollo y crecimiento, que puede abarcar desde la propuesta, hasta la proyección de empresas sólidas a nivel nacional o internacional que presentan los emprendedores en una región. La investigación fue realizada con un enfoque interpretativo, metodología cualitativa, mediante un análisis documental, basado en las realidades del sector público y privado en el contexto latinoamericano. Entre los fundamentos teóricos se consideraron los aportes de Isenberg (2010) quien define unos dominios principales del ecosistema emprendedor relacionados con gobierno, academia, aceleradoras, incubadoras consultoras, cultura, mercados, servicios especializados, financiación; los postulados de Mason (2009) quien manifiesta que esas variables o dominios son fuentes importantes para alimentar el sistema, pero cada desarrollo del ecosistema es único; la postura de Kantis (2014) sobre la nueva perspectiva del emprendimiento asumido desde un enfoque dinámico. Los resultados permiten inferir la funcionalidad del ecosistema dinámico emprendedor en países latinoamericanos y genera conclusiones que exponen el emprendimiento como eje de desarrollo endógeno de las regiones, mediado por entes, programas, metodologías, experiencias, más el trabajo sinérgico de dominios y factores que integran diversos actores como la sociedad, gobierno, empresas que dinamizan e impulsan el crecimiento económico especialmente cuando se asume como política pública en las regiones.

Palabras clave: ecosistema emprendedor, emprendimiento, enfoque dinámico.

 

ABSTRACT


This paper aims to analyze the vision of entrepreneurship beyond a traditional view, analyzing it as a dynamic ecosystem, valued for its functionality and impact. The ecosystem look takes the convergence of various actors pursuing a common purpose related to the generation of innovative ideas, support in pre incubation, incubation, development and growth, which can range from the proposal, to the projection of solid companies nationwide or international entrepreneurs who present in a region. The research was conducted with an interpretive approach, qualitative methodology, using documentary analysis, based on the realities of public and private sector in the Latin American context. Among the theoretical foundations were considered the contributions of Isenberg (2010) who defines a major entrepreneurial ecosystem domains related to government, academia, accelerators, incubators, consulting, culture, markets, specialized services funding; the tenets of Mason (2009) who states that these variables or domains are important sources to power the system but each ecosystem development is unique and is given with the passage of time; Kantis posture (2014) on the new venture perspective taken from a dynamic approach. The text also presents reflections on the applicability of dynamic entrepreneurial ecosystem. The results allow us to infer the functionality of dynamic entrepreneurial ecosystem in Latin American countries and generates findings that expose the enterprise as the core of endogenous development of the regions, mediated entities, programs, methodologies, experiences, plus the synergistic work domains and integrate various factors society actors, government, company streamline and boost economic growth, especially when it is assumed as a public policy in the regions.

Key words: entrepreneurial ecosystem, entrepreneurship, dynamic approach.

 

INTRODUCCIÓN


Existen temáticas gerenciales como el emprendimiento que son compartidas como un lenguaje afín a diversas poblaciones latinoamericanas por su alto impacto social, cultural y económico. Asimismo, su análisis ha cobrado vigencia tanto en ámbitos públicos como en privados, de donde se desprenden otros subsistemas del ecosistema que propenden por el desarrollo endógeno de sus regiones.

Con esta investigación se procuró establecer los espacios de reflexión a la luz de diversos actores del ecosistema de emprendimiento de diferentes países, considerando posturas y experiencias clarificadas sobre lo que una herramienta de desarrollo poderosa como esta puede otorgar en beneficio de la sociedad. Se soportó en gran medida en observación directa participante ante el debate académico científico de expertos en escenarios como el propiciado por el seminario/taller para profesionales del ecosistema emprendedor de América Latina, que permitió analizar convergencias y brechas que dinamizan o bloquean el desarrollo emprendedor; siendo el diferencial, la función como ecosistema.

Es en este sentido se centra el objetivo del estudio, en colocar en contexto el análisis de una temática como el emprendimiento, cuya trascendencia lleva al desarrollo regional, nacional, cualquiera sea el país, principalmente para este caso, Latinoamericano. Cómo desde el nivel de atención por parte del Gobierno y de un grupo adicional de actores que conforman el ecosistema, se determina el impacto en el desarrollo empresarial, social y económico donde se implemente.

Asimismo, se presentan referentes teóricos valiosos que de manera lógica se van desagregando de un mapa mental que facilita la interpretación de conceptos esenciales, al ir sumando los aportes de cada funcionalidad, ofreciendo al lector mayor comprensión de los subsistemas que conforman el sistema integrado llamado ecosistema dinámico para el emprendimiento. Es esta una de las principales fortalezas del documento, lograr mostrar esa nueva visión integradora de los actores y dominios que por décadas han existido de manera aislada, propiciados por organizaciones, entes privados o programas gubernamentales, similar en varios países latinoamericanos, desconociendo el impacto de la correlación y cooperación entre ellos para el incremento de indicadores de crecimiento y desarrollo.


FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA. POSTURAS SOBRE ECOSISTEMAS DINÁMICOS DE EMPRENDIMIENTO COMO FUERZA PROPULSORA CON VISIÓN INTEGRADORA


El término ecosistema ha cobrado auge en los últimos años. Cuando nos referimos a ellos, en cualquier estudio social realizado alrededor de la cultura del emprendimiento, el desarrollo local y la competitividad, se busca comprender el lugar que cada uno ocupa como individuo, como miembro de una organización y como asociación.

En un sentido amplio, el término Ecosistema Emprendedor se entiende en el BID/FOMIN (2011) como una comunidad de negocios, apoyada por un contexto público de leyes y prácticas de negocios formada por una base de organizaciones e individuos interactuantes que producen, asocian ideas de negocios, habilidades, recursos financieros y no financieros que resultan en empresas dinámicas.

Lo anterior supone un llamado a promover la coordinación de actores, con el objetivo de desarrollar una cultura de emprendimiento en un país o región. Llamado en ocasiones, ignorado, a pesar de los problemas en sus estructuras sociales y evidentes necesidades de desarrollo económico. En este sentido, cobra vigencia interesarse por la actividad empresarial, desde la dinámica de construcción de redes para el apoyo del ejercicio emprendedor en sus etapas: creación de la idea, formación, incubación, servicios al emprendedor, financiamiento y consolidación en mercados nacionales e internacionales.

Al respecto, Isenberg (2010) director del Babson Entreprenurship Ecosystem Project (BEEP), presenta unos componentes y factores a considerar en todo ecosistema empresarial (figura 1) relacionados con la función del liderazgo, la figura del gobierno, del sistema educativo, el sector productivo, los recursos financieros, tecnológicos, las personas, entre otros. Este planteamiento preliminar de Isenberg, difiere de la primera referencia al término ecosistema expuesto por Moore (1993) donde enfatiza la visión de predadores y presas, para representar el ecosistema de los negocios como un espacio de interconexión, dependencia mutua entre actores económicos, siendo importante el término de cooperación para el éxito de las organizaciones.

Desde un punto de vista más conciso, alrededor de los factores que componen un ecosistema de emprendimiento, Isenberg (2010) plantea la revisión del estado de un ecosistema, mediante la evaluación general de seis dominios: políticas, cultura, finanzas, capital humano, servicios y mercados (figura 1).


Figura 1.

Dominios del Ecosistema Empresarial.




Fuente: Conferencias Daniel Isenberg (2010).


Puede observarse cómo en el dominio de las políticas, el interés se centra por el fomento y apoyo al emprendedor, desde las políticas públicas, bajo un compromiso activo en pro del proceso de fortalecimiento del ecosistema. Se busca propiciar un entorno regulador, que incentive la actividad emprendedora desde las instituciones del gobierno central, regional y local, para que mediante políticas públicas y leyes complementarias se ofrezcan beneficios fiscales, de financiamiento, investigación, desarrollo y protección.

Luego, en el dominio cultural, se expresa la visión de interacción general, que se presenta en las típicas relaciones determinadas por la tolerancia al riesgo y al fracaso, las cuales supondrían tener toda iniciativa de emprendimiento, dado ese carácter innovador, exigido en nuestros tiempos que facilita el desarrollo de iniciativas emprendedoras de personas con marcada determinación a concentrarse en oportunidades que el medio les proyecta, teniendo como motor, para la generación de riqueza, el marco de una ambición sana y equilibrada en medio de historias de talento y esfuerzo que muestren éxito en los ámbitos nacional e internacional.

En el tercer referente está el domino financiero con las instituciones de microcréditos, los inversionistas ángeles y el capital de riesgo, estos se han convertido en instrumentos facilitadores para el acceso a capital semilla, se han especializado en atender las necesidades de financiamiento de emprendedores dinámicos. Asimismo, bajo este enfoque, el dominio del capital humano se refiere a la efectividad laboral con apoyo del sistema educativo en la formación académica, mediante una estrecha relación entre el espíritu emprendedor y el desarrollo de competencias básicas y específicas orientadas a la formación integral.

De acuerdo con esta propuesta, el dominio servicios está representado por acciones de apoyo al fomento de la empresarialidad, que incluyen infraestructura, telecomunicaciones, transporte y energía, todo como cualidades propias de las dinámicas para el desarrollo regional. Es en este proceso de impulso, donde se da un ambiente favorable al ecosistema con la existencia de entidades de apoyo que faciliten la labor, como parques tecnológicos, distritos industriales o zonas francas.

Finalmente, el dominio mercado está bajo la óptica de emprendedores, quienes responden a las expectativas de clientes cada vez más exigentes, capaces de asumir riesgos para ampliar la oferta de productos y servicios, no solo responden con propuestas competitivas, sino en el marco de reglas de juego, que promueven la confianza, la transparencia hacia los mercados internos e internacionales. Articulándose en redes, entre organizaciones y emprendedores que apoyan la consolidación del ecosistema.


REFLEXIÓN EN TORNO A RETOS, SIMILITUDES Y NECESIDADES DE LA REGIÓN


El fenómeno mundial del emprendimiento no es ajeno a América Latina y el Caribe, cada país con sus propias características pretende alinear la visión y la estrategia, a fin de ganar espacio en la consolidación de un ecosistema, donde se puedan identificar y desarrollar alternativas empresariales. En este sentido, desde el ámbito académico, expositores, panelistas, moderadores, participantes de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, en diferentes eventos enriquecen el debate al proponer condiciones para fomentar una visión integradora de los ecosistemas dinámicos de emprendimiento.

Aunque es imposible formular una concepción general, a continuación se bosqueja una reflexión alrededor de unos cimientos fundamentales que pudiesen conformar la gran hélice propulsora de un conjunto de elementos concéntricos y solidarios, cuyos movimientos hacen posible un ecosistema emprendedor, capaz de potenciar la actividad emprendedora y el crecimiento económico (figura 2).


Figura 2.

El Ecosistema de Emprendimiento, una fuerza propulsora con visión integradora.




Fuente: elaboración propia (2014).


El elemento central es la decisión inicial, quizás la decisión más importante. El término utilizado actualmente en el mundo empresarial es start up, el cual hace referencia a ideas de negocio en construcción, generalmente asociadas a la innovación, con el fin de emprender un nuevo negocio con alto valor agregado y validación comercial no mayor a dos años en productos y/o servicios. Si bien, en esta etapa se reconoce la importancia de las capacidades, la pasión y la acción, uno de los mayores retos es enfrentar el fracaso y enfrentarlo rápido. Con esta premisa, se puede afirmar que el fracaso también lleva al éxito, en término de lecciones aprendidas dentro de situaciones, quizás ambiguas, inciertas o demasiado optimistas.

Es necesario aclarar, que en el denominado Lean Start up, un plan enseñado en las escuelas de negocios, no es necesario, pues en este modelo se trata de experimentar, testear e interactuar el proyecto antes de empezar; en este sentido, se valoran los elementos desconocidos que dan mayores competencias de flexibilidad y amplitud perceptual.

Siguiendo la lógica planteada, las puntas de las hélices tienen mayor velocidad que la parte central, entonces en cierto modo, los elementos presentados a continuación tienen el mismo valor al ser las palas que giran alrededor de un eje causando la fuerza propulsora. Con esta premisa, se analiza la academia, la cual cuenta con los recursos con la plataforma orientada a educar, informar, motivar sobre espíritu emprendedor. La importancia se centra en esas nuevas maneras de educar, desde una perspectiva de carácter transversal, donde se enfrentan retos como lograr que grupos sociales trasciendan en la construcción de marcos de colaboración conjunta, a través de encuentros entre emprendedores, empresarios e inversores de capital de riesgo.

Entonces, será ahí donde las ideas nuevas, los conceptos disruptivos contribuyan a que la academia se interese oficialmente por la innovación, la competitividad y la productividad derivada de sus planes educativos de enseñanza en primaria, secundaria y universitaria, en medio de prácticas socio- ambientales sostenibles. Otra riqueza socialmente reconocida, es la aceptación de que las iniciativas emprendedoras requieren de personas que lideren el desarrollo de una idea con su esfuerzo, formación y recursos. En esta área, una tarea es impulsar el capital humano desde la función emprendedora, más allá de la visión dada en la globalización capitalista, asumiendo al capital humano como factor relevante dentro de la teoría económica.

En este sentido, el principal riesgo es la priorización de las competencias laborales asociadas a la necesidad de formación, como papel clave dentro del nivel de desarrollo del capital humano emprendedor, en una educación pragmática con visión instrumentalista. El capital humano despliega una fuerza compartimentalizada, facilitadora de sinergias, dentro de procedimientos rígidos de un sistema; fuerza facilitadora e inmersa en ese activo intangible que es el capital intelectual, muy necesario para competir y adaptarse a ese entorno dinámico que requiere la dicotomía del cambio y la estabilidad propia de los ecosistemas.

Según expertos del área como Kantis (2014) el capital social se da entre los aspectos estructurales, de recursos y relacional, como estrategias para generar ventajas competitivas. Entonces, se deduce que los emprendedores están expuestos a las dinámicas de intercambio cimentadas desde el recurso social de sus relaciones personales, complementariamente con el capital social organizacional, construido en términos de reputación corporativa. Aquí el reto es pasar de un rol individual al protagonismo de un rol social y colectivo.

Siguiendo con el planteamiento, la curvatura, torsión y resistencia de otra hélice, estaría desde el punto de vista del mercado. Se ha considerado a este aspecto como una dimensión esencial en los emprendimientos, pues es a partir de la percepción de las condiciones de un mercado, donde se genera demanda de los productos/servicios a ofertar. Sin embargo, en este elemento se hace clave el acceso que brinde el ecosistema para lanzarse cuando se tiene un producto mínimo viable, asociado a un espacio de encuentro físico o virtual que permita focalizar los recursos en entornos locales, nacionales o internacionales.

De otra parte, la hélice de creatividad e innovación se ajusta dentro de un rango de paso variable, que relacione el nivel macro del país, el nivel intermedio de las empresas y el nivel básico de los individuos, en medio de las nuevas reglas de juego de la economía, donde las políticas públicas, las estrategias empresariales I&D y el emprendimiento particular participen conjuntamente.

Por otra parte, desde las instituciones gubernamentales existen similitudes regionales, frente al fomento de la cultura de emprendimiento e innovación, estas condiciones se materializan desde diferentes programas de formación y acompañamiento, también con mecanismos de financiación, generación de redes, diseño de herramientas articuladas a los conglomerados y cadenas productivas, indudablemente, en pro de mejorar los niveles de competitividad. Igualmente, se ha considerado como otra fuente propulsora, la hélice Incubadoras/aceleradoras, las cuales buscan dar oportunidad a ideas de negocio con alto impacto y escalabilidad, ofreciéndoles un ambiente adecuado de vocación empresarial, ya sea desde su creación o durante el crecimiento.

Ahora bien, la velocidad de la hélice en mercados nacionales e internacionales, se mide por los mecanismos de apoyo existentes para facilitar los procesos de globalización a partir del potencial y deseo de inserción en los mismos. La clave está en la consolidación de diversos factores a nivel de gobierno e instituciones públicas y privadas que promuevan la eliminación de barreras potenciando la competitividad en esos entornos.

Como se mencionó anteriormente, el grado de tolerancia al fracaso y asunción de riesgos tiene sustento en la hélice cultural del medio social, una vez se desarrolla la actividad emprendedora, por lo tanto, el ecosistema estaría llamado a retroalimentar en un círculo virtuoso los elementos para salir avante de las crisis. Es necesario canalizar esfuerzos de aprendizaje en el diseño de herramientas, métodos, técnicas que generen capacidades complementarias en los individuos, así como, favorecer las iniciativas empresariales y minimizar los riesgos implícitos en determinadas situaciones.

En el contexto mundial, la globalización económica ha permitido suprimir las barreras de circulación de dinero, préstamos e inversión, por ello el reto en el tema de capital financiero no solo es lo requerido para impulsar un proyecto emprendedor, sino pensar en la relación a escala global, entre oferentes y demandantes de recursos financieros, en materia de términos, condiciones y garantías precisas alrededor del acceso a financiamiento. La existencia de diferentes iniciativas como fondos de capital semilla, red de ángeles inversionistas, aún requiere seguir innovando en instrumentos que permitan liberar más recursos y generar confianza para abaratar los créditos, fortalecer capital de riesgo y que sean adecuados a las necesidades de los emprendedores.

Además de lo ya indicado, más allá de las diferencias entre regiones y países, resulta de vital importancia generar políticas públicas orientadas a estimular y promover el emprendimiento. En la práctica, los lugares que han adoptado este tipo de regulaciones evidencian un despegue económico orientado hacia la prosperidad social. No obstante, la eficiencia gubernamental en la aplicación de estas políticas se convierte en la gran diferencia que propicia un buen clima para inversiones, una vez se han identificado las diferentes iniciativas empresariales.

Otro aspecto básico en este planteamiento es la incorporación de herramientas para facilitar la conformación de redes. Los efectos de esta hélice serían el desarrollo de modelo de redes, de asociatividad de competencia, de coworking y de networking con mirada global que permita encadenar emprendimientos, no solamente con desarrollos a nivel local. Bajo esta perspectiva, las alianzas serían instrumentos esenciales para construir sólidas redes de cooperación en una adecuada y eficaz gestión de recursos complementarios, asignados ad hoc, a emprendimientos específicos. Esta visión se puede dar bajo lo que podría denominarse una adaptación mutua representada dentro de un mapa que recoja a los actores del ecosistema.

En un sentido amplio, a lo largo de los apartados anteriores se han considerado 12 hélices que dan fuerza propulsora al ecosistema del emprendimiento. Ahora bien, otro factor importante a considerar se aprecia en la relación directa del clima económico y político con cada una de las hélices. En la literatura, se ha comprobado que una política fiscal o una política expansiva, inciden directamente en la actividad emprendedora, mientras los aspectos socioeconómicos impulsan a emprender o a cesar actividades. Por lo tanto, se debe tener en cuenta las actuaciones en esta materia, pues tendrán incidencia positiva o negativa sobre el ecosistema y toda actividad emprendedora.

En este sentido, es importante considerar en esta materia la opinión de expertos como Seijo (2010) señala que la ética y la responsabilidad empresarial son de gran relevancia dentro de la lógica de un mundo organizacional, pues allí, la actividad humana se mueve para conseguir determinados fines propuestos. El emprendimiento está relacionado con el desarrollo no solo organizacional, sino regional, debe ser un hecho consciente.

En función de lo anterior, en ocasiones pareciera que algunos asuntos tienen más importancia, por ejemplo: innovación, competitividad, indicadores de gestión, etc. Entonces, surge la inquietud sobre el comportamiento ético y responsable en una sociedad con mecanismos de premios para “hacer lo que se tiene que hacer”, en aras a mostrar eficiencia, eficacia, sustentabilidad. De este modo, la presente propuesta perfila tener en consideración, unas condiciones externas que envuelven la dinámica de los valores todos los actores perfilados en la convicción social de ser partícipes en un ecosistema ético y responsable.

Dentro de esa responsabilidad está generar reportes, compartir conocimientos, monitorear la evolución de las condiciones sistémicas de la región, de los países, despertar el compromiso con el emprendimiento, generar una masa crítica de proyectos dinámicos, apoyar el contexto, generar mecanismos de interacción, de autorregulación. Aunque la presente reflexión se despliega a partir del conjunto de hélices, no pretende señalar 12 únicos factores para conseguir un ecosistema emprendedor con fuerza propulsora y visión integradora. Pues, de manera racional, muy efectiva, cada región mantendrá e incluirá las hélices que requiera en el desarrollo de su cultura emprendedora, en pro de los valores comunes y necesidades propias regionales o del país.


POSTULADOS PARA EMPRENDIMIENTOS CON ENFOQUES DINÁMICOS INTEGRADORES


Para encaminar enfoques dinámicos es necesario comprender la lógica evolutiva de la aceptación e implementación del área gerencial relacionada con el emprendimiento, pues ha sido en la última década donde con mayor fuerza se habla en los países sobre la necesidad de conocer sus beneficios y se han realizado esfuerzos por generar esa cultura, inicialmente desde la formación educativa para fortalecer por una parte capacidades desde la personalidad emprendedora, y por otra para el impulso al desarrollo empresarial. Son dos aspectos válidos y complementarios, aunque a veces se tienda a pensar que solo se relaciona con el empresarismo.

Al respecto, países como España, el Presidente de Gobierno (2013) ha emitido la Ley 14/2013, de Emprendimiento, en el Título I establece el apoyo a la iniciativa emprendedora con una serie de medidas en diversos ámbitos para incentivar la cultura emprendedora y facilitar el inicio de actividades empresariales. En su Capítulo I apuesta a la educación en emprendimiento, incorporando medidas para que los jóvenes adquieran a través del sistema educativo, las competencias y habilidades requeridas para emprender. Plantea la idea del emprendedor y de la cultura empresarial como elementos indispensables para el desarrollo económico y social, por tanto, ha venido introduciéndola en algunas etapas educativas, pero se considera necesario ampliarla en todo el ciclo básico, bachillerato y profesional.

Consecuentemente, encomienda a las administraciones educativas la revisión y adecuación de los currículos de las enseñanzas regladas a estos nuevos objetivos. Asimismo, como medio estratégico para fomentar la cultura del emprendimiento expresa la necesidad de prestar especial atención a las enseñanzas universitarias, de modo que las universidades lleven a cabo tareas de información y asesoramiento para que los estudiantes se inicien en el emprendimiento. Plantea a efectos de promover a través del sistema educativo la cultura del emprendimiento, lo esencial de poder contar con un profesorado que reúna las competencias y habilidades necesarias para cumplir de forma eficaz tal objetivo.

En el ámbito colombiano, el Congreso de la República (2006) emite la Ley 1014 de 2006 de Fomento a la Cultura del Emprendimiento, en el Artículo 13. Enseñanza obligatoria. Dispone que en todos los establecimientos oficiales o privados que ofrezcan educación formal es obligatorio en los niveles de la educación preescolar, básica primaria, secundaria y la media, cumplir con la definición de un área específica de formación para el emprendimiento y la generación de empresas, la cual debe incorporarse al currículo y desarrollarse a través de todo el plan de estudios. También en el Artículo 15, Formación de formadores, Determina que el Servicio Nacional de Aprendizaje; Sena, coordinará a través de las redes para el Emprendimiento del Fondo Emprender y entidades adscritas, programas para la formación de formadores.

Sin embargo, el reto educativo solo cubrirá una hélice del ecosistema. Bajo un pensamiento sistémico, es conveniente sumarlo a una Ley propulsora, tomando fuerza puede congregar además centros de información de input de conocimientos, centros donde se incuben ideas, servicios técnicos, contactos con inversores y redes ángeles; desde las empresas robustecer las spin off, fomentar cultura de intrapreneurs, entre otros. En este sentido, Mason (2009) manifiesta que esas variables son fuentes importantes para alimentar el sistema, pero cada desarrollo del ecosistema es único y se da con el transcurrir del tiempo. Rescata además la creación de valor hacia el emprendimiento aportado por los empresarios exitosos que venden sus empresas para dedicarse al ejercicio del mentoring.

El autor también plantea que se requieren iniciativas de abajo hacia arriba, es decir, la sociedad civil debe involucrarse con este fin, el Gobierno no puede concretar solo iniciativas como estas. Los micropoderes están generando cambios profundos desde abajo y el poder tiende a bajar. Se infiere a la necesidad de entender que el emprendimiento no es una moda, es una salida a muchas problemáticas socioeconómicas, debe planearse la revolución emprendedora que asume plena consciencia de su actuación, no prospera con autismo, debe coordinarse con otros y su filosofía permite aprender de otras experiencias. El modelo de los ecosistemas dinámicos ha funcionado mejor en países que lo han asumido dentro de sus políticas públicas.

Una clave de éxito del ecosistema es actuar en fallo de mercado, es decir, quitar los estorbos, ser líder, usar metodologías como el focus group para tomar información, acercarse con certeza a la realidad de su entorno. Una vez más se destaca el papel del Gobierno en políticas dirigidas a la barrera como la Burocracia, si es un país que apoya leyes de mercado, sabrá despejarlas con metodologías como las usadas al colocarlas. Interviniendo en los Impuestos, en oportunidades el mensaje de apoyo a emprendedores ha estado en entredicho; para el caso de España sí se ha intervenido ante la situación empresarial y laboral dado que entre 2008 y 2012 se han destruido casi 1,9 millones de empresas, más del 99,5% de ellas con menos de 20 asalariados, frente a la creación de empresas 1,7 millones.

En este sentido, han implementado programas que permiten devolver los impuestos al municipio. Se han amparado en las medidas fiscales y en materia de seguridad social de apoyo al emprendedor. De esta manera, buscan fortalecer el tejido empresarial de forma duradera. Para los españoles, el concepto de emprendedor de forma amplia se define como aquellas personas, independientemente de su condición de persona física o jurídica, que van a desarrollar o están desarrollando una actividad económica productiva. Evidentemente, pretenden que las medidas de la Ley puedan beneficiar a todas las empresas con independencia de su tamaño y de la etapa del ciclo empresarial en la que se encuentren.Para el caso de Colombia, el Congreso de la República (2006) dispuso desde la Ley 1014 de 2006 en el Artículo 22. Constitución de nuevas empresas que las sociedades nacientes que se constituyan a partir de la vigencia de esta Ley, cualquiera que fuere su especie o tipo, que tengan una planta de personal no superior a diez (10) trabajadores o activos totales por valor inferior a quinientos (500) salarios mínimos mensuales legales vigentes, se constituirán con observancia de las normas propias de la Empresa Unipersonal. Asimismo, la Cámara de Comercio de Bogotá (2011) expuso un artículo sobre la Ley 1429 de 2010 de formalización y generación de empleo en el país que otorgó a las pequeñas empresas beneficios como gradualidad en el pago del impuesto de renta, de parafiscales, industria y comercio, entre otros.

Comparativamente, desde la perspectiva conceptual para Colombia, un emprendedor es una persona con capacidad de innovar; entendida esta como la capacidad de generar bienes y servicios de una forma creativa, metódica, ética, responsable y efectiva. Mientras emprendimiento lo define como conjunto de personas, variables y factores que intervienen en el proceso de crear una empresa. Una manera de pensar, de actuar orientada hacia la creación de riqueza, centrada en las oportunidades, planteada con visión global, llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado, con gestión de riesgo calculado, su resultado es la creación de valor que beneficia a la empresa, la economía y la sociedad.

Igualmente, asume el emprendimiento dinámico como los basados en un alto grado de diferenciación e incluso de innovación y en una clara voluntad de acumulación (por encima de la media de su sector) como para al menos convertirse en una mediana empresa.

Por otra parte, es bueno destacar el proceder frente al proceso de financiación efectuado en Madrid, pues busca apoyar a los financiadores y no a los emprendedores, infiriéndose como principales razones su competencia para actuar, para definir montos, seleccionar emprendedores, mayor grado de seguridad de la inversión pública en procesos de emprendimiento. Refuerza la importancia de este dominio del ecosistema, el hecho de los índices de mortandad de las empresas que se crean, pues cerca del 50% desaparecen en los tres primeros años, no obstante, estudios de Kantis y otros (2012) señalan que incrementa el porcentaje de las que no mueren en la medida en que buscan el apoyo en incubadoras, aceleradoras u otros entes similares.

Continuando el análisis de aspectos claves de los dominios del ecosistema, expertos del 4to. Seminario taller para profesionales del ecosistema emprendedor, expresaron que uno de los retos del emprendimiento dinámico está en conseguir talento, es muy difícil conseguir capital humano idóneo y más complejo retenerlo, algún mecanismo mencionado está relacionado con hacer seguimiento de su actuación durante los tres primeros años y luego ofrecerle acciones de la empresa (hasta un 15%). También es conveniente incrementar la participación de la mujer emprendedora con visión innovadora, al menos en Centroamérica puede sostenerse que un 85% de las mujeres accionan en emprendimientos a nivel de micro, pequeña y mediana empresa, pero en las grandes es mayor la presencia de los hombres.

En la mayoría de los países latinoamericanos hay coincidencia en que debe procurarse la creación de empresas por oportunidad, no por necesidad. Destacan la necesidad de jalonar el emprendimiento mediante el diseño, la apropiación de políticas públicas, con la participación del Gobierno central, concertado con el regional donde se establezcan alianzas entre sector público, privado, academia y sociedad civil. Imperante principalmente que siempre se tenga presente las características propias de la región, también el dinamismo de los proyectos. Igualmente relevante será el contar con herramientas de monitoreo, seguimiento y medición de resultados. Un factor clave lo constituye la generación de conocimiento y expertise con posibilidades de escalafonarse a nivel nacional e internacional.

Desde otro punto de vista, se advierte la tendencia en las naciones hacia el emprendimiento social, hay que establecer redes efectivas, existen jóvenes, mujeres cabeza de hogar, desplazados, indígenas, afrodescendientes y vulnerados a la espera de oportunidades de mejoramiento de su calidad de vida; en este orden de ideas, concibiendo el emprendimiento como un círculo vicioso de crecimiento humano, una herramienta de transformación social, un medio estratégico para generar desarrollo socioeconómico, es bueno aportar y colocar manos a la obra para proveer la prosperidad para todos, posición de Méndez (2014) Vicepresidente del Fomento a las Pymes del Ministerio de Comercio de República Dominicana. Se requieren regiones más competitivas y más humanas.

Uno de los propósitos de los emprendimientos dinámicos integradores es la búsqueda del crecimiento. Este no siempre es lineal, ni estable, podría ser acelerado o moderado; depende de varios factores como el acompañamiento del proceso emprendedor, modelación del negocio, las redes, mentorías, visibilidad, la acertada segmentación de clientes, el uso de metodologías adecuadas, entre otras, según Kanti (2014). Otras consideraciones a destacar son el uso de estrategias networking y co-working, los esfuerzos por generar confianza. Por consiguiente, será conveniente tener presente la funcionalidad del ecosistema, equivalente a un medio de subsistencia de la sociedad que puede contribuir para que otros emprendedores no se queden en el camino, no debe convertirse en una burocracia.

En este orden de ideas se colocan de manifiesto dos posturas que enmarcan realidades de los emprendimientos. Una desde los entes gubernamentales, tendiente hacia la concepción de que cuando se emprende, así sea con enfoque social, debe asumirse como un negocio, desde el mercado; si se asume solo como filosofía filantrópica es posible que no sea sostenible. Otra, desde las aceleradoras e incubadoras, quienes presentan una propensión a sacrificar ideas de emprendedores para optar por negocios promisorios, casi facturando, como condición de apoyo, justificado por los riesgos de fracaso y el tiempo invertido. En este mismo sentido, podrían generarse muchas otras reflexiones sobre los desafíos del desarrollo de un ecosistema emprendedor.


CONSIDERACIONES FINALES


Se advierte que aunque el emprendimiento persigue un fin relacionado con el tema de desarrollo endógeno a partir del desarrollo empresarial efectivo; en algunas ciudades pequeñas se ha tomado como el cordón umbilical de subsistencia, por tanto, allí se da todo tipo de prioridades para que la efectividad del sistema sume, de manera sinérgica, más con la integración de sus partes para verse realmente como un ecosistema dinámico. Por otra parte, esa misma visión es la que permite que se apoye de manera decidida desde los dominios principales de los cuales se desprenden otros actores, como pueden mencionarse el ámbito gubernamental, la educación, el capital humano, la cultura, financiación, emprendedores, servicios de formación, contactos y redes de apoyo a estos.

Mientras que en otros países solo se toma como un eje de desarrollo que puede ser o no tan efectivo, se encuentran casos en que existen entes y programas de apoyo dispuestos a la comunidad en general, como en el caso colombiano, otros donde el Gobierno parte de lecciones aprendidas y la lanza como política de Estado, como el caso de República Dominicana; otros que se esfuerzan por destacar su desarrollo bajo la comprensión de la filosofía del emprendimiento como en la mayoría de países centroamericanos, especialmente El Salvador, Nicaragua y Honduras, algunos en procesos iniciales; otros con alta experiencia en el ramo como Argentina, o algunos países que destacan la satisfacción de bajo emprendimiento por sus altas tasas de ocupación laboral.

En ese orden de ideas, también vale destacar que de acuerdo a la intención de emprendimiento, se van gestando sus etapas, cada una de ellas debe desarrollarse con la metodología idónea, bien sea desde un plan de negocio, canvas (modelo de negocio que presenta la lógica de cómo una organización crea, entrega, captura valor), start up, lean start up (rápida valoración de aceptación del producto), u otra; lo importante es saber que existen muchos modelos, metodologías, programas y experiencias cuya funcionalidad depende de lo que se persiga en el momento dado del estudio. Esta es una variable importante, sin embargo, considerablemente esencial será la pasión del emprendedor por hacer realidad y ver crecer su idea, negocio o empresa.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


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Congreso de la República de Colombia. (2006). Ley 1014 de 2006 de Fomento a la Cultura del Emprendimiento. Colombia.

FOMIN (2011). Guía de Emprendimientos Dinámicos. Documento en línea. Disponible en: https://es.scribd.com/doc/36375389/MIF-FOMIN-Guia-de-Emprendimientos-Dinamicos Consulta: 13/06/2014.

Isenberg, D. (2010). How to start an entrepreneurial revolution. Harvard Business Review. Volumen 88, número 6, (Pp 1-12).

Kantis, H. (2014). 4to. Seminario Taller para Profesionales del Ecosistema Emprendedor de América Latina. República Dominicana. PRODEM.

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