Karin Silvestri
Universidad del Zulia (LUZ)
karinsiv@gmail.com
La investigación tuvo como finalidad determinar la relación que existe entre el pensamiento estratégico y el éxito gerencial en empresas privadas dedicadas a diversas actividades comerciales, y se propuso generar lineamientos para lograr el éxito gerencial fundado en el pensamiento estratégico, considerado éste como una característica innata del individuo para la consecución de objetivos. Se utilizó un diseño de investigación descriptivo correlacional, integrado por cincuenta empresas en el área de los químicos existentes en la región zuliana, mediante el censo poblacional; aplicando el cuestionario como instrumento de medición; obteniendo como resultado que el estratega puede responder con flexibilidad a los cambios que confrontan las compañías, y concluyendo que el talento humano es el protagonista del éxito de las organizaciones en razón que el pensamiento estratégico conduce a la subsistencia y permanencia en el tiempo de las empresas que se dirigen; fundamentada en las teorías de, Vivas (1999), Gibson (2000), Jiménez (2000), Maurik (2001), Jatar (2002), Pérez (2002), Ronda (2002), Rivas (2003), entre otros.
Palabras clave: Pensamiento estratégico, Éxito gerencial, Talento humano, Permanencia en el tiempo.
The investigation was to determine the relationship between strategic thinking and successful management in private companies engaged in various commercial activities and was proposed to generate guidelines for the successful management based on strategic thinking, regarded him as an innate characteristic of the individual for the achievement of objectives. We used a descriptive correlational research design, composed of fifty companies in the area of chemicals in the zulian region, through the population census, using the questionnaire as a measurement tool, which resulted in the strategist who can respond flexibly to changes confronting companies and concluding that the human talent, is the protagonist of the success of the organizations on the grounds that the strategic thinking leads to subsistence and permanence in time for the companies that target; based on theories, Vivas (1999), Gibson (2000), Jimenez (2000), Maurik (2001), Jatar (2002), Perez (2002), Ronda (2002), Rivas (2003), among others.
Key words: Strategic thinking, Success management, Human talent, Staying at the time.
Los nuevos tiempos traen una manera de competir en la cual triunfan aquellas
organizaciones que superen las barreras que permitan diferenciarlas. Al respecto,
Hammer, citado por Gibson (2000), acota que cuando se piensa que se es bueno,
ya se está muerto, pues el éxito en el pasado no lo garantiza en el futuro, es decir,
las fórmulas para el éxito de ayer, son garantía del fracaso del mañana.
Por tal razón, en un entorno de cambios constantes y permanentes, se necesita
aprender a reaccionar rápidamente en terrenos poco seguros, sin embargo, ello no
basta, también es necesario un punto de vista claro sobre hacia dónde nos
dirigimos; una visión de dónde se quiere estar y, qué direcciones tomar para llegar
con éxito, de lo contrario se avanzaría hacia el futuro perdiendo oportunidades
mientras otros las aprovechan.
La respuesta que se propone para llegar exitosos a ese futuro, es el de
permanecer en la punta de la curva del cambio, explotando los desafíos, y es allí
donde entra el pensamiento estratégico, constituyendo la vía para llegar exitosos a
ese futuro, reinventándose a sí mismo para el cliente, lo cual hará la diferencia entre
los que sobrevivan y los que no prosperen.
En razón a lo expuesto, el pensamiento estratégico incluye la aplicación del
juicio basado en la experiencia para determinar direcciones futuras. A nivel de
empresa, es la coordinación de mentes creativas dentro de una perspectiva común
que le permita a un negocio avanzar hacia el futuro de una manera satisfactoria
para todos, explotar los desafíos previsibles o imprevisibles para que un probable
mañana sea único.
El pensamiento estratégico depende en gran medida de la intuición con sólo una
modesta cantidad de análisis, y lleva a la perspectiva; la porción de planificación a
largo plazo necesita un equilibrio entre los dos y lleva a la posición y, la porción
táctica lleva al rendimiento, dependiendo en gran medida del análisis que se ayuda
de la intuición en calidad de control y equilibrio, principalmente.
Desarrollar el pensamiento estratégico y una actitud gerencial estratégica,
involucra que el proceso debe ser ampliamente democrático tanto desde el punto de
vista interno como externo.
Internamente, los procesos estratégicos deben dar cabida a la mayor
participación posible del personal de diferentes disciplinas, lo cual exige talento y
buena comunicación a todos los niveles. Externamente, los directivos deben dar
amplia cabida en sus procesos de análisis estratégico a los principales actores de
su entorno. Vivas (1999).
Expone Ohmae, (1998):
“Debido a que el pensamiento flexible comprende toda la gama de opciones que se presentan frente a él y sopesa en forma constante los costes y beneficios de cada una de ellas, el verdadero estratega intelectual puede responder con flexibilidad a los inevitables cambios en la situación que confronta la empresa. Y esa flexibilidad es la que, a su vez, aumenta las posibilidades de éxito” (p. 57).
En consecuencia, pensar estratégicamente significa el uso de la intuición y el
análisis de formas de estar preparados para el futuro; es un hábito que permite
enfocar la realidad desde una perspectiva diferente, y ver el entorno como parte de
un sistema complejo para lograr una gestión exitosa. Jatar, (2002).
De acuerdo a Vivas (1999):
La visión global de los negocios implica una capacidad de simplificación de la realidad, actuando sobre los principales elementos vitales de la empresa, como son: los de sus verdaderas oportunidades, amenazas, fortalezas y debilidades; siendo el pensamiento estratégico lo que facilitaría la transformación y adecuación de la empresa a las realidades de su entorno, buscando al mismo tiempo ser el impulsor de la transformación favorable y exitosa de las industrias.
Ahora bien, para conjeturar acerca del futuro es necesario pensar. Nunca se
tiene suficiente información sobre el futuro y, sin embargo, es allí donde se
desarrollan y tienen consecuencias todos los actos, por eso se necesita el
pensamiento creativo para prever las consecuencias de la acción y para generar
nuevas alternativas a tener en cuenta. De Bono (1997).
Es por ello que se hace importante el estudio del dominio del cerebro y su
capacidad de usarlo para establecer la relación esencial entre diferentes tipos de
creatividad y la concepción e implantación de las estrategias empresariales
Herrmann, citado por Maurik (2001, p. 44).
Ahora bien, según Jiménez, C. (2000):
La corteza cerebral es aquella parte del cerebro humano que se encarga de controlar la mayoría de las funciones superiores como el pensamiento, el juicio, la memoria y los procesos ejecutivos de control. (p. 34).
De esta manera, el modelo del cerebro pensante total de Herrmann citado, por
Maurik (2001) se encuentra dividido en cuatro modos conscientes de conocer: el
cuadrante A se especializa en el pensamiento lógico, cuantitativo, analítico, crítico,
matemático y basado en hechos concretos.
El cuadrante B, se caracteriza por un estilo de pensamiento secuencial,
organizado, planificado, detallado y controlado. El cuadrante C, se distingue por un
estilo de pensamiento emocional, sensorial, humanístico, interpersonal, musical,
simbólico, y espiritual.
El cuadrante D, se destaca por su estilo de pensamiento conceptual, holístico,
integrador, global, sintético, creativo, artístico, espacial, visual y buscador de
oportunidades en cualquier situación. Es el área de la experimentación, tomar
riesgos, inventar soluciones, y buscar posibilidades.
De allí que la sede más natural del pensamiento estratégico es el cerebro D,
pero se necesita la contribución de los demás cuadrantes del cerebro para concebir
e implementar estrategias sólidas.
En relación a lo anteriormente expuesto, Maurik (2001) define el pensamiento
estratégico como el proceso de adoptar una nueva actitud mental, de analizar la
situación global, de enfocarse en una meta y elegir las a veces difíciles opciones
necesarias para lograrla.
Ohmae (1998), Citado por Rivas (2003), afirma: “el éxito no suele ser producto
de un análisis riguroso sino de un estado mental muy particular que se caracteriza
por procesos de pensamientos creativos e intuitivos más que racionales”. p.1.).
Gómez, Leal, Vivas y Márquez (1998), plantean que el éxito se basa en tener
objetivos estratégicos acertados y una cultura corporativa apropiada que acoja los
valores de la organización, su clima organizacional y su estilo de gerencia.
Sobre la base de los planteamiento anteriormente señalados, la investigadora
formuló la siguiente interrogante ¿Cuál es la relación que existe entre el
pensamiento estratégico y el éxito gerencial de los directivos de las organizaciones
empresariales en el área de químicos de la Costa Oriental y Occidental del Lago?
Determinar la relación que existe entre el pensamiento estratégico y el éxito gerencial de los directivos de las organizaciones empresariales en el área de químicos de la Costa Oriental y Occidental del Lago.
Identificar las dimensiones del pensamiento estratégico presentes en el personal
directivo de las organizaciones empresariales en el área de químicos de la Costa
Oriental y Occidental del Lago.
Establecer el éxito gerencial de los directivos de las empresas privadas en el
área de químicos de la Costa Oriental y Occidental del Lago, desde el contexto de
los recursos empleados y las metas planificadas alcanzadas.
Asociar el pensamiento estratégico y el éxito gerencial de los directivos de las
organizaciones empresariales en el área de químicos de la Costa Oriental y
Occidental del Lago.
Formular lineamientos que permitan fortalecer el pensamiento estratégico y éxito
gerencial de los directivos de las organizaciones empresariales objeto de estudio.
Aspectos metodológicos: se utilizó un diseño de investigación descriptivo
correlacional; conformada la población por cincuenta (50) gerentes generales de
empresas privadas en el área de los químicos, similares y conexos, ubicadas en la
Costa Oriental (50%) y Occidental del Lago (50%), específicamente en los
Municipios autónomos: Cabimas, Maracaibo y San Francisco del Estado Zulia.
La técnica utilizada fue la encuesta, y la recolección de los datos se efectuó
mediante la aplicación de dos (2) instrumentos utilizando el método de Estadística
Descriptiva, el cual permitió la “descripción de las variables de estudio” Hernández y
otros (2003, p.350), específicamente a través del uso de las técnicas: medidas de
tendencia central y de variabilidad.
Resultados del estudio
Dimensiones | Promedio | Categoría | Desviación | Categoría |
---|---|---|---|---|
Actitud | 3.14 | Moderada | 0.66 | Muy baja |
Procesos | 3.43 | Alta | 0.60 | Muy baja |
Herramientas | 3.36 | Moderada | 0.68 | Muy baja |
Cualidad | 2.48 | Baja | 0.61 | Muy baja |
Promedio | 3.10 | Moderada | 0.64 | Muy baja |
En la tabla Nº 1, la Variable Pensamiento Estratégico arrojó un promedio de
3.10, con una muy baja dispersión de las respuestas de 0.64: ubicándose dentro de
la categoría moderada; al considerar los encuestados en ese nivel emplean
elementos relacionados con la actitud, los procesos y las herramientas para pensar
estratégicamente.
Sin embargo, se evidencian grandes fallas relacionadas con la cualidad,
considerada como la manera de ver y enfrentarse a la vida y, la misma se encuentra
estrechamente vinculada con pensar de manera proactiva. Morrisey (1996), define
el pensamiento estratégico como la coordinación de méritos creativos dentro de una
perspectiva común, la cual permite a un negocio u organización avanzar hacia el
futuro de manera satisfactoria para todos.
En correspondencia con estas aportaciones, para Mintzberg y otros (1997), el
pensar estratégicamente significa la forma cómo los directores y demás
miembros de una organización usan el idioma, las ideas y los conceptos cuando
tratan de entender e interpretar el campo de objetos y circunstancias, las cuales
giran en torno a la empresa.
El pensamiento estratégico exige por lo tanto, el desarrollo de una actitud
gerencial estratégica, para actuar en forma proactiva, adelantándose a los
acontecimientos.
Dimensiones | Promedio | Categoría | Desviación | Categoría |
---|---|---|---|---|
Recursos empleados y metas planificadas | 3.44 | Alta | 0.56 | Muy baja |
Promedio | 3.44 | Alta | 0.56 | Muy baja |
La variable Éxito Gerencial arrojó un promedio de 3.44, con una muy baja
dispersión de 0.56; ubicándose dentro de la categoría alta; al considerar los
gerentes que los recursos empleados y las metas planificadas son claves
fundamentales para lograr el éxito gerencial.
Desde la perspectiva de estos resultados, éxito gerencial se traduce en el logro
de las metas de los gerentes y está estrechamente ligado a la efectividad
organizacional, caracterizada por el logro de las metas organizacionales. En
consonancia con estos planteamientos, para Robbins (1998), si se desea auditar el
éxito gerencial, es necesario hacer una breve reseña de los diversos grupos
encargados de evaluar a los gerentes y a la organización.
Por lo tanto, los grupos de interés de la organización (stakeholders) son aquellos
dentro o fuera de la misma con algún interés en ella, dentro de los cuales se incluye
a los empleados, clientes, gerentes, consejos administrativos, inversionistas,
competidores, proveedores, acreedores, medios de comunicación, dependencias
gubernamentales y grupos especiales de interés, Robbins (1998, p.45); cada uno de
los cuales posee un conjunto de criterios a los cuales espera responda la
organización.
Como puede observarse en la tabla Nº 3, el resultado de la correlación, el cual
alcanzó un valor de 0.99, se ubicó en la categoría muy alta, de acuerdo al baremo
propuesto por Escotet (1998), indicadora de una asociación positiva, directamente
proporcional entre las variables.
Desde esta perspectiva, el pensamiento estratégico es determinante para el
logro del éxito gerencial, razón por la cual la actitud, los procesos, las herramientas
y la cualidad son factores claves para lograr éxito gerencial.
Dentro de este contexto, para Barnes (2003) todo gerente en la actualidad debe
poseer los siguientes elementos, los cuales están orientados hacia su desarrollo
personal y profesional; para inspirar a sus empleados hacia el logro de los objetivos
planteados y, sobre todo, el éxito gerencial.
En lo que respecta al objetivo general; existe una alta relación entre ambas
variables, logrando de esta manera señalar que tanto la actitud, los procesos, las
herramientas y la cualidad, son factores claves para lograr un éxito gerencial;
orientado al logro de los objetivos organizacionales y de sus miembros.
Para el primer objetivo específico; los gerentes de las empresas analizadas
emplean elementos relacionados con la actitud, los procesos y las herramientas
para pensar estratégicamente; sin embargo, se evidencian grandes fallas
relacionadas con la cualidad, considerada como la manera de ver y enfrentarse a la
vida y, la misma se encuentra estrechamente vinculada con pensar de manera
proactiva.
En lo que respecta al segundo objetivo específico, el éxito gerencial les ha
permitido alcanzar las metas establecidas, mediante la utilización efectiva de los
recursos, logrando así alcanzar la rentabilidad - productividad deseada.
Para el tercer objetivo específico, el nivel de asociación alcanzó un valor de
0.99, ubicándose en la categoría muy alta, de acuerdo al baremo propuesto por
Escotet (1998), indicadora de una asociación positiva, directamente proporcional
entre las variables.
En lo que respecta al cuarto objetivo específico, se concluye: los lineamientos se
diseñaron sobre la base de los resultados obtenidos para los objetivos específicos 1,
2 y 3, así con los aportes de diversos expertos en el área, tales como: Vivas (1999),
Pérez (2002) y Ronda (2002), quienes afirman que el éxito gerencial depende en
gran medida de un nuevo liderazgo dentro del cual se demanda nuevos estilos de
dirigir el esfuerzo humano y lograr mayor efectividad de las personas, grupos y
organizaciones.
Barnes, C. (2003). El éxito es un viaje no un destino.
www.liderazgoymercadeo.com/edición36/artjccarames.asp Consultado: 12-08-
2009.
De Bono Edward. (1998). El pensamiento creativo. Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
España.
Escotet (1998) Estadística Psicoeducativa. Editorial Trillas. México.
Gibson J (2000) Las Organizaciones. Editorial McGraw Hill. México.
Gómez, H.; Leal, C.; Vivas, L. y Márquez, P. (1998) Gerencia exitosa con sello
Latinoamericano. Editorial Galac. Venezuela.
Hernández, R.; Fernández, C. y Baptista, P. (2003). Metodología de la
investigación. McGraw Hill. México.
Jatar, J. (2002). El pensamiento estratégico y el mercado laboral.
www.laguia.com.ve/clasificados/trabajo/Articulo_38.html Consultado: 12-08-
2009.
Jiménez, C (2000). Cerebro creativo y lúdico. Editorial Magisterio. Colombia.
Maurik, J. (2001). El estratega efectivo. Panorama Editorial. México.
Mintzberg, H; Brian,J; Voyer, J. (1997). El proceso estratégico. Edición Prentice-
Hall Hispanoamérica, S.A. México.
Morrisey, G. (1996). Pensamiento estratégico. Prentice Hall Hispanoamericana.
México.
Ohmae, K. (1998). La mente del estratega. McGraw Hill. México.
Pérez, J. (2002). Pensamiento estratégico- Conceptos y perspectiva.
http://www.hacienda.go.cr/centro/datos/Articulo/Pensamiento%20estrat%C3%A9
gico%20conceptos%20y%20perspectiva.%20Rev.%20Actualidad%20Econ%C3
%B3mica%20255-256.doc Consultado: 21-05-2009.
Rivas, J. (2003). Cómo piensa un estratega.
http://www.gestiopolis.com/canales/gerencial/articulos/63/estratega.htm
Consultado: 05--03-2009.
Robbins, A. (1998). Pasos de gigante. Grijalbo. España.
Ronda, G (2002). El análisis estratégico. Elementos a tener en cuenta.
http://www.gestiopolis.com/canales/gerencial/articulos/37/diagnos1.htm
Consultado: 05--03-2009.
Vivas Reyes (1999). Piensa estratégicamente o perece. McGraw Hill. México.
Vivas Reyes (1999). Pensamiento estratégico: una actitud y un proceso.
McGraw Hill. México.