María Carolina Araujo
Instituto Universitario de Tecnología del Estado Trujillo – Venezuela
Martín Leal Guerra
Universidad Rafael Belloso Chacín – Venezuela
La investigación tuvo como propósito determinar la relación entre la Inteligencia Emocional y el Desempeño Laboral del Nivel Directivo, en las Instituciones de Educación Superior Públicas del estado Trujillo, el estudio se encuentra sustentado teóricamente por Goleman (1995, 1996, 2000), Chiavenato (2002), Robbins (2004) y Benavides (2002). Se realiza dentro del paradigma positivista, tipo descriptivo, cuantitativo correlacional, observacional, diseño no experimental transeccional correlacional – causal. La población es finita, se restringe a los individuos con responsabilidad gerencial y jerarquía de supervisores. Se diseñaron dos instrumentos, tipo escala Likert. Se demostró la existencia de una relación alta y positiva entre las variables estudiadas.
Palabras clave: Inteligencia Emocional, Desempeño Laboral, Competencias.
The intention of this research was to determine the relation between Emotional Intelligence and the Labour Performance at the Directive Level in the Public Superior Institutions from the Trujillo state. It was sustained theoretically in the expositions of Goleman (1995, 1996, 2000), Chiavenato (2002), Robbins (2004) and Benavides (2002). The investigation was of the positivist paradigm. The applied methods were: descriptive, quantitative – correlation, observational. The design was transeccional not experimental causal – correlation. The approach to finite population, the sample restricts to the individuals with managerial responsibilities and hierarchy of supervisors. Two instruments with Likert scale. The existence of a high and positive relation between the studied variables was demonstrated.
Key words: Emotional intelligence, Labour Performance, Competence.
A nivel mundial, las organizaciones confrontan permanentemente la necesidad
de mejorar su desempeño laboral para fortalecer la competitividad y sostenerse de
manera óptima en el mercado. En la sociedad actual, caracterizada por los
continuos cambios de paradigmas y el desarrollo acelerado de la tecnología, las
empresas y sus individuos se ven impulsados a desarrollar procesos gerenciales
que generan mecanismos de adaptación o innovación tecnológica para propiciar un
mejoramiento continuo de la calidad y desempeño de sus colaboradores.
Como respuesta a estos cambios ha surgido en las organizaciones la necesidad
de responder a las exigencias competitivas del entorno, haciéndose necesario que
se privilegien algunas áreas específicas del trabajo tales como, el énfasis en los
aspectos relacionados con el servicio al cliente, el enfoque de trabajo en equipo, el
desarrollo de la creatividad, la importancia del liderazgo, entre otros.
Aparece entonces el interés por otro tipo de capacidades, cualidades,
habilidades o aptitudes que van a marcar la diferencia entre un individuo con un alto
desempeño y los individuos con desempeños promedio o inferiores. Comienza a
darse importancia a las características individuales relacionadas con la creatividad,
la lógica, la flexibilidad y la capacidad de comprensión de las situaciones laborales,
incluyendo en ellas al si mismo y los otros, entendiendo que todo sujeto posee
determinantes afectivos, emocionales y sociales, que van más allá de la posesión
de una alta capacidad lógica, un excelente razonamiento y un gran cúmulo de
informaciones y conocimientos, es decir, se reconoce la importancia de la
Inteligencia Emocional.
Las Instituciones de Educación Superior Públicas del estado Trujillo, no escapan
de los planteamientos anteriores y atendiendo estas consideraciones la presente
investigación persiguió como propósito fundamental, determinar la relación entre la
Inteligencia Emocional y el Desempeño Laboral del nivel directivo de las
Instituciones de Educación Superior Públicas del estado Trujillo, con la finalidad de
diseñar lineamientos para el desarrollo de un óptimo Desempeño Laboral basado en
competencias emocionales.
La humanidad se encuentra inmersa en un proceso acelerado de cambios que
se manifiestan en todos los ámbitos del acontecer político, social, científico y
cultural, el contexto donde se desenvuelven las empresas sin duda ha cambiado, la
globalización plantea escenarios distintos a los acostumbrados entornos. Venezuela
no escapa de ese proceso de cambios ni a los retos surgidos de ellos, es en este
sentido como la educación superior venezolana esta siendo llamada a ajustarse y
responder a las exigencias de los tiempos, en los que las nacientes oportunidades
van acompañadas de nuevos desafíos.
Las Instituciones de Educación Superior han tratado de satisfacer los objetivos
que se plantean en cuanto a la investigación relacionada con el humanismo y a la
voluntad de desarrollo social, sin dejar de responder a las exigencias empresariales.
Al respecto, Goleman (1999, p. 22), plantea, cada vez son más las empresas para
las que alentar este tipo de habilidades es un componente vital para la filosofía de
gerencia, actualmente no se compite sólo con productos, sino con la eficiente
administración del capital humano.
Es importante tener presente que poseer una adecuada Inteligencia Emocional
es indispensable y primordial, considerándola como la base para el desarrollo e
implementación de comportamientos eficaces, los cuales influyen de manera
positiva en los resultados de la organización. Es frecuente observar personas que
poseen un alto cociente intelectual y no desempeñan adecuadamente su trabajo y
quienes tienen un CI moderado, o más bajo, lo hagan considerablemente mejor o,
incluso, llegan a ser triunfadores en su vida laboral y personal.
En el caso específico de las Instituciones de Educación Superior Públicas del
estado Trujillo, se observa que el Desempeño Laboral, se centra en identificar las
necesidades de capacitación y desarrollo, señalar las habilidades y destrezas del
empleado midiendo si son adecuadas o inadecuadas y se proyecta la posibilidad de
otorgar ascensos, transferencias o suspensiones. Sin embargo, no se toma en
consideración al empleado como un ente integral conformado por diferentes
sentimientos y emociones, y se introducen cambios buscando la efectividad
institucional, sin una evaluación que tome en consideración la variable emocional, la
cual es el ente motivador de toda actividad desarrollada en la institución.
Por otra parte, se observa como las personas que laboran diariamente en las
Instituciones de Educación Superior Públicas del estado Trujillo, constantemente
manifiestan incomodidad por los cambios realizados internamente en la
organización, acompañados estos sentimientos de baja productividad, ausentismo
laboral, problemas interpersonales y huelgas, entre otros. Las personas se
consideran carentes de adaptabilidad y se ven gobernadas por el miedo, el
nerviosismo y una profunda incomodidad personal ante el cambio, aunado a esto, el
nivel directivo no se adapta fácilmente a la tendencia de delegar la responsabilidad y
la toma de decisiones; así como también para brindar una comunicación
organizacional efectiva.
Es en este sentido cobra importancia el hecho de la aparición de emociones las
cuales pudiesen repercutir de manera negativa en el Desempeño Laboral, por lo que
es importante considerar la capacidad de reconocer los sentimientos en sí mismo y
en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros, esta afirmación es
definida por Goleman, (1995), como Inteligencia Emocional.
Este autor plantea que, las condiciones intelectuales no son la única garantía del
éxito en el ámbito profesional del trabajo, sino tan sólo un factor, el cual unido a las
necesidades emocionales cubiertas del personal como equipo, desarrollará el desempeño y los resultados de toda acción gerencial, motivándola emocionalmente
a ser cada día más productiva. Grove, (citado por Goleman, 1999, p. 128), afirma, la
supervivencia de una empresa en el valle de la muerte depende de una sola cosa, la
reacción emocional de la gerencia.
Debe considerarse que las personas se apegan emocionalmente a casi todos
los elementos de la vida laboral y esto dificulta los cambios para un Desempeño
Laboral óptimo en todos los trabajos, en todas las especialidades, la aptitud
emocional es a veces más importante que las facultades netamente cognitivas, por
ende es necesario que la gerencia considere la Inteligencia Emocional.
La gerencia en educación superior debe hacerse participativa y trabajar en
función de la búsqueda de un Desempeño Laboral novedoso que logre el desarrollo
de todas las potencialidades de los colaboradores para poder actuar y cumplir su
papel acorde con las necesidades del entorno. Se debe desarrollar un proceso de
gestión participativa donde el gerente y su personal tomen la responsabilidad de dar
respuestas acordes a las exigencias del momento cumpliendo con sus funciones
primordiales entre las cuales se encuentra las acciones de planificación, necesarias
para cada escenario.
Determinar la relación entre la Inteligencia Emocional y el Desempeño Laboral del nivel directivo de las Instituciones de Educación Superior Públicas del estado Trujillo.
Analizar el manejo de las emociones del nivel directivo de las Instituciones de
Educación Superior Públicas del estado Trujillo.
Analizar el Desempeño Laboral del nivel directivo en las Instituciones de
Educación Superior Públicas del estado Trujillo.
Establecer el tipo de asociación que se genera entre la Inteligencia Emocional y
Desempeño Laboral del nivel directivo de las Instituciones de Educación Superior
Públicas del estado Trujillo.
Contrastar las aptitudes de la Inteligencia Emocional presentes en el
Desempeño Laboral del nivel directivo en las Instituciones de Educación Superior
Públicas del estado Trujillo.
Generar estrategias gerenciales que permitan el manejo de las emociones
orientadas al desarrollo del Desempeño Laboral del nivel directivo de las
Instituciones de Educación Superior Públicas del estado Trujillo.
Tomando en consideración diferentes autores tales como: Salovey y Mayer
(1990), Goleman (1995, 1996, 2000), Bittel y Newtrons (1999), Gíl Adi (2000);
Benavides (2002), Chiavenato (2002), Cooper y Sawaf (2004) y Robbins (2004), se
realiza un análisis detallado, crítico y sistemático de las variables, indicadores y
subindicadores, con la finalidad de obtener una visión general de la problemática,
sirviendo de soporte para confrontar y analizar los resultados, establecer las
conclusiones, así como las respectivas recomendaciones, que conforman un
conjunto de aportes a los estudiosos del área gerencial y educativa.
Son muchos los investigadores que han prestado importancia al estudio de la
Inteligencia Emocional, en tal sentido, existen numerosas definiciones, para Mayer y
Salovey (1993, p. 433), es “un tipo de inteligencia social que incluye la habilidad de
supervisar y entender las emociones propias y la de los demás, discriminar entre
ellas y usar la información para guiar el pensamiento y las acciones de uno”.
Por su parte, Goleman (1995), define Inteligencia Emocional como la capacidad
para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos
al trabajar con otros, plantea que es “un sentimiento que afecta a los propios
pensamientos, estados psicológicos, estados biológicos y voluntad de acción”
(1995, p. 30). Simons y Simons (1997, p. 26), plantean que la Inteligencia Emocional
fue relacionada en un principio con el carácter y al plantear la sinonimia entre ambos
términos los consideraban términos equivalentes.
Posteriormente, define la Inteligencia Emocional como “la capacidad de
reconocer los sentimientos propios y ajenos, de poder auto-motivarse para mejorar
positivamente las emociones internas y las relaciones con los demás”. Al respecto
Carrión (2001), sostiene que la Inteligencia Emocional considera el dominio
emocional, la motivación, perseverancia, disciplina y comprensión hacia los otros.
De igual manera, plantea que la persona emocionalmente inteligente es conciente
de sí misma, vive el aquí y el ahora, no permitiendo que alguna emoción destruya o
altere su equilibrio.
De igual manera, Weisinger (2001, citado por Nava, 2006), la define como la
capacidad para captar las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado
positivo. Es importante aclarar que este talento se puede aprender y cultivar en las
organizaciones, y es tarea de cualquier persona, determinar si posee dichas
aptitudes. La Inteligencia Emocional puede incrementarse con el paso del tiempo, la experiencia y la madurez que la persona vaya adquiriendo a lo largo de la vida, le
servirá para examinar y orientar sus emociones al producirse situaciones parecidas.
Cooper y Sawaf (2004), definen la Inteligencia Emocional como la capacidad de
sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las emociones, como
fuente de energía humana, información, conexión, e influencia. Abarca un
paradigma de elementos los cuales se conjugan, la inteligencia además de ser una
capacidad cerebral es un conjunto de funciones a través del cual se hace producir
un nivel exitoso.
El estudio de los sentimientos y las emociones ha tomado mediante el modelo
de la Inteligencia Emocional gran importancia en el área organizacional. Inicialmente
la respuesta fue, la existencia de algunos individuos con un coeficiente de
inteligencia superior al de los demás. Hoy se sabe el nuevo concepto que da
respuesta a éste y otras interrogantes es la Inteligencia Emocional, una destreza la
cual permite conocer y manejar los propios sentimientos, interpretar o enfrentar los
sentimientos de los demás, sentir satisfacción y ser eficaces en la vida, a la vez de
crear hábitos mentales desfavorecedores de la propia productividad y Desempeño
Laboral.
Desde entonces los sentimientos y emociones fueron ganando importancia por
su implicación en todos los ámbitos de la vida, originándose así diferentes modelos
o teorías o de inteligencia emocional:
Para Goleman (1999), la Inteligencia Emocional está fundamentada en cinco (5)
aptitudes básicas, divididas en personales y sociales, entendiendo por aptitud una
característica de la personalidad o conjunto de hábitos que llevan a un desempeño
superior o más efectivo. Estas cinco aptitudes son: Auto-conocimiento,
Autorregulación, Motivación, Empatía, Habilidades Sociales. Divididas las tres
primeras en aptitudes personales y las dos últimas en aptitudes sociales.
Entendiéndose por aptitudes personales aquellas que determinan el dominio de uno
mismo y por aptitudes sociales las que determinan el manejo de las relaciones con
otras personas y con la sociedad en general.
Con la finalidad de profundizar en el concepto de Inteligencia Emocional, se
describen las Aptitudes Personales:
Auto-conocimiento: saber qué se siente en cada momento y utilizar esas
preferencias para orientar la toma de decisiones. Dentro del auto-conocimiento se
encuentran tres (3) subaptitudes: conciencia emocional, auto-evaluación precisa y
confianza en uno mismo.
Autorregulación: manejar las emociones de modo que faciliten las tareas entre
manos, en vez de estorbarla. Dentro de la autorregulación existen cinco (5)
subaptitudes: autocontrol, confiabilidad, escrupulosidad, adaptabilidad e innovación.
Motivación: utilizar las preferencias más profundas para orientarse y avanzar
hacia los objetivos. Dentro de la motivación existen cuatro (4) subaptitudes: afán de
triunfo, compromiso, iniciativa y optimismo.
De igual manera, las Aptitudes Sociales las cuales determinan el modo de
relacionarse con los demás y se dividen en aptitudes generales y subaptitudes:
Empatía: percibir lo que sienten los demás, ser capaces de ver las cosas desde
su perspectiva. Goleman (1996), plantea cinco (5) subaptitudes: comprender a los
demás, ayudar a los demás a desarrollarse, orientación hacia el servicio, aprovechar
la diversidad y conciencia política.
Habilidades sociales: manejar bien las emociones en una relación e interpretar
adecuadamente las situaciones y las redes sociales. Dentro de las habilidades
sociales existen ocho (8) subaptitudes: influencia, comunicación, manejo de
conflictos, liderazgo, catalizador de cambio, establecer vínculos, colaboración y
cooperación, habilidades de equipo.
Es importante acotar que, la anterior teorización, presentada por Goleman, fue
cambiando y evolucionando, sobre la base de nuevas investigaciones realizadas, se
actualizó el modelo a sólo cuatro (4) componentes o dominios (conciencia de sí
mismo, autogestión, conciencia social, y gestión de las relaciones) en donde se
encuentran distribuidas dieciocho competencias, las cuales tienen contenidas las
veinticinco competencias iniciales.
La motivación fue incluida como parte de la competencia de autogestión, se
agruparon varias competencias, como por ejemplo, el aprovechamiento de la
diversidad se integró a la empatía, se renombraron algunas competencias, este es
el caso, de la sinceridad convertida en transparencia, y el liderazgo el cual ahora es
identificado como liderazgo inspirado. Otros cambios son la eliminación de la
competencia de confiabilidad, por otra parte, se incluyó la habilidad de la
comunicación en la competencia de influencia.
Gil’Adí (2000), crea su teoría a partir de las ideas de Gardner basándose en las
inteligencias múltiples y los trabajos de Senge y otros (2000). Abarca en primer
lugar, el enfoque en el mismo individuo y la adquisición de independencia
(interpersonal–intrapersonal), y en segundo lugar, en el enfoque del individuo en la
interacción social y en el manejo de conflictos a fin de que toda la persona pueda
llenar su necesidad de validación e interdependencia. Explica la maestría personal, modelos mentales, aprendizaje en equipo, visión compartida y pensamiento
sistémico.
Destaca, las mismas posiciones de Goleman y Cooper en cuanto a la
insuficiencia que presenta el coeficiente intelectual en el éxito del individuo,
planteando a la autoconciencia como el pilar fundamental de la autoestima.
Cooper y Sawaf (2004), exponen el Modelo de los Cuatro Pilares de la Inteligencia Emocional, en donde extraen la inteligencia del campo del análisis psicológico y las teorías filosóficas colocándolo en el terreno del conocimiento directo su estudio y la aplicación, son muy importantes para el desarrollo integral del individuo en todo su proyecto de vida.
Primer Pilar. Conocimiento Emocional. Crea un espacio de eficiencia
personal y confianza, mediante honestidad emocional, energía, retroinformación,
intuición, responsabilidad y conexión. Elementos presentes: honestidad emocional,
energía emocional, retroalimentación emocional e intuición práctica.
Segundo Pilar. Aptitud Emocional. Este pilar forma la autenticidad del
individuo, su credibilidad y flexibilidad, ampliando su círculo de confianza y
capacidad de escuchar, manejar conflictos y sacar el mejor descontento
constructivo. Elementos presentes: presencia auténtica, radio de confianza,
descontento constructivo, elasticidad y renovación.
Tercer Pilar. Profundidad Emocional. En este pilar se exploran maneras de
conformar la vida y trabajo con un potencial único respaldándose con integridad, y
aumentando su influencia sin autoridad. Elementos presentes: potencial único y
propósito, compromiso, responsabilidad y conciencia, integridad e influencia.
Cuarto Pilar. Alquimia Emocional. Implica aprender a reconocer y dirigir las
frecuencias emocionales o resonancias para producir una transformación.
Elementos: flujo intuitivo, desplazamiento reflexivo en el tiempo, percepción de la
oportunidad, creando futuro.
Se puede afirmar que el primer pilar contribuye el conocimiento emocional
creando un espacio interior de gran confianza. El segundo pilar contribuye a la
aptitud emocional creando un fuerte sentido de inspiración. El tercer pilar
profundidad emocional, forma el carácter y genera creatividad y el cuarto pilar,
alquimia emocional, amplía la capacidad para encontrar soluciones, innovar para
crear futuro.
Debe considerarse que el Desempeño Laboral describe el grado en que los
gerentes o coordinadores de una organización logran sus funciones, tomando en
cuenta los requerimientos del puesto ocupado, con base a los resultados alcanzados.
D’Vicente (1997, citado por Bohórquez 2004), define el Desempeño Laboral como el
nivel de ejecución alcanzado por el trabajador en el logro de las metas dentro de la
organización en un tiempo determinado. En tal sentido, este desempeño está
conformado por actividades tangibles, observables y medibles, y otras que se pueden
deducir.
Chiavenato (2002, p. 236), expone que el desempeño es “eficacia del personal
que trabaja dentro de las organizaciones, la cual es necesaria para la organización,
funcionando el individuo con una gran labor y satisfacción laboral”. En tal sentido, el
desempeño de las personas es la combinación de su comportamiento con sus
resultados, por lo cual se deberá modificar primero lo que se haga a fin de poder
medir y observar la acción. El desempeño define el rendimiento laboral, es decir, la
capacidad de una persona para producir, hacer, elaborar, acabar y generar trabajo
en menos tiempo, con menor esfuerzo y mejor calidad, estando dirigido a la
evaluación la cual dará como resultado su desenvolvimiento.
Druker (2002, p. 75), al analizar las concepciones sobre el Desempeño Laboral,
plantea se deben fijar nuevas definiciones de éste término, formulando innovadoras
mediciones, y será preciso definir el desempeño en términos no financieros.
Robbins (2004, p. 564), plantea la importancia de la fijación de metas, activándose
de esta manera el comportamiento y mejora del desempeño. Este mismo autor
expone que el desempeño global es mejor cuando se fijan metas difíciles, caso
contrario ocurre cuando las metas son fáciles. En las definiciones presentadas
anteriormente, se evidencia que las mismas coinciden en el logro de metas concretas
de una empresa, siendo imprescindible para ello la capacidad presente en los
integrantes de ésta, logrando así resultados satisfactorios en cada uno de los
objetivos propuestos.
En el área organizacional se ha estudiado lo relacionado al Desempeño Laboral,
infiriéndose que el mismo depende de múltiples factores, elementos, habilidades, características o competencias correspondientes a los conocimientos, habilidades y
capacidades que se espera una persona aplique y demuestre al desarrollar su trabajo.
Davis y Newtrons (2000), conceptualizan las siguientes capacidades, adaptabilidad,
comunicación, iniciativa, conocimientos, trabajo en equipo, estándares de trabajo,
desarrollo de talentos, potencia el diseño del trabajo, maximizar el desempeño.
Al respecto, Chiavenato (2000, p. 367), expone que el desempeño de las
personas se evalúa mediante factores previamente definidos y valorados, los cuales
se presentan a continuación: Factores actitudinales: disciplina, actitud cooperativa,
iniciativa, responsabilidad, habilidad de seguridad, discreción, presentación
personal, interés, creatividad, capacidad de realización y Factores operativos:
conocimiento del trabajo, calidad, cantidad, exactitud, trabajo en equipo, liderazgo.
Benavides (2002, p. 72), al definir desempeño lo relaciona con competencias,
afirmando que en la medida en que el trabajador mejore sus competencias mejorará
su desempeño. Para esta autora, las competencias son “comportamientos y
destrezas visibles que la persona aporta en un empleo para cumplir con sus
responsabilidades de manera eficaz y satisfactoria. Igualmente, expone que los
estudios organizacionales se proyectan alrededor de tres tipos de competencias
fundamentales, las cuales implican discriminarse y usarse de conformidad con los
objetivos de la organización; estas competencias son: competencias genéricas,
competencias laborales y competencias básicas.
Robbins (2004), afirma que otra manera de considerar y evaluar lo hecho por los
gerentes es atender a las habilidades y competencias requeridas para alcanzar las
metas trazadas. Este mismo autor cita a Katz, quien identifica tres habilidades
administrativas esenciales: técnicas, humanas y conceptuales.
Se realizó dentro de los parámetros del paradigma cuantitativo; es un estudio
descriptivo, en sus primeras fases, y finalmente correlacional, posee características
de investigación de campo, diseño no experimental transversal. Se aplicaron dos
instrumentos, escala tipo Likert, para la validez de los mismos se obtuvo a través de
la opinión de los jueces expertos, para la estimación del poder discriminatorio de los
ítems se aplicó la prueba t de Student. La estimación de la confiabilidad es para el
Instrumento de Inteligencia Emocional un rtt. = 0.983 Muy alta, y para el
Instrumentos Desempeño Laboral un rtt. 0.985 Muy alta.
Para la correlación ente las variables de estudio, se utilizó el coeficiente
estadístico de Pearson, arrojando una puntuación de 0.995, indicando una
correlación positiva muy fuerte entre las variables de estudio.
La población está conformada por todas las Instituciones de Educación Superior
Públicas del estado Trujillo, los sujetos entrevistados se encuentran ubicados en el
nivel directivo y nivel medio de su respectiva organización.
El enfoque con el cual se diseñaron los lineamientos para optimizar la relación
entre Inteligencia Emocional y el Desempeño Laboral del nivel directivo de las
Instituciones de educación Superior Públicas del estado Trujillo, es el sistémico, en
donde se interrelacionan todos los elementos internos y externos de la organización.
Las variables se abordan en conjunto, sin embargo por fines de presentación de la
información, serán desarrollados por separado.
Las competencias (genéricas, laborales, básicas) las cuales conforman el
Desempeño Laboral según lo planteado por Benavides (2004), están inmersas
dentro del individuo y la organización, presentando un contacto directo con la
Inteligencia Emocional, ésta a su vez influye en el individuo y por consiguiente en el
desarrollo de dichas competencias. En tal sentido se deben desarrollar los
siguientes lineamientos:
A nivel individual, elaborar perfiles de Inteligencia Emocional, los cuales puedan
identificar las fortalezas y debilidades de los individuos a nivel emocional. De igual
forma, debe considerarse, dentro de una organización la coexistencia de individuos
con distintos niveles de inteligencia emocional, en tal sentido, se hace necesario
detectar los de mayor cociente emocional para que sirvan de modelo y al mismo
tiempo capacitarlos para ocupar posiciones de dirección, es una política que garantiza
en el corto plazo, importantes mejoras en el Desempeño Laboral de sus empleados.
Facilitar un clima de confianza y apertura para elevar el nivel de conciencia y
auto-conocimiento de cada empleado e incrementar su motivación. Una herramienta
eficaz para lograrlo son los talleres de Inteligencia Emocional donde se
desarrollarán entrenamientos en competencias y alfabetización emocional, a través
de una metodología vivencial y participativa, creando un espacio de reflexión y de
conocimiento de las áreas que cada participante deberá trabajar en sí mismo y en
grupo para alcanzar sus objetivos y los de la institución, dentro del marco de las
necesidades de la organización.
Debe promoverse en los individuos la implementación de estrategias que hagan
posible evitar el involucramiento emocional excesivo. Todo esto es positivo
considerando que se logrará un cambio de conducta y hábitos de forma consistente,
donde tanto la organización como los colaboradores se sentirán satisfechos con el
proyecto de mejora asumido.
Los directivos deberán realizar un diagnóstico de la situación actual de las
instituciones y de su entorno, definiendo los planes de acción y explicitando las
actividades que se deben realizar a corto y mediano plazo para el cumplimiento de
los objetivos organizacionales.
Establecer mecanismos efectivos de comunicación corporativa que permitan
estrechar las relaciones entre el nivel directivo y el resto de la organización, con el
fin de permitir mediante el modelaje la modificación de las actitudes
correspondientes con los niveles de Inteligencia Emocional.
Deben establecerse políticas tendentes a mantener e incrementar los niveles de
inteligencia emocional en los directivos, reajustando las infracciones o los hechos no
correspondientes con el comportamiento esperado.
(1) El nivel directivo de las Instituciones de Educación superior del estado
Trujillo posee una idea realista de sus propias habilidades y una sólida confianza
basada en ellos mismos, son capaces de saber qué se siente en cada momento y
utilizar esas preferencias para orientar la toma de decisiones. No obstante, la
opinión del nivel medio expone que el nivel directivo no poseen, predican y aplican
de forma muy efectiva el autoconocimiento ya que desconocen cuales son sus
habilidades.
(2) El nivel directivo maneja las emociones de modo que facilite las tareas
programadas, son cuidadosos y demoran la gratificación en pos de los objetivos, de
igual forma manejan adecuadamente las emociones y los impulsos perjudiciales.
(3) El nivel medio considera que la adaptabilidad del nivel directivo se
caracteriza en algunos casos por no ser flexible para el manejo de los cambios, y
con dificultad para superar los obstáculos y que poseen una motivación baja,
caracterizada por presentar dificultades al momento de tomar iniciativa y no
adaptarse a los contratiempos.
(4) Los directivos son personas poco conocedoras de lo que sienten los demás,
son poco atentos presentan dificultad para cultivar la amistad entre ellos mismos y
los demás.
(5) Los resultados obtenidos en las subdimensiones aptitud personal y aptitud
social, no evidencian diferencias significativas en tal sentido la dimensión manejo de
emociones, caracteriza al nivel directivo, como personas que desarrollan un
adecuado manejo emocional.
(6) La inteligencia emocional del nivel directivo se ubica en niveles muy altos, lo
cual permite que estas personas reconozcan las emociones propias y la de los
demás, se esfuerzan diariamente por adquirir un mayor grado de excelencia
personal y profesional.
(7) Las competencias genéricas, laborales y básicas, las cuales conforman el
desempeño laboral, se encontraron ubicadas en niveles altos con baja dispersión.
(8) Existe una alta relación entre la Inteligencia Emocional y Desempeño
Laboral, cuánto más complejo es el trabajo, más necesaria es la inteligencia
emocional.
(9) Al contrastar las aptitudes de la Inteligencia Emocional, presentes en el
Desempeño Laboral de los directivos de las instituciones de Educación superior
Públicas del estado Trujillo se observa que las mismas se encuentran presentes en
las competencias genéricas, laborales y básicas. De igual manera se determinó que
el liderazgo es el indicador que mayor número de coincidencias presenta.
(1) Analizar con el nivel directivo de las Instituciones de Educación Superior
Publicas del estado Trujillo, los resultados de la investigación e iniciar un proceso de
alfabetización emocional.
(2) Implementar los lineamientos propuestos con la finalidad de fomentar,
mejorar y mantener los niveles de excelencia y altos niveles de Inteligencia
Emocional y Desempeño Laboral.
(3) Desarrollar acciones dirigidas al manejo positivo de situaciones de
incertidumbre o fracaso, a efectos de obtener un mayor nivel de rendimiento en el
nivel directivo, el cual causará un efecto cascada en sus subordinados, los cuales
aprenderán a manejar óptimamente sus emociones y obtener una percepción de la
institución en correspondencia con los estándares requeridos de efectividad.
(4) Impartir conocimientos básicos de inteligencia emocional, salud mental, y
control de estrés, asertividad y empatía, entre otros, con la finalidad de desarrollar
cambios a nivel psicológicos y conductuales.
(5) Hacer uso de las emociones y sentimientos identificados, no permitiendo
de esta manera que algún factor de la Inteligencia Emocional, que no se encuentre
adecuadamente desarrollado, le afecte el resto de las emociones o sentimientos.
(6) Desarrollar talleres de Inteligencia emocional y Desempeño Laboral e
implementar en los mismos ejercicios prácticos de escucharse a si mismo y de
escucha activa, formación de atención a los sentimientos propios y de los demás,
haciendo énfasis en el desarrollo de aptitudes emocionales, con uso racional de
ellas y aprendiendo a manejarlas en función del bienestar individual y colectivo.
(7) Los directivos de las Instituciones de Educación Superior Públicas del
estado Trujillo, deben servir como ente multiplicador y accionador de la Inteligencia
Emocional en el contexto donde tienen influencia.
(8) El nivel directivo de las Instituciones de Educación Superior Públicas del
estado Trujillo, debe funcionar como ente mediador, a través de sus emociones, entre los factores que delimitan su percepción de la organización, a efectos de
manejarlos en armonía, considerando la opinión de los integrantes de la
organización, utilizando para ello una efectiva comunicación.
(9) Facilitar al nivel medio de las Instituciones de Educación Superior Públicas
del estado Trujillo, factores de satisfacción laboral que les permita definir altos
estándares de motivación, lo cual les orientará a desarrollar una percepción
individual objetiva sobre su relación con la institución.
(10) Validar con futuras investigaciones, la efectividad y pertinencia de los
lineamientos planteados en la presente investigación, reforzando el basamento
teórico conceptual.
(11) Desarrollar el estudio en los otros niveles gerenciales de las Instituciones
de Educación Superior Publicas del estado Trujillo, con la finalidad de crear modelos
para el desarrollo de la inteligencia emocional y el desempeño laboral.
(12) Establecer mecanismos dirigidos a promover el desarrollo e incremento del
auto-conocimiento en todos los miembros de las Instituciones de Educación
Superior Públicas del estado Trujillo, por cuanto está estrechamente relacionada
con el desarrollo de competencias genéricas, laborales y básicas y por ende del
desempeño laboral.
(14) Continuar desarrollando investigaciones dirigidas a conocer las diferentes
variables personales, familiares y organizacionales que puedan estar relacionadas
con el desempeño laboral. De esta manera al diseñar programas de desarrollo
personal las mismas formarán parte de la estrategia a seguir.
(15) Utilizar los resultados de la investigación como fuente de consulta para
otros investigadores interesados en el estudio de la inteligencia emocional y su
relación con el desempeño laboral.
ARIAS, F. (2004). El Proyecto de Investigación. Cuarta Edición. Caracas: Editorial
Episteme.
BAVARESCO, A. (2001). Proceso Metodológico de Investigación. Cómo hacer
un diseño de investigación. Cuarta Edición. Venezuela: Editorial de la
Universidad del Zulia.
BENAVIDES, O. (2002). Competencias y Competitividad. Diseño para
Organizaciones Latinoamericanas. Bogotá: Editorial McGraw – Hill.
CARRIÓN, S. (2001). Inteligencia Emocional con PNL. Guía práctica para
conseguir: Salud, Inteligencia, y bienestar Emocional. Editorial EDAF, S.A.
Madrid, España.
CHIAVENATO, I. (1999). Administración del Recurso Humano. Quinta Edición.
Bogotá: Editorial McGraw – Hill.
CHIAVENATO, I. (2002). Gestión del Talento Humano. Primera Edición. México:
Editorial McGraw – Hill.
COOPER, R. y SAWAF, A. (2004). La Inteligencia emocional aplicada al
Liderazgo y a las Organizaciones. Bogotá: Editorial Norma.
CORTESE, A. (2004). Liderazgo: La inteligencia emocional en la Empresa
[Página web en línea]. Disponible: http://www.canalwork.com [Consulta: 2006,
junio 15].
CORTESE, A. (2004). Liderazgo: Qué es la Inteligencia Emocional [Página web
en línea. Disponible: http://www.canalwork.com [Consulta: 2006, mayo 21].
DAVENPORT, T. (2006). Capital Humano. Creando Ventajas Competitivas a
través de las Personas. España: Ediciones DEUSTO.
DAVIS, K. y NEWTRONS, J. (2000). Comportamiento Humano en el Trabajo.
Décima Edición. México: Edición McGraw – Hill.
DRUCKER, P. (2002). Los Desafíos de la Gerencia del Siglo XXI. Bogotá: Grupo
Editorial Norma.
GÍL´ADÍ, D. (2000). Inteligencia Emocional en la Práctica. España: Editorial
McGraw – Hill.
GOLEMAN, D. (1995). Inteligencia Emocional. Estados Unidos: Editorial Bantam
Books.
GOLEMAN, D. (1998). La Inteligencia Emocional en la Empresa. España:
Editorial Planeta.
GOLEMAN, D. (1999). ¿Qué hace un líder?. Estados Unidos Harvard Busines
Review.
GOLEMAN, D. (2000). La práctica de la Inteligencia Emocional. Editorial Kairos.
GOLEMAN, D. (2003). Emociones destructivas. Cómo comprenderlas y
dominarlas. Colombia: Editorial Vergara.
GOLEMAN, D. (2006). Inteligencia Social. La nueva ciencia de las relaciones
humanas. Editorial Kairos.
GOLEMAN, D.; Boyatzis, R. y McKee, A. (2004). El Líder Resonante crea más. El
Poder de la Inteligencia Emocional. Caracas: Editorial Melvin C.A.
GOLEMAN, D.; Cherniss, C. (2005). Inteligencia Emocional. Cómo seleccionar y
mejorar la Inteligencia Emocional en individuos, grupos y organizaciones.
Editorial Kairos.
HERNÁNDEZ, R.; FERNÁNDEZ, C. y BAPTISTA, P. (2003). Metodología de la
Investigación. México: Editorial McGraw – Hill Interamerica.
NAVA, A. (2006). Inteligencia Emocional y su influencia en el Clima
Organizacional en los niveles gerenciales medios de las PYMES. Tesis
doctoral no publicada (Doctorado en Ciencias Gerenciales). Universidad Rafael
Belloso Chacín, Maracaibo.
PELEKAIS, C., FINOL, M., NEUMAN, N. y PARADA, J. (2005). EL ABC de la
investigación. Una aproximación teórico – práctica. Ediciones Astro Data.
Maracaibo.
ROBBINS, S. (1999). Comportamiento Organizacional. México: Pretince Hall.
ROBBINS, S. (2000). Administración. Décima Edición. México: Pretince Hall.
ROBBINS, S. (2004). Comportamiento Organizacional. Décima Edición. México:
Pretince Hall.
SALOVEY, J y MAYER, D (1990). Inteligencia Emocional. México: Editorial
McGraw – Hill.
SENGE, P; KLEINER, A; ROBERT, Ch ; ROOS, R ; ROHT G y SMITH, B. (2000).
La Danza del Cambio. Los retos de sostener el impulso en organizaciones
abiertas al aprendizaje. Bogota, Colombia: Editorial Norma.