Eized Huerta *
Universidad José Gregorio Hernández
Juan Carlos De Bourg **
Universidad Rafael Belloso Chacín
El estudio del pensamiento estratégico es una base fundamental para la gerencia organizacional, ya que desde su óptica, la visión del entorno, las causas, las consecuencias y lo planteamientos a futuro se presentan desde la búsqueda de soluciones integrales a futuro. El objetivo fundamental de este artículo es analizar el pensamiento estratégico como el entramado epistémico en Gerencia de Salud Pública. Presentado a la estrategia como un andamiaje que permite llevar a la organización a estadios más elevados. El estudio se plantea desde una metodología documental descriptiva, para ofrecer planteamientos teóricos que contribuyan a la acción gerencial de la salud, desde una perspectiva epistemológica. Dentro de las principales concusiones se encuentra que la concepción estratégica debe mirar hacia el futuro y a su vez estar pendiente de lo ocurre en el presente, pero es frecuente observar que el gerente de salud se concentra en los problemas de hoy intentando comprender el contexto actual dirigiendo las energías de la organización al momento presente dejando de lado los del mañana. Se hallo que la gerencia de salud presenta el reto de seguirse superando a sí misma en el tiempo, además de establecer mejores prácticas porque de ella dependen vidas humanas y el bienestar de la sociedad en general. El pensamiento estratégico, por su parte, se constituye como una herramienta gerencial que se inserta en cada una de los pasos de las organizaciones para lograr mejores resultados.
Palabras clave: Pensamiento estratégico, estrategia, gerencia de salud.
The study of the strategic thought is a fundamental base for the management organizational, since from its optics, the vision of the environment, the reasons, the consequences and approaches to future appear from the search of integral solutions to future. The fundamental aim of this article is to analyze the strategic thought as the epistemic studding in Management of Public Health. The study appears from a documentary descriptive methodology, to offer theoretical approaches that they contribute to the managerial action of the health, from an epistemic perspective. Inside the principal concussions one thinks that the strategic conception must look at the future and in turn be hanging of it it happens in the present, but it is frequent to observe that the manager of health centers in the today problems trying to understand the current context directing the energies of the organization the present moment leaving of side those of the tomorrow. In the same way the management of health presents the challenge of continuing excelling itself to yes same in the time, besides establishing better practices since it is not possible to allow failing because on it there depend human lives and the well-being of the society in general. The strategic thought, for its part, is constituted as a managerial tool that is inserted in each one of the steps of the organizations to achieve better results.
Key words: Strategic thought, strategy, management of health.
La búsqueda de logros en las organizaciones ha sido el motivo fundamental de
su continuidad de esfuerzos en procura de la misión organizacional, la distintiva
forma de ese logro puede ser tomada como estrategia. Las empresas han decidido
su rumbo desde la óptica de la continuidad y del uso de sus energías y recursos
hacia la consolidación de metas que permitan construir la estructura que pueda
sostener el curso de los logros, vicisitudes, giros de timón, influencias externas y
otras situaciones que hacen real en el tiempo y el espacio el éxito de las empresas.
El objetivo fundamental de este artículo es analizar el pensamiento estratégico
como el entramado epistémico en Gerencia de Salud Pública. Presentado a la
estrategia como un andamiaje que permite llevar a la organización a estadios más
elevados, los autores integran al texto la idea de la salud como principio de vida de
los seres humanos en la sociedad desde la inserción del pensamiento estratégico
en las organizaciones de salud.
En este orden de ideas el pensamiento estratégico permite definir un rumbo
tomando en cuenta los factores internos y externos a la organización desde una
posición real pero elevada a los niveles más altos de las ideas, dentro de la
búsqueda de verdades profundas, manejando los recursos, la gente, lo material, las
esperazas, es materia de dirección empresarial que considera todos los factores
para lograr sus objetivos. La estrategia hecha pensamiento se manifiesta en planes
ejecutables y posibles que no solo se enraízan en la organización sino en sus
entornos para perdurar, manifestar esto en el entorno de las organizaciones de
salud constituye un reto social y un deber de los gerentes en este campo.
El pensamiento de la planeación estratégica, aparece caracterizada como un
análisis racional de las oportunidades del entorno, los elementos sólidos y débiles de la organización y de la selección de un compromiso estratégico que satisfará los
objetivos de la empresa (Ansoff, Declereck y Hayes, 1976 en Puerta 2007)
Al estudiar los fundamentos filosóficos de la estrategia como concepto hay que
destacar su vinculación con el proceso de toma de decisiones que involucra a todos
los niveles posibles de conocimiento, en la persecución de un determinado objetivo
(Méndez y Suárez, 2007).
Se trata de identificar una visión acorde con los valores que ilustran cómo operar
en un determinado momento; es en el nivel de la gran estrategia donde los valores
tienen mucha importancia: conocer las virtudes (fortalezas), defectos (debilidades),
oportunidades y amenazas, conduce a la superación de las situaciones críticas en
cada momento y, por ende, a la consolidación de un pensamiento verdaderamente
estratégico.
Del mismo modo, El pensamiento estratégico también evidencia su proceso de
influencia en el campo de las doctrinas administrativas y estilos de gestión gerencial
cuando se observa como ha sido el desarrollo de éstas, sus épocas y sus
incidencias, se nota claramente que cada una en su contexto y en su concepción
fue útil y necesaria para ese momento, lo que indica que el pensamiento es
dinámico y no es un manual, ni un modelo subyacente derivado de un proceso
experimental sino más bien de un momento coyuntural dado que no responde a
formulas ni se rige por modelos paramétricos, es cuestión de visión y de
oportunidad.
La búsqueda del entendimiento entre el entrono de la organización y síntesis
dialéctica entre la realidad y lo planeado se constituye en pensamiento estratégico
organizacional. Desde el establecimiento de políticas de acción, del cómo se harán
las cosas para alcanzar los objetivos y la respuesta de la realidad ante el
movimiento de organización en el entrono, hasta el retorno, en forma de respuestas
para atinar a mejores rumbos, constituye el panorama estratégico que ha de
entenderse como el plan de la empresa.
En relación con esto, Guedez (2001), explica que, en relación a que “en materia
social y gerencial los radicalismos no tienen cabida” En este sentido, ninguna de
estas dos posiciones por si solas tendrían la verdad absoluta, ya que no hay
situaciones totalmente negras o totalmente blancas, las actitudes que mejor se
sintonizan con la realidad contemporánea son aquellas que encarnan flexibilidad y
pluralismo.
Entender la estrategia requiere de una visión cosmogónica de la realidad, desde
patrones integrales en búsqueda de una versión real de lo planteado sobre el papel,
es decir, el gran plan hecho realidad en una orquestación de ideas acciones.
La estrategia según Mintzberg (1997), es el patrón o el plan que integran las principales metas o políticas de una organización y la vez establece la secuencia
coherente de las acciones a realizar. Una estrategia adecuadamente formulada
ayuda a poner orden y asignar con base tantos en sus atributos como en sus
deficiencias internas los recursos de una organización con el fin de lograr una
situación viable y original así como anticipar los posibles cambios en el entorno y las
acciones imprevistas de los oponentes inteligentes.
Para Porter citado por Thompson y Strickland, (2004) la estrategia significa ser
diferente. Tomar la elección deliberada de desempeñar las actividades de una
manera distinta o llevar a cabo actividades diferentes de las de los rivales, con el fin
de proporcionar una mezcla única de valores. Desempeñar actividades de manera
diferente a como lo hacen nuestros rivales. Para los autores, en el caso de la salud
la diferencia que marcaría la diferencia estaría reflejada en hacer más con menos,
manejando los recursos para entablar patrones sinérgicos que conduzcan a una
mejor atención y calidad de servicio y creación de ventajas competitivas.
Al respecto Hamel y Prahalad citado por Thompson y Strickland, (2004) la
esencia de la estrategia radica en crear las ventajas competitivas del mañana con
mayor rapidez de la que los competidores imitan el día de hoy.
Consiste no solamente en crear ventajas competitivas si no en ser más veloces
que nuestros competidores, sean capaces per se de crear las mismas ventajas
competitivas que nosotros. Adelantarse a las necesidades del mercado.
Ansoff (1965) Es el lazo común entre las actividades de la organización y las
relaciones producto mercado tal que definan la esencial naturaleza de los negocios
en que está la organización y los negocios que la organización planea para el futuro.
Con la intención de despejar el acceso a este vasto campo de estudio, es
imperioso revisar el concepto de estrategia y en tal sentido Puerta-Vicent (2004)
afirma que “existen tantos enfoques como autores, lo cual intrinca
extraordinariamente la transmisión de conocimientos y el intercambio de ideas, entre
otros porque circunscribe el que no haya un lenguaje común, elemento propio e
inicial para el análisis desde la perspectiva gnoseológica, ontológica y axiológica”.
De igual manera Rico (2005) sostiene que el concepto de estrategia ha sido
objeto de múltiples interpretaciones, de modo que no existe una única definición. No
obstante, es posible identificar cinco concepciones alternativas que si bien compiten,
tienen la importancia de complementarse: plan, táctica, pauta, posición y
perspectiva. La estrategia consiste, no en elegir una posición, sino en arraigar
compromisos en las formas de actuar o responder; es un concepto abstracto que
representa para la organización lo que la personalidad para el individuo.
Tal definición representa las formas de abordaje del plan ya puesto en ejecución,
ya se trata de un compromiso. En este sentido los autores.
Para muchos entendidos en el tema, la estrategia es un plan, un curso de acción
conscientemente determinado, una guía para abordar una situación específica. De
acuerdo con esta definición, la estrategia tiene dos características esenciales: se
elabora antes de las acciones en las que se aplicará y se desarrolla de manera
consciente y con un propósito determinado. Para los autores la gerencia de salud
pública obedece a un objetivo estrategioc de Estado pero basado en las demandas
sociales de la población en materia de salud, al mismo tiempo que, dentro de uso
adecuado del presupuesto, ofrecer atención tomando en cuenta las prioridades que
condicione el entorno.
Así entonces, en la milicia, la estrategia implica trazar el plan de guerra, dirigir
las campañas individuales y, decidir acerca de los compromisos individuales. En la
teoría del juego, la estrategia es un plan completo, que especifica las elecciones que
se harán en cada situación posible y en la administración, la estrategia es un plan
unificado, comprensible e integral diseñado para asegurar que los objetivos básicos
de la empresa sean alcanzados
Pauta de acción, una estrategia también puede ser una “maniobra” para ganar la
partida al contrincante o competidor, que para el tema de este artículo el
contrincante estaría reflejado en las estadísticas hospitalarias y en la calidad del
servicio atacando las enfermedades y atendiendo a las poblaciones que quedando
desatendidas por el sistema son atacadas con la presencia de la acción oportuna de
las acciones que ejecuten las organizaciones en su entorno en la medida de la
cobertura de las necesidades de la población y en consonancia con los recursos
disponibles para llevar a cabo el abordaje de la realidad, tal movimiento sería
considerado como una maniobra o pauta de acción.
Si bien las estrategias pueden ser intencionales (ya sea como planes generales o maniobras específicas), por supuesto también pueden elaborarse. En otras palabras, no es suficiente definir la estrategia como plan. Se requiere también una definición que abarque el comportamiento que se desea que se produzca. Por tal motivo, se propone una tercera definición: la estrategia es un modelo, específicamente, un patrón en un flujo de acciones. En otras palabras, de acuerdo a esta definición, la estrategia es consistencia en el comportamiento, sea o no intencional.
La cuarta definición establece que la estrategia es una posición, en particular, un
medio para ubicar una organización en lo que los teóricos de la organización suelen
llamar un “medio ambiente”. De acuerdo a esta definición, la estrategia viene a ser la fuerza mediadora, o “acoplamiento” según Hofer y Schendel en Mintzberg (1997),
entre organización y medio ambiente, o sea, entre el contexto interno y el externo.
En términos ecológicos, la estrategia representa un “nicho”; en términos
económicos, un lugar que genera “rentas”, esto es, ingresos un lugar “único” en
términos de administración formales, un “dominio” del producto de mercado, o sea,
el lugar en el medio ambiente donde se concentran los recursos.
Nótese que esta definición de estrategia puede ser compatible con cualquiera de
las anteriores (o con todas); se puede aspirar, incluso, a una posición mediante un
plan o una pauta de acción, como también puede ser preseleccionada y lograda o
ambas, o tal vez descubierta, a través de un patrón de comportamiento.
En términos militares o de la teoría de juegos, Hofer y Schendel en Mintzberg
(1997), la estrategia en general se aplica dentro del contexto llamado “juego de dos
personas”, mejor conocido en el ámbito de los negocios como competencia abierta
(donde las pautas de acción son muy comunes). La definición de estrategia como
posición, no obstante, permite en sí ampliar el concepto a lo que se conoce como
juegos para personas. En otras palabras, una posición puede definirse en función de
un solo contrincante, o también ser considerada en el contexto de varios
contrincantes, o en relación con los mercados de un producto o respecto a un medio
ambiente determinado. Por igual, la estrategia como posición puede ampliarse más
allá de la competencia, bien sea económica o de otra índole.
Mientras la cuarta definición de la estrategia mira hacia afuera, buscando ubicar
a la organización en un entorno externo y en posiciones concretas, la quinta mira
hacia el interior de la organización, mejor dicho, hacia el interior de las cabezas del
estratega colectivo, pero con una visión más amplia. Aquí, la estrategia es una
perspectiva, su contenido implica no sólo la selección de una posición, sino una
manera de percibir el mundo. Existen organizaciones que favorecen la
mercadotecnia y construyen toda una ideología alrededor de ella (una de ellas es la
IBM); otra la Hewlett-Packard que ha desarrollado el modelo HP, sustentado en su
cultura de ingeniería, en tanto Mc Donald's se ha hecho famosa con base en su
énfasis en la calidad, el servicio y la limpieza, en el caso de la gerencia de salud
pública se construiría la ideología desde la idea de la atención a los pacientes, la
prevención e indicadores que permitan medir la acción estratégica de la salud
pública.
Una tarea del pensador estratégico se sustenta en la ardua tarea de mirar hacia
delante pero también estar pendiente del desarrollo de los acontecimientos que se
desenvuelven el entorno, sin embargo es frecuente observar que la mayoría de los
esfuerzos de la gerencia de hoy se centran en la cotidianidad de los problemas de hoy, solamente intentando comprender el mercado actual lo que amontona la mayor
cantidad de energías de la organización.
Las organizaciones más destacadas centran sus acciones en torno a los
pronósticos, dado el grado de predectibilidad, notándose que al observar el futuro de
manera gradual, a la par, va descendiendo el grado de esa misma predectibilidad
aumentado así la incertidumbre mientras más lejos se observe.
Una de las interrogantes del gerente de salud pública se puede referir al
comportamiento a futuro de las variables que inciden en la salud de la población, por
ello el grado de incertidumbre es amplio y los planes deben contemplar análisis
multivariables desde las diversas perspectivas que la realidad requiera.
Así pues, para Hamel, (1997) el problema principal del análisis del entorno
empresarial radica en manejar la complejidad, dando de esta manera muchos
elementos a considerar, en vista de que el mundo es bastante grande y con espacio
para la interpretación siendo aún más amplias las múltiples perspectivas de los
eventos que en él se observan.
Por otra parte, Handy (1997) intenta dar sentido a todo un enorme sin sentido,
dado a que el conjunto pareces ser caótico, en tanto que el caos no es caótico. El
caos explica que existe una estructura subyacente en todos los eventos con razones
para que se produzcan situaciones, en tanque que no puede observarse el futuro
como una continuación del pasado.
Es por ello que lo que la certidumbre y la incertidumbre significan con respecto al
futuro refuerzan la necesidad de pensar estratégicamente con el fin de ordenar
coherentemente la dirección futura de la coordinación de mentes creativas dentro de
una perspectiva común. La rapidez de los cambios y los altos niveles de
incertidumbre hacen más difícil que las empresas realicen pronósticos, en
consecuencia muchas de ellas abandonan el rigor analítico al tomar decisiones
estratégicas, mientras que otras ocultan la incertidumbre.
La base del problema se relacione con el hecho de que la dirección estratégica
ocurre dentro de un contexto de incertidumbre sobre el futuro. Es la incertidumbre la
que hace surgir la pregunta si es posible hacer cualquier cosa útil y de ser así, qué y
cómo. La necesidad de pensar estratégicamente se hace más evidente en tiempos
de cambio acelerado, cuando el tiempo de reacción de la organización se torna
crucial para la sobrevivencia y el crecimiento.
Demarcar las instancias de acción estratégica requiere de un proceso de diseño
del plan el cual, Thompson y Strickland (2004, pp. 6-7) definen que el proceso de
creación de la estrategia y su implementación consta de cinco tareas administrativas
correlacionadas, las cuales llevadas al ámbito de la salud pública se presentan
desde el desarrollo de una visión estratégica de el negocio, en primera instancia, que en este caso se traslada a la atención en salud, estableciendo objetivos de
servicio para poder fijar el rumbo de la organización y la cobertura de las
necesidades de los usuarios como segundo paso estratégico. El tercer paso en el
proceso de salud pública desde todos sus ambientes, tanto el interno hospitalario y
administrativo de las organizaciones de salud, como el del entorno externo con el fin
de que la estrategia diseñada corresponda con el logro de los objetivos.
Así pues la puesta en marcha de la estrategia resulta en la ejecución de las
prácticas de salud desde la mirada estratégica de los gerentes, la acción de la
organización, poniendo a prueba al plan en su mera expresión dentro de la realidad,
sometiéndolo a los rigores de la dinámica social siempre cambiante. Finalmente se
evalúa el desempeño de la organización en el marco lógico de los problemas en los
que ha sido ejecutada la planificación.
Estas etapas del proceso (ver Figura 1) coinciden fundamentalmente con los
pasos principales enumerados por Hill y Jones (2005, p.10), diferenciándose que
estos últimos no incluyen el paso de control como lo indican Thompson y Strickland.
Figura 1: Proceso de Administración Estratégica
Fuente: Thompson y Strickland (2004, p.7)
De las cinco tareas mencionadas anteriormente, las tres primeras se agrupan en
lo que los autores han llamado la formulación de la estrategia. Las otras dos tareas
constituyen la implementación de la estrategia, lo que generalmente implica diseño
de estructuras organizacionales y sistemas de control adecuados para llevar a cabo
la estrategia que se ha seleccionado para la organización.
Thompson y Strickland (2004) diferencian entre el diseño de una estrategia y su
ejecución. Una estrategia potencialmente brillante no logra su reconocimiento si no
se dispone de los medios organizacionales para llevarla a cabo en una forma eficaz.
En la práctica una buena estrategia no es útil si es implementada débilmente y
ineficientemente. En el otro sentido una ejecución competente de una estrategia
mediocre no será recompensada por esfuerzo de la administración para implementarla. En resumen ambos elementos deben ser llevados a cabo a plena
satisfacción. Una buena estrategia y su adecuada ejecución son señales confiables
de una buena administración, aunque esto no garantiza el éxito de la empresa y lo
saltos y bajos que ésta puede atravesar debido la influencia de factores externos
inesperados.
Una visión estratégica es un mapa del de la empresa que proporciona detalles
específicos sobre los mercados de productos que perseguirá, el enfoque hacia los
clientes, el ámbito geográfico de acción y la tecnología que utilizará para satisfacer
las necesidades de esos clientes.
La diferencia conceptual entre la visión estratégica y la misión de una empresa
estriba en que la primera describe la esfera futura de acción (“hacia donde se va”,
que clase de empresa se está tratando de desarrollar) y la segunda señala su esfera
actual de acción (“quienes son y que hacen” ). Aunque ambas son importantes, la
visión estratégica adquiere mayor relevancia a la hora de determinar la dirección y
crear las estrategias, debido a que la administración debe ver más allá del presente
para pronosticar los cambios en los clientes, competidores e impactos de los
factores externos e internos. Debe ser proactiva y tomar cursos de acción con
antelación.
La finalidad de los objetivos es traducir los lineamientos de la visión estratégica y
la misión en cursos de acción concretos e indicadores de desempeño específicos de
los resultados que se desean obtener. Desde el punto de vista global de la empresa,
esta requiere de índices de desempeño financiero y de desempeño estratégico. El
desempeño financiero está relacionado con la salud operativa de la empresa en el
corto plazo. Sin embargo esta no garantiza la viabilidad en el largo plazo, la cual que
está relacionada con el desempeño estratégico, vale decir con su competitividad y
una sólida posición en el mercado. (Ver Tabla 1)
Tabla 1
Objetivos Financieros | Objetivos Estratégicos |
---|---|
• Aumento de Utilidades • Rendimiento Aceptable sobre la Inversión o valor económico Agregado (VEA). • Crecimiento de Dividendos • Incremento en el precio de la acciones o de Valor Agregado de Mercado (VMA). • Buen flujo de efectivo y Crédito comercial |
• Incremento adicional en la participación del mercado. • Adelantarse a los competidores claves con respecto a la calidad del producto, servicio al cliente o innovación. • Incrementar la imagen de la empresa. • Ejercer el liderazgo tecnológico. • Lograr una ventaja competitiva sustentable. • Lograr oportunidades de crecimiento atractivas. |
Fuente: (Thompson.y Strickland, 2004, pp.9-10)
La planificación estratégica es un proceso constante que no finaliza. Una vez que una estrategia ha sido puesta en práctica, debe monitorearse y evaluarse para determinar el grado con el cual apoya las metas y objetivos estratégicos y su contribución a la creación de ventajas competitivas. El resultado de esta evaluación constituye el insumo para los niveles superiores de la corporación e información de partida a través de la retroalimentación para el siguiente ciclo de planificación y continuar con la implementación de la estrategia.
La Salud no es un concepto abstracto. Es un bien de las personas, es un
derecho a la que tienen el camino moral y legal expedito para gozar de sus
beneficios, según lo estipulado en las Cartas Magnas de la casi mayoría de países.
El bienestar social no se puede concebir si quienes la constituyen no gozan de los
beneficios de la salud: pueblo enfermo no alcanzará el progreso.
Para Otero (2003) el problema fundamental es que la Salud no se logra de
manera simple y menos de manera espontánea. Hay que trabajar para alcanzarla.
Para ello se debe gerenciar los servicios y el producto que se obtenga de ésta, será
una buena acción de Gestión.
Para obtener estos resultados se deberá unir dos conceptos fundamentales: la
calidad "técnico-profesional" y otra calidad de los servicios llamada "funcional" que
es la manera como las personas perciben que reciben la atención. Calidad en Salud
debe ser alcanzada si se deseamos que la gestión estratégica en salud que se
haga, tenga resultados favorables. Salud sin Calidad no es aceptada por las
personas.
Aspectos como la Economía de la Salud, como lo relativo a saber manejar el
capital que los presupuestos nacionales o privados destinan a ella y el saber
alcanzar los mayores beneficios de equidad y cobertura en relación al dinero que se
disponga, se deben unir a conceptos como el Marketing o Mercadeo de los
Servicios de Salud que se dispongan o que se construyan.
Mercadear la salud no es un fenómeno rechazable sino que por ello se entiende
el poder lograr que más personas puedan tener acceso a ella, pues a través de las
diversas acciones de marketing que se realicen se podrá poner la salud al alcance
de más personas, porque conociendo sus necesidades y también sus preferencias
como deseen recibir el servicio, la cobertura será mayor.
Se estimulará la demanda de servicios de salud, dejando de lado el estilo
tradicional de ofrecer los servicios de salud desde el punto de vista de los médicos,
es decir, de la oferta. A la gente hay que darle lo que es bueno para ellos y sobre
todo, si se logra que ellos piensen que eso es lo que están buscando, mucho mejor.
Hay que combinar lo conveniente con lo que la gente ve como provechoso. El
paciente debe percibir una estrecha y concreta relación costo- beneficio. Que el
dinero del estado y su tiempo están siendo bien invertidos en favor de su bienestar y
de disponer de un mejor nivel o estándar de vida.
El Estado Venezolano ha sido protagonista de ensayos de modelos de salud
copiados de otros países, siendo su aplicación poco satisfactoria y arrojando índices
de morbilidad cada vez más elevados en las estadísticas. Los centros hospitalarios
se ven colapsados ante la incapacidad de resolver los problemas de los habitantes
en materia de salud.
Las políticas públicas han sido dirigidas hacia la búsqueda de bienestar en
salud, pero en su defecto han distanciado cada vez más a la población de un
beneficio que pueda ir dirigido hacia la consolidación del bienestar humano, que
aborde las dificultades con contundencia y eficacia. Cuando se presta atención de
cerca a la situación de la salud en Venezuela, se observa que el esquema de
trabajo planificado va dirigido hacia la atención hospitalaria, centrando su atención a
los problemas que se reciben en las puertas de los centros de salud que existen y
que a su vez constituyen la red de salud.
Dadas estas estructuras de funcionamiento, los gerentes de salud se encuentran
trabajando de manera precaria ante la sobrecarga presente en cada una de las
organizaciones de salud pública que ellos dirigen. Ante tal situación la dirección que
han tomado los centros de salud se encuentran entre la improvisación y la
sobrevivencia, para poder mantener en funcionamiento los lugares a donde la
población acude a solucionar sus padecimientos.
Dentro de este conjunto de situaciones, los gerentes los centros de salud
enfrentan un panorama lleno de incertidumbres, usualmente manejadas fuera de las
acciones gerenciales planteadas estratégicamente, utilizando patrones
reaccionarios meramente tácticos alejados de toda visión estratégica que permitiese
a la organización subsistencia exitosa y en vez de ello conduciéndolas a la praxis
caótica de la autodestrucción.
La expresión organizacional de las políticas de salud dentro de los cuales los
programas pueden ser concebidos, seleccionados e implementados, mediante
estrategias creadas por los gerentes de las organizaciones de esta índole, no se manifiesta en la realidad de las situaciones que se presentan en los recintos
hospitalarios o en los ambulatorios.
Ante todas estas situaciones presentadas, se concluye que La concepción
estratégica debe mirar hacia el futuro y a su vez estar pendiente de lo ocurre en el
presente, pero es frecuente observar que el gerente de salud se concentra en los
problemas de hoy intentando comprender el contexto actual dirigiendo las energías
de la organización al momento presente dejando de lado los del mañana.
La dirección estratégica se relaciona con el hecho de que ocurre dentro de un
contexto de incertidumbre sobre el futuro, para hacer surgir la pregunta de sí es
posible hacer algo útil y, de ser así, qué y cómo. Además no quedarse en el acto
reflexivo y pasar al hecho concreto.
La gerencia de salud presenta el reto de seguirse superando a sí misma en el
tiempo, además de establecer mejores prácticas ya que no se puede permitir fallar
porque de ella dependen vidas humanas y el bienestar de la sociedad en general. El
pensamiento estratégico, por su parte, se constituye como una herramienta
gerencial que se inserta en cada una de los pasos de las organizaciones para lograr
mejores resultados.
Dentro de la crisis del sistema de salud en Venezuela los gerentes de las
organizaciones de salud, enfrentan el reto diario de resolver problemas muchas
veces causando contrariamente mayores conflictos, debido a la falta de
herramientas de dirección y a la precariedad de su pensamiento estratégico
gerencial, por lo que la preparación en este ámbito resulta fundamental.
Ansoff, I. (1965) Estrategias Corporativas. New York, NY: McGraw Hill.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Guedez, V. (2001). Reingeniería de Negocios. Economía Hoy. Venezuela.
Hamel, G. (1997). Reinventando las bases de la competencia. Repensando el
futuro. Editado por Rowan Gibson. Editorial Norma.
Handy, Ch. (1997) Encontrar el sentido a la incertidumbre. Repensando el futuro.
Editado por Rowan Gibson. Editorial Norma.
Méndez, C., Suárez, I. (2007) Pensamiento Estratégico: La Creación de Ventajas
Competitivas en el Ciclo de Vida del Producto. ESCREA PUBLICIDAD.
Maracaibo, Venezuela.
Mintzberg, H., Quinn, J., y Voyer, J. (1997) El Proceso Estratégico. Conceptos,
Contextos y Casos, México, Prentice Hall Hispanoamérica, S.A
Otero, J. 2003. GERENCIA-GESTIÓN EN SALUD GENERALIDADES disponible en
http://www.gerenciasalud.com/art83.htm. Consultado el 31 de marzo de 2008.
Puerta-Vicent, R. (2004) Pensamiento Estratégico. PV Consultores de Venezuela
CA. Maracaibo.
Puerta-Vicent, R. (2007), En torno al Pensamiento Estratégico Organizacional.
ESCREA PUBLICIDAD. Maracaibo, Venezuela.
Rico, R. (2005) Como impacta el pensamiento estratégico en la creación de
ventajas competitivas. Extraído el 15 de Julio, 2005 de
http://www.winred.com/managment.
Thompson, A. y Strickland, A. (2004). Administración Estratégica (13ª ed.),
México, McGraw Hill.