Naya De Vita Montiel
Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo
bettymargarita@gmail.com
El propósito del presente artículo es discutir acerca de la importancia de las tecnologías de información y comunicación para las organizaciones del siglo XXI, con la finalidad de obtener competitividad a largo plazo. La metodología utilizada ha sido de carácter documental, realizándose una revisión bibliográfica y un análisis de la información, basada en la relevancia que ofrecen estas tecnologías al sistema organizacional para afianzar el sostenimiento en el mercado con base a las bondades ofrecidas por ellas. En tal sentido se concluyó que las TIC, brindan reducción de costos, mejoran la rapidez en la comunicación, establecen interactividad entre las partes involucradas y proporcionan un valor agregado a la organización.
Palabras clave: Tecnologías de Información y Comunicación, Organizaciones del
Siglo XXI, Competitividad.
The main goal of this article is to discuss about the relevance of communication and information technologies for the enterprises of XXI Century, in order to get competitivity in the long term. The methodology used has been documental, through a bibliographical study and an information analysis, based on the importance offered by theses technologies to the organizational system to guarantee the maintenance of the market based on the opportunities offered by them. In this sense, it was concluded that the communication and them. In this sense, it was concluded that the communication and information technologies (TIC), give costs reduction, improve communication speed, establish a relationship among the parts involved, and provide value to the organization.
Key words: Communication and Information Technologies, Enterprises of the XXI Century, Competivity.
En la actualidad existen numerosos cambios en los mercados, competencias,
organizaciones, tecnologías, sociedades y culturas, entre otros, razón por la cual se
considera poco pertinente seguir maniobrando bajo el mismo enfoque tradicional.
Para lograr ser competitivo dentro de este entorno tan cargado de dinamismo y turbulencia, es indispensable buscar la competitividad, las ventajas competitivas y
por ende un desarrollo económico a largo plazo, así como también desarrollar
capacidad para producir, circular y utilizar correctamente la información, la
comunicación y el conocimiento, por cuanto ellos constituyen la materia prima de
esta nueva sociedad.
Desde tal perspectiva Mujica (2000), considera que el avance tecnológico de la
informática, la computación, y las telecomunicaciones, incorporaron en las
organizaciones un enfoque diferente al habitual para acceder al conocimiento,
flexibilidad, interactividad, economía, rapidez, independencia, comunicación y
desarrollo.
Es un novedoso prototipo impulsado por la plataforma tecnológica, como lo
refieren Negroponte (1996) y Gates (1997), se trata de la integración de las redes de
teléfonos, televisión, cable, radio, computación e Internet, las cuales logran la
circulación de toda la información y comunicación, fundamental para satisfacer las
necesidades de las organizaciones y garantizarles un futuro sustentable.
Las TIC, según Gil (2002), constituyen un conjunto de aplicaciones, sistemas,
herramientas, técnicas y metodologías asociadas a la digitalización de señales
analógicas, sonidos, textos e imágenes, manejables en tiempo real. Por su parte,
Ochoa y Cordero (2002), establecen que son un conjunto de procesos y productos
derivados de las nuevas herramientas (hardware y software), soportes y canales de
comunicación, relacionados con el almacenamiento, procesamiento y la transmisión
digitalizada de la información.
Asimismo, Thompson y Strickland, (2004) definen las tecnologías de información
y comunicación, como aquellos dispositivos, herramientas, equipos y componentes
electrónicos, capaces de manipular información que soportan el desarrollo y
crecimiento económico de cualquier organización. Cabe destacar que en ambientes
tan complejos como los que deben enfrentar hoy en día las organizaciones, sólo
aquellos que utilicen todos los medios a su alcance, y aprendan a aprovechar las
oportunidades del mercado visualizando siempre las amenazas, podrán lograr el
objetivo de ser exitosas.
La tecnología se ha convertido en un factor dominante tanto de las
organizaciones como en la vida personal. Según Koontz y Weihrich (1998), es la
suma total de conocimientos sobre la forma de hacer las cosas, incluyendo inventos,
técnicas y el vasto acervo de conocimientos organizados; mientras Gaynor (1999),
establece su denominación, en función de un conjunto de medios creados por
personas para facilitar el esfuerzo humano. Valdes (2000), la define como un
método o procedimiento para efectuar algo.
Todos esos puntos de vista efectuados por diversos autores, coinciden que la
tecnología, es un conjunto de nociones o ideas orientadas al desarrollo de un sector,
el cual incluye para su desenvolvimiento el uso de procedimientos, herramientas,
instrucciones y conocimientos científicos, que auxilian el perfeccionamiento para la
satisfacción de las necesidades del consumidor.
Cabe destacar que la gerencia de las organizaciones del futuro deben
administrar de manera enérgica el insumo tecnológico, de la misma forma Cuesta
(1998), plantea, que no se pueden adoptar todos los nuevos avances tecnológicos,
sin antes considerar los posibles efectos colaterales que se producirán en el entorno
político, económico, social, educativo, cultural y ambiental, así como también en los
diferentes niveles geográficos; local, nacional e internacional.
La innovación tecnológica aparece como una condición esencial para la
expansión de la sociedad, de forma que el desarrollo de Know – how y el cambio
tecnológico vienen a ser impulsores del crecimiento sostenido Gaynor (1999). Ello
es en parte resultado del carácter cada vez más interdisciplinado de los avances
tecnológicos, como derivación de la fusión y afinidad entre las áreas tecnológicas
atractivas ofrecidas por los medios de comunicación e información, los cuales se
han convertido en la era de la información y el conocimiento, en el ápice central de
toda organización que avizora el éxito. La rentabilidad y la competitividad a largo
plazo.
El cambio tecnológico, sostiene Porter (2000), que no es importante por si
mismo, pero es fundamental si afecta la ventaja competitiva y la estructura del
sector donde opera. No todo cambio relacionado con este enfoque es
estratégicamente benéfico, puede empeorar en muchas ocasiones la posición
competitiva de la organización y lo atractivo de la fracción involucrada, lo que sin
duda amerita una planificación, organización, dirección y control de la gestión
tecnológica, con el firme propósito de evaluar la inclusión e impacto de las
tecnologías en el marco empresarial.
En definitiva las tecnologías han hecho parte importante en la vida de todo ser
humano. Castells (1998), sostiene que las tecnologías dominantes de una sociedad
producen consecuencias sociales que determinan la vida de las personas, por
cuanto las innovaciones tecnológicas obligan a los seres humanos a adoptar una
nueva forma de vida con valores nuevos. Esto implica que sean modificadas o
eliminadas muchas capacidades humanas, pero se extienden otras, gracias a esto
se puede observar como se han movido las tecnologías en el tiempo y su influencia
sobre la sociedad en una especie de relación simbiótica.
La búsqueda constante del hombre por satisfacer cada día más sus
necesidades de comunicación, ha sido impulso para lograr la instauración en el
mundo de instrumentos cada día más poderosos y veloces en el proceso
comunicativo. Sólo basta una retrospectiva según Pablos (2001), para definir como
el ser humano ha logrado evolucionar sus formas de integración y diálogo pasando
por la invención del alfabeto y el papel, hasta los actuales satélites y telecomunicaciones, y donde prácticamente todos han sido posibles gracias a la
tecnología, quien a su vez ha sido el instrumento cuyo adelanto ha determinado el
avance de la humanidad.
La concepción moderna de las tecnologías de información y comunicación
afirma Gil (2002), comprende aplicaciones, sistemas, herramientas, técnicas y
metodologías asociadas a la digitalización de señales analógicas, sonidos, textos e
imágenes, manejables en tiempo real. Asimismo se relaciona con equipos de
computación, software, telecomunicaciones, redes y bases de datos, lo que permite
destacar que la evolución del proceso humano de recibir información y comunicarse,
está estrechamente relacionada con la evolución tecnológica, pues trae consigo
transformaciones a nivel comercial, educativo, cultural, social y económico, por su
carácter global, accesible y universal.
Atendiendo a estas consideraciones, Murelaga (2001), sostiene, que las
tecnologías de información y comunicación representan un aporte significativo en
los procesos de producción, educación, gestión y gerencia dentro de las
organizaciones.
Por ello, las empresas son organismos inteligentes, y como todo organismo que
busca sobrevivir, éstas deben ser generadoras, almacenadoras y transformadoras
de los conocimientos, que le permitan enfrentar y modificar su entorno, ya sea para
adaptarse a él, o de ser posible para hacerle frente en su beneficio.
En la era moderna de la gerencia, las tecnologías de comunicación, servían para
almacenar centralizadamente la información. Rojas, et al. (1999). En la actualidad,
bajo la visión posmoderna de las nuevas tecnologías mencionadas, se puede
afirmar que constituyen uno de los pilares fundamentales para transformar la
información en conocimiento, de tal forma que se puede mejorar el proceso en la
toma de decisiones organizativas, obteniendo así ventajas competitivas
sustentables, en un mercado tan cambiante y voraz como el existente en el siglo
XXI.
Las tecnologías de información y comunicación, han sido el catalizador de las
transformaciones en los procesos socioeconómicos y han permitido la presencia de
la sociedad de red. Castells (2000). De igual forma, gracias al desarrollo de estas
tecnologías, el mundo volverá a ser el mismo, donde el movimiento y la acción se
han multiplicado en forma exponencial, generando múltiples dimensiones, que dan
sustento a un universo cuya vida social tiene el epicentro en la información.
Ante esta realidad, Galindo (2002), afirma, que el futuro será más colectivo de lo
imaginado, y ante tal posibilidad, sólo habrá prosperidad si se es capaz de
desarrollar la más grande aventura humana, la conexión global basada en la
configuración del universo de la comunicación.
Las características distintivas de las TIC son la inmaterialidad, interactividad,
instantaneidad e innovación, para Ochoa y Cordero (2002), estos elevados parámetros de calidad de imagen y sonido, influyen sobre los procesos más que los
productos, así como la interconexión y la diversidad, conllevando a los gerentes en
las organizaciones a desarrollar competencias en el manejo, crecimiento y
explotación de las ventajas que éstas proveen.
La inmaterialidad es una característica básica de las TIC, y se puede entender
desde una doble perspectiva, su materia es la información y la posibilidad que
algunas de ellas tienen para construir mensajes sin referentes. Los autores refieren
que las TIC generan y procesan información, como en el caso de la utilización de la
informática, facilitan el acceso a grandes masas en períodos cortos, poseen códigos
lingüísticos diferentes, así como también transmiten información a destinos lejanos
con costos menores en tiempo real.
La interactividad también constituye una característica significativa que la
diferencia de otros medios de comunicación, Joyanes (1997), sostiene que la
mayoría convierte al usuario en un mero receptor de mensajes elaborados por otros,
no permitiéndole la interferencia con el mensaje diseñado y teniendo que ser
observado y analizado en la secuencia prevista por el autor.
Considera, que las tecnologías de información y comunicación, contribuyen con
el usuario, no sólo a elaborar mensajes, sino que además, puede decidir la
secuencia de información por seguir, establecer el ritmo, cantidad y profundización
de la información que desea, y elegir el tipo de código con el cual quiere entablar
relaciones de información. Todo ello, dentro de márgenes que pueden ir desde la
libertad absoluta, hasta límites prefijados por el diseñador del programa.
Una de las demandas de la cultura occidental, sin entrar en su valoración, es
recibir la información en las mejores condiciones técnicas posibles y en el menor
tiempo permitido, preferentemente en tiempo real. Montaner (2001). Estas
demandas pueden alcanzarse con las nuevas tecnologías, ya que permiten la
instantaneidad de la información, rompiendo las barreras temporales y espaciales
de naciones y culturas, como lo hace la comunicación satelital. En principio,
cualquier tecnología tiene como objetivo el mejoramiento, cambio y superación
cualitativa y cuantitativa de la tecnología anterior, y por ende, de las funciones que
ésta realizaba.
Otra de las características distintivas según Ochoa y Cordero (2002), son los
parámetros que poseen en calidad técnica de imágenes y sonidos. No sólo se trata
de utilizar información más rápida y transportarla a lugares lejanos, sino también
que la calidad y confiabilidad de la información sea elevada. Estas potencialidades
son posibles gracias a la digitalización de la información, se refiera ella a una
imagen fija, en movimiento, a sonidos, o datos. La digitalización según Cuesta
(1998), consiste en transformar la información codificada analógicamente, en
códigos numéricos que permitan la manipulación y la distribución más fácilmente.
El paradigma de las nuevas tecnologías son las redes informáticas. Los
computadores aislados ofrecen gran cantidad de posibilidades, pero conectados en redes, incrementan su funcionalidad en varias órdenes de magnitud. En relación a
la conformación de redes Montaner (2001), señala que los computadores no sólo
sirven para procesar información almacenada en soportes físicos en cualquier
formato digital, sino también como herramientas para acceder a información,
recursos y servicios prestados por computadoras remotos, como sistemas de
difusión de la misma, y como medio de comunicación interactiva entre los seres
humanos.
Por su parte, Pablos (2006), refiere que Internet es la red de redes, y que no es
un medio de información en el sentido de masas, sino un medio de comunicación,
en el concepto de vía de comunicación, una red que lleva a los usuarios desde sus
monitores de estudio o trabajo, hasta los bancos de datos abiertos, y a la espera de
la visita de los cibernautas.
Aunque las nuevas tecnologías se presenten como independientes, Ochoa y
Cordero (2002), citan que tienen altas posibilidades de interconexiones, es decir, de
formar una nueva red de comunicación, de manera que se refuercen mutuamente, y
que eso lleve a un impacto mayor que las tecnologías de información y
comunicación utilizadas individualmente.
Igualmente, las TIC se relacionan con una mayor preocupación por los procesos
más que por los productos. Esto se refiere no sólo a los resultados que se pueden
alcanzar, sino fundamentalmente a los procesos que se pueden seguir para llegar a
ellos, procesos que no determinan únicamente cualidades diferentes en los
productos, sino productos diferenciados, teniendo como consecuencia, el desarrollo
de habilidades especificas en los sujetos.
Todo ello es confirmado por Montaner (2001), cuando establece que las
Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) dentro de las organizaciones,
afectan de manera directa más a los procesos que a los resultados, donde los
procesos harán que el producto final tenga una calidad diferente, lo que implica un
desarrollo de la habilidades específicas de los individuos involucrados en ellas.
Asimismo, las TIC pueden incrementar la capacidad de la gestión empresarial,
pues hacen posible alcanzar nuevos niveles de eficacia. Por otro lado, el uso
correcto de la información como materia prima esencial en las organizaciones del
futuro promete ventajas competitivas, al permitir sobresalir de la competencia `para
ser líder en el mercado donde opera.
Por último, la característica de diversidad según el autor, puede entenderse
desde una doble posición, primeramente, tiene un lugar donde se encuentran
tecnologías unitarias, y en segunda instancia, existe una diversidad de funciones
que estas tecnologías pueden desempeñar, desde las que transiten información
exclusivamente, como los videodiscos, hasta aquellas que permiten la interacción
entre los usuarios como la videoconferencia.
El avance tecno – científico ha hecho posible que las Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC), hayan penetrado en todos los órdenes de la vida
social, Pineda (2004), considera que la velocidad de los cambios ocurridos a
mediados de la década de los noventa, ha obligado incluso a que se reformulen los
conceptos utilizados para caracterizar a este tipo de sociedad, no como una
sociedad de la información, sino como una sociedad de la comunicación y el
conocimiento.
Asimismo, Abdallath et al. (2004), sostienen que las nuevas tecnologías de
información y comunicación, designan a la vez un conjunto de innovaciones
tecnológicas, pero también las herramientas que permiten una redefinición radical
del funcionamiento de la sociedad. La puesta en práctica de las TIC, afecta a
numerosos ámbitos de las ciencias humanas como la Sociología, la Teoría de las
Organizaciones o la Gestión.
Los autores afirman que la expansión de las tecnologías de información y
comunicación, basadas en la microelectrónica, la robótica y las redes de
comunicaciones, se está produciendo a gran escala en todos los ámbitos
socioeconómicos y de las actividades humanas, configurando la nombrada
Sociedad de la Información o Sociedad del Conocimiento.
La búsqueda del hombre por mejorar su forma de vida, es lo que ha empujado la
emergencia constante de actuales e innovadoras tecnologías, donde la transmisión,
almacenamiento y transferencia de información, se desarrolla en cantidades infinitas
desde cualquier rincón del universo, con el firme propósito de lograr en el
consumidor de ellas entornos más cómodos, flexibles, exigentes, innovadores,
predecibles y agradables, facilitando la simplificación de los procesos involucrados.
Es la capacidad de gestión de las tecnologías de información y comunicación
(TIC), lo que proporciona una ventaja competitiva, y no tanto las capacidades
técnicas o la infraestructura. Es fundamental el análisis de los factores afectados
por la implementación de un nuevo producto tecnológico, para saber cual ha de ser
la estrategia que debe adoptar la organización frente al cambio.
La tecnología por si sola no beneficia a la organización, es necesario que ésta
se incorpore a las actividades cotidianas mediante la formación de los empleados.
Asimismo, la tecnología aislada, no cambia los procesos de producción o
comercialización, si no está respaldada de planes de negocios que controlen y
definan los objetivos de su uso. Para extraer de las TIC todo su potencial, su
implantación y desarrollo, éstas han de contemplarse en el contexto de una
estrategia tecnológica sostenible en el tiempo.
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