Lucía Urdaneta*
Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA)
luciaurdaneta@hotmail.com
Fernando Alfonzo**
Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE)
alfonzotoledo@gmail.com
Recepción: 24/08/2009
Revisión: 18/09/2009
Aceptación: 07/10/2009
El presente artículo tuvo como objetivo analizar el mercadeo social como marco estratégico de cambio en las organizaciones, se realizó un análisis de las estrategias de cambios enmarcadas bajo la perspectiva social. La metodología utilizada fue de carácter documental realizándose una revisión bibliográfica de las teorías relacionadas con las temáticas abordadas, obteniéndose como reflexión final que, para lograr la transformación empresarial de acuerdo con las exigencias actuales, se deben asumir roles decisivos para mantener la competitividad en las organizaciones y en el mercado, contribuyendo con fundamentos éticos y principios filosóficos que permitan establecer actividades sanas y productivas entre los miembros de la organización y en la sociedad como un todo; en apoyo a la consolidación del proyecto de vida empresarial.
Palabras clave: Mercadeo Social, Estratégico, Cambio, Organizaciones.
In the present article the objective was to analyze the social marketing as a strategic framework for organizational change analysis of the strategies changes under the low social perspective. The methodology used was a documentary produced a literature review of theories related the issues under discussion, obtaining a final reflection, that to achieve business transformation in accordance with the current requirements, it must assume critical roles in maintaining competitiveness in the market in helping organizations with ethical and philosophical principles that provide healthy activities and productive members of the organization and society as a whole to support the consolidation of draft business life.
Key words: social marketing, strategic, Change, Organizations.
En la actualidad las condiciones imperantes en el entorno empresarial, han
obligado a la gran mayoría de las empresas a buscar soluciones que le permitan
enfrentar los retos de desarrollar estrategias que admitan el cambio de conductas,
creencias e ideas del mercado, basados en valores con responsabilidad ética y
traducirlos en conductas emprendedoras, autónomas, flexibles y comprometidas con
la misión de la organización.
Partiendo de esta premisa, se origina la inquietud en las empresas en función al
saber de todos aquellos elementos que intervienen en el diseño de estrategias
concretas que permitan un proceso más eficiente, siendo indispensable el
conocimiento con exactitud de las ventajas competitivas que la empresa posee, ya
que ellas determinan el curso del camino a tomar.
Ante tales planteamientos, las organizaciones han experimentado
transformaciones provocadas por el mercado, bien sea para satisfacer las
necesidades o expectativas de sus públicos con la finalidad de proporcionar
numerosas soluciones para el gran número de problemas sociales.
En este sentido, se puede afirmar que las organizaciones exitosas deben
visualizar las condiciones imperantes en el entorno empresarial para seleccionar las
estrategias mercadológicas pertinentes que contribuyan a la mejora continua de sus
procesos. En virtud de ello, las principales implicaciones de este proceso, orientan a
las organizaciones a realizar su gestión de forma tal, que permita vincular a los
clientes a su mercado para lograr aumentar el posicionamiento, participación, entre
otros.
Bajo esta óptica, las organizaciones modernas se enfrentan a la necesidad de
adaptarse a los cambios sociales, considerando los valores de los individuos, ya que
ellos deben estar presentes en cualquier actividad humana y expandirse hacia todo
aquello que es impactado por dicha acción. Es por ello que dichas instituciones han
ido transformando sus actividades mercadológicas porque éstas son el pilar
fundamental para los cambios tan acelerados en las cuales se desenvuelven las
organizaciones.
Vásquez (2006) plantea que el mercadeo social se enmarca en lo que se
denomina Acción Social Empresarial. Esta actividad esencialmente contribuye a
mejorar la sociedad y preservar el medio ambiente.
Vinculando al planteamiento, Pérez (2004) hace referencia expresando que el
mercadeo social es el diseño, implementación y control de programas dirigidos a
incitar la aceptación de ideas sociales mediante la plantación del producto, precio,
comunicación, distribución e investigación de mercados. El mismo autor señala que,
desde la década de los años setenta, las instituciones sin fines de lucro han
interesado a algunos estudiosos del mercadeo a observarlas como un campo fértil
para la aplicación de sus conocimientos.
Es así como surge, el alcance social del marketing a los procesos de
intercambio entre las unidades sociales y su aplicación a los programas sociales,
con la finalidad de desarrollar nuevas estrategias mercadológicas para ser aplicadas
a las organizaciones, y de esta manera, lograr un cambio estratégico en las mismas.
De acuerdo a lo anteriormente señalado, a continuación se presenta
cronológicamente en el Cuadro 1, la evolución de la definición del marketing social:
Cuadro 1: Evaluación Cronológica del Mercadeo Social
AUTOR(ES) | AÑO | DEFINICIÓN |
Levy, Sydney y Kotler | 1969 | Proceso de intercambio entre las unidades sociales, a través de las causas se aplican los programas de índole social. |
---|---|---|
Kolter y Zaltman | 1971 | Es el diseño, aplicación y control de programas dirigidos a motivar la aceptación de ideas sociales, mediante la aplicación de técnicas de mercadeo referentes producto, precio, comunicación, distribución e investigación de mercados. |
Kotler y Robert | 1989 | Proceso a través del cual una organización conduce todos sus esfuerzos hacia los adaptadores o mercado metas, a los cuales pretende persuadir para que acepten, modifiquen o abandonen una idea, actitud, práctica y/o comportamiento. |
Andreasen | 1994 | Es la adaptación del marketing comercial a los programas para influir en el comportamiento de una audiencia meta, con el objetivo de mejorar su bienestar el de la colectividad, a través de la aplicación de programas sociales. |
Bloom | 1995 | El marketing social de una corporación es una iniciativa a través de la cual el personal de marketing dirige sus esfuerzos para persuadir a una persona adaptar cierto comportamiento en su beneficio y de la sociedad. |
Perchmanm | 2002 | Es el proceso de promoción para cambiar el comportamiento individual, con el fin de mejorar los problemas sociales, haciendo uso de las cuatro P del marketing (producto, plaza, precio y promoción) la investigación de mercados, su segmentación, análisis competitivo y enfoque en el intercambio. |
Pérez | 2004 | Es una disciplina de las ciencias sociales, económicas administrativas, que incide en el proceso de intercambio de beneficios en el agente de campo, quien identifica el problema, estudia el público objetivo, detecta sus necesidades y planifica, administra e implementa programas sociales en beneficio de la sociedad. |
Fuente: Pérez (2004, p 524)
Por lo general, las organizaciones involucradas en el marketing social, no
concentran a su personal o los esfuerzos mercadotécnicos en un solo sitio, sino que
los dispersan en varios departamentos. Es así como Kotler (2000), propuso la
siguiente relación entre los departamentos de programas y el departamento de
planificación estratégica.
A. En cada departamento los programas deben someter las metas y las
solicitudes de recursos a la consideración del departamento de planeación
estratégica, el cual las analiza y evalúa.
B. El departamento de planeación, negocia las metas y asigna los recursos a
cada departamento.
C. Cada departamento formula planes de mezcla de comercialización.
D. Cada departamento implementa y pone en práctica su plan.
E. El departamento de planeación es el responsable de evaluar los resultados.
F. Una vez evaluados se aplican los correctivos y comienza nuevamente el
proceso.
El proceso administrativo de mercadotecnia social involucra el marco estratégico
para analizar el medio ambiente, investigar la población de destinatarios, definir el
problema o la oportunidad de la mercadotecnia social, diseñar las estrategias,
planear los programas de mezcla de mercadotecnia social, organizar, poner en
práctica, controlar y evaluar los esfuerzos desarrollados por los grupos de interés.
En ese sentido, el mercadeo social a través de los procesos organizacionales
desarrolla actividades sociales que le permitan a la organización satisfacer las
necesidades de su mercado meta.
Según Porter (2000), las actividades que conforman la cadena constituye en sí
mismo la fuente principal de ventajas competitivas, donde las empresas pueden
desarrollarlas basándose en estrategias como: liderazgo general en costos,
(Estrategia de Precio), diferenciación, (Estrategia de Calidad) y estrategia de
enfoque, nicho o alta segmentación (objetivo limitado); dependiendo de la elección
de una u otra, de la estructura del sector al que pertenece una empresa
determinada.
Ahora bien, el liderazgo en costos es una estrategia diseñada para segmentos
de mercado sensibles a los precios, en los cuales se ofrece un producto similar a un
precio bajo. En este tipo de estrategia en una empresa, se propone ser el productor
de menores costos dentro del sector al que pertenece.
Por otra parte, la estrategia de diferenciación consiste en brindar al comprador
un valor superior, en términos de calidad, características especiales y servicios
postventa, bajo el supuesto de que el mercado recompensará su exclusividad
pagando un precio mayor.
Por último, la estrategia de enfoque consiste en concentrarse en un grupo de
compradores en particular, en un segmento de la línea del producto o en un
mercado geográfico, ofreciendo una atención intensiva para los clientes de modo de
asegurar su preferencia.
La evaluación de los resultados del engranaje de estas actividades coordinadas
de manera congruente, representa un aspecto de gran significado para desarrollar
estrategias de cambios que permitan la transformación en la organización
reflejándose esta en el entorno del mercado.
Actualmente, en el mercado, el factor permanente es el cambio, el principal
desafío de las empresas es el estratégico, ya que éste debe responder a nuevas
formas de competencia surgidas por el cambio en las condiciones del micro y macro
entorno.
Esto obliga a las empresas a enfrentar modalidades de competencia global con
otras empresas, con la finalidad de visualizar las amenazas y aprovechar las
oportunidades que en el mercado se presentan. Es por ello que, para permanecer, y
aún más, crecer en el mercado, las empresas se ven obligadas a considerar en su
estrategia todos los niveles de acción, ya que ésta debe permitir ser flexibles ante el
cambio.
En este sentido, Vecino (2008) plantea que, en términos generales, las
estrategias deben contemplar el siguiente enfoque: la orientación de cambio que
promueva una permanente innovación dentro de la organización, para que se
generen nuevas y mejores prácticas de negocios, incluyendo las herramientas
gerenciales y las innovaciones tecnológicas.
En este sentido, es importante definir una estrategia que se anticipe a los
cambios y mantenga a la empresa en el tiempo para enfrentar la competencia.
Partiendo de estas premisas, se infiere que los cambios estratégicos basados en la
perspectiva social, son el resultado de la combinación entre los intereses de una
empresa y las necesidades de la comunidad, orientada a la satisfacción de
necesidades internas y externas, basadas en un conjunto de niveles de
responsabilidad por parte de una empresa.
Por otra parte, la diversificación e integración como estrategia, está afianzada en
la perspectiva de procesos y capacidades que consideran las organizaciones como
un proceso a corto plazo, utilizando un procedimiento planeado, sistemático y
organizado, que comprende un conjunto de acciones administrativas orientadas al
cambio y mejoramiento de las necesidades sociales; a fin de propiciar mejores
niveles de desempeño compatibles a las acciones sociales desarrolladas por las
instituciones para cumplir con las exigencias del mercado.
Por otra parte, la estructura de negocios se encuentra enmarcada hacia la
perspectiva de que cada negocio cree un valor para la corporación como un todo,
mientras que la orientación de gestión define practicas en términos de relación de
clientes externos e internos con la connotación de compromiso social, donde el
objetivo es entregar al cliente una eficiente calidad en los productos o servicios que
ofrecen al mercado.
Bajo esta óptica, la organización según, García (2004), se entiende como una
red estructurada de actividades gracias a la fuerza de coordinación que deriva del
interés del de cada grupo.
Ante esta posición se debería reflexionar en función de las necesidades
imperantes en el mercado, debido a los cambios emergentes que en la sociedad se
generan. Es por ello que las empresas deben integrarse en una práctica que de
acceso a los mercados para crecer e innovar, y cumplir de esta manera con las
leyes y reglamento en su estructura, en su objeto social y en su forma de funcionar.
De esta manera la transformación, según Francés (2004), se inicia debido a la
necesidad de legitimidad de las organizaciones. En dicha necesidad se concentran y
cifran las ideas de reputación corporativa y responsabilidad ampliada de los
accionistas, empleados, clientes y el medio ambiente.
Bajo este axioma, la transformación de las organizaciones involucra un método
de decisión parcial, prospectiva y estratégica, que toma en cuenta los compromisos
con la sociedad y que, consciente de sus responsabilidades, es capaz de construir
su imagen con personalidad moral.
La evolución de las empresas y sus verdaderos retos ante los nuevos mercados,
tanto nacionales como internacionales, generan la necesidad de contar con
profesionales formados en las técnicas y herramientas de la gerencia en forma
general, que puedan aportar a la empresa cambios organizacionales que impacten
en la productividad, eficiencia y efectividad del funcionamiento del negocio a nivel
operativo, táctico y estratégico.
La transformación organizacional requerida, dada la sincronización, coordinación
e integración de las áreas productivas de la empresa, requieren un profesional que
se enfoque en aplicar sus conocimientos en la administración empresarial de forma
general.
Bajo esta óptica, las nuevas realidades mundiales a las que se enfrentan las
organizaciones, hacen que los cambios sean acelerados, y las mismas deben
prepararse y moverse bajo estas perspectivas, adaptándose a las nuevas reglas del
juego, donde la gerencia viene a tomar un papel estelar; y se ha convertido en el
punto central para que las organizaciones alcancen sus objetivos y logren una
mayor eficacia y eficiencia en su gestión, Carucci (1999).
El término gerencia es difícil de definir: significa cosas diferentes para personas
diferentes. Algunos lo identifican con funciones realizadas por empresarios,
gerentes o supervisores, otros lo refieren a un grupo particular de personas.
Para los trabajadores, gerencia es sinónimo del ejercicio de autoridad sobre sus
vidas de trabajo. Al respecto, Drucker (1999) señala que la gerencia, es el órgano
de la sociedad encargado específicamente de hacer productivos los recursos, es
decir, es la responsable del progreso económico organizado, y refleja como
consecuencia de ello, el espíritu básico de esta era.
En tal sentido, Robbins (2007), señala que la gerencia orienta los procesos a la
búúsqueda de eficiencia organizativa, es decir, los procesos administrativos deben
transformarse y tomar características que permitan, no sólo obtener los fines, sino
resultados económicos favorables; estos procesos gerenciales representan las
funciones y actividades fundamentales comprendidas por los gerentes. Dichas
funciones son comúnmente conocidas como planificación, organización, dirección y
control.
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En la actualidad, existe consenso, entre muchos autores, al señalar que el
término gerencia se puede definir como un proceso que implica la coordinación de
todos los recursos disponibles en una organización (humanos, físicos, tecnológicos,
financieros), para que a través de los procesos de: planificación, organización,
dirección y control, se logren objetivos previamente establecidos.
De esta manera se pueden distinguir tres aspectos claves al definir la gerencia
como proceso: en primer lugar, la coordinación de recursos de la organización;
segundo, la ejecución de funciones gerenciales o también llamadas administrativas,
como medio para lograr la coordinación y, tercero, establecer el propósito del
proceso gerencial; es decir, el dónde se quiere llegar o qué se desea lograr.
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Por tal razón, la gerencia es responsable del éxito o fracaso de una empresa, es
indispensable para dirigir los asuntos de la misma. Siempre que exista un grupo de
individuos que persigan un objetivo, se hace necesario, para el grupo, trabajar
unidos a fin de lograr el mismo objetivo.
Por otra parte, los integrantes del grupo deben subordinar, hasta cierto punto,
sus deseos individuales, para alcanzar las metas del grupo, y la gerencia debe
proveer liderazgo para la acción del grupo. Al analizar las funciones gerenciales,
encontramos la respuesta al qué hace la gerencia. Cuando se estudia la gerencia
como una disciplina académica, es necesario considerarla como un proceso por el
cual puede ser descrito y analizado en términos de varias funciones fundamentales.
En tiempos de turbulencia y transformaciones, como el actual, la alta gerencia
corporativa debe otorgarle vital importancia a las capacidades intelectuales de la
organización, potenciar su capacidad de aprendizaje, innovación constante y
creación de nuevos conocimientos, todo ello para afrontar los nuevos retos que día
a día se presentan en el mercado.
Es la alta gerencia corporativa la que debe liderar el desarrollo de los procesos
gerenciales y enfrentar las situaciones de cambios e incertidumbre que podrían
encontrarse en el entorno donde se desenvuelven las instituciones, tomando en
cuenta el papel que juegan los principios corporativos enfocados, como el conjunto
de valores, creencias, normas, y filosofía de gestión, que regulan la vida de una
organización, Serna (1996).
Ellos definen aspectos que son importantes para la organización y que deben
ser compartidos por todos sus miembros. Por tanto, constituyen la norma de vida
corporativa y el soporte de la cultura organizacional.
Ante esta realidad, la visión corporativa es concebida, según Serna (1996),
como un conjunto de ideas generales, algunas de ellas abstractas, que proveen el
marco de referencia de lo que una empresa es y quiere ser en el futuro. No se
expresa en términos numéricos, y la define la alta dirección de la compañía; debe
ser amplia e inspiradora, conocida por todos e integrar el equipo gerencial. Su
definición es una tarea gerencial de mucha importancia, pasando a ser parte
fundamental del proceso estratégico de una empresa.
Actualmente, el modelo tradicional de gerencia orienta su atención en las áreas
operativas de la empresa, no considerando adecuadamente el impacto importante
que ejercen los procesos y adquisiciones de nuevas tecnologías en la vida
organizacional en general, y los seres humanos que conviven dentro de ella.
En este sentido, sostiene Romero et al (2000), que la alta gerencia no puede ni
debe continuar manteniendo este enfoque, ya que ésta no es la dirección adecuada
para enfrentar los problemas actuales a los que las organizaciones se enfrentan;
hay que observarlo desde una nueva perspectiva.
En una época llena de incertidumbre, restricciones, problemas, amenazas y
dificultades de toda especie, caracterizada además por la inflación, la recesión y el
desempeño, el desarrollo del capital humano en las organizaciones tiene un papel
de alta significación.
Es por ello que se debe destacar lo planteado por Drucker (1999), cuando afirma
que el reto principal de la gerencia está en desarrollar el capital humano, estructurar
y sistematizar el conocimiento desarrollado dentro de la misma empresa, por cuanto
el mundo que surja del presente reordenamiento de valores, creencias, estructuras
sociales y económicas, sistemas e ideas políticas, será diferente de cualquier cosa
que se pueda imaginar.
La velocidad de los cambios obliga a las empresas a actuar con rapidez para
responder a las demandas del entorno, por lo que se hace necesario un marco
estratégico de cambio, afianzado en una gerencia basada en valores compartidos y
responsabilidad ética, enmarcados a su vez en la conciencia y la razón asumida por
convicción, lo cual permita mantener a la organización sin perder las perspectivas
de su compromiso y su proyecto de vida.
Es por ello que, la mayoría de las organizaciones y la gerencia, enfrentan
actualmente cambios acelerados en el entorno que incide sobre el proceso
administrativo. Estos cambios conducen a una creciente diversidad como
complejidad, donde el trabajo gerencial debe mostrar tolerancia a la ambigüedad,
estando continuamente comprometido con el diagnóstico de situaciones y
evaluaciones de contingencia, a medida que se realiza la actividad organizacional.
En este sentido, el principal desafío que enfrenta la sociedad es el mejoramiento
continuo de las organizaciones que la integran. La administración del talento humano existe para mejorar la contribución de las personas a las organizaciones.
Para realizar su función, las empresas deben reconocer la importancia del
aprendizaje organizativo, que incluye la enseñanza a nivel individual, de grupo y de
organización. A pesar de la importancia de todos estos niveles, el aprendizaje a
nivel de grupo no ha sido muy estudiado dentro de la literatura.
De esta manera, en un entorno donde cada vez es más difícil competir, la
eficiencia de las estrategias funcionan como impulsoras para satisfacer las
necesidades sociales en el mercado meta. Es por ello, que las organizaciones
deben apuntalarse al dinamismo de construcción dentro de un marco estratégico,
con una reflexión que acompaña a la vida de la empresa.
Considerando a sujetos responsables y convencidos, donde ésta se entiende
por la trama de valores compartidos de la organización en un grupo social; es decir,
en una organización con visión de futuro en donde el denominador común sea
maximizar la expresión de la organización, considerando como estado ideal de la
empresa vital aquella donde coexisten líderes integrados con la sociedad, la
comunidad con valores compartidos y con excelentes proyectos de vida para las
organizaciones.
En tal sentido, resulta imprescindible que toda filosofía gerencial haga referencia
a estrategias de que permitan el cambio, de tal manera que la empresa y sus
integrantes puedan alcanzar un desarrollo integral basado en una conducta ética
sustentada en la responsabilidad y el compromiso.
Por ello, toda planificación estratégica ha de estar sustentada en valores
impulsores del crecimiento de la empresa, de sus miembros y de la sociedad,
otorgándoles identidad y razón de ser; conduciendo la realización humana en
dirección al éxito colectivo, el cual se construye sobre la base de la cultura
empresarial.
Sin embargo, las organizaciones que aspiran al éxito deben considerar la
importancia de formar y desarrollar individuos, quienes valoren realmente lo que
hacen, y como lo hacen; de esta manera las personas pueden sentirse útiles y
apreciar la organización considerándola como suya.
Corresponde entonces a los directivos y trabajadores el enriquecimiento de los
valores, a partir de la introducción de acciones renovadoras que garanticen el
desarrollo de individuos capaces de construir un futuro mejor, el cual beneficie no
sólo a la organización, sino al entorno global.
La responsabilidad social de la empresa depende del compromiso que los
directores de la misma sientan con su sociedad, y no afecte a la organización
empresarial. En términos de su estrategia de organización y producción, la empresa
permanece intacta. La inversión social demanda el esfuerzo de plantear una visión
que articule la labor de la empresa con el desarrollo de la comunidad y, como consecuencia, mejora la sociedad y la comunidad sobre la que se asienta la
empresa.
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