Díaz, Yénice
Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, Venezuela
abg.yenicediaz@gmail.com
Piña, Elimar
Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, Venezuela
elimarpinasoto@gmail.com
El propósito de la presente investigación es analizar cómo puede el inversor o gerente de inversiones de la pequeña y mediana empresa adaptarse frente al sistema financiero venezolano a los innumerables instrumentos normativos y legales, permitiendo que las mismas crezcan significativamente y contribuyan al progreso económico y social del país. A pesar de que en la actualidad las PYMES tienen un fuerte impacto en la economía, estas se enfrentar a una serie de problemas que obstaculizan su desarrollo y crecimiento económico, especialmente financieros. Es precisamente el objetivo de esta investigación poder determinar cuáles son las instituciones, organismos, leyes y procedimientos a los cuales deben enfrentarse los actuales gerentes de inversión dentro de las pequeñas y medianas empresas venezolana. Entre las conclusiones del estudio, como parte de los objetivos específicos trazados, se alcanzó a referir que el Estado posee en la materia, procesos burocráticos y políticos con un manejo poco adecuado para este tipo de empresas. Como parte de las recomendaciones se encuentran: crear un plan estratégico aplicado a las PYMES con el fin de estimular el crecimiento económico y la integración al Sistema Financiero nacional.
Palabras clave: Sistema financiero venezolano, PYMES, Gerente de inversiones, Integración, Trámites administrativos.
The intention of the investigation is how the investor or investment manager of small cans and medium enterprises adapt against Venezuelan financial system to the many legal and regulatory instruments, allowing them to grow significantly and that this growth contributes to economic growth and social development. Although SMEs now have a strong impact on our economy, they will face a number of problems that hinder their development and economic growth, especially financial. It is precisely the objective of this research to determine which institutions, agencies, laws and procedures which must meet the current investment managers in small and medium enterprises in Venezuela. The findings of the study as part of the specific objectives outlined was reached to refer that there is an inadequate functioning of the State and the poor support mechanisms generate a loss of time and cost overruns. As part of the recommendations include creating a strategic plan applied to SMEs in order to stimulate economic growth and integration into the national financial system.
Key words: Venezuelan financial system, PYMES, Investment manager, Integration, Administrative procedures.
El sistema financiero venezolano posee un conjunto de elementos y características
que lo hacen diferenciarse de manera marcada de otros sistemas financieros en el
mundo. Sin lugar a dudas, el encontrarse con un sistema predominantemente regulado,
en el cual coexisten diversidad de instituciones y de instrumentos jurídicos a través de los
cuales el estado persigue ejercer como finalidad primordial el mayor control del mismo,
puede ser beneficioso pero a la vez contraproducente, todo dependiendo del cristal con el
cual se mire, más cuando expertos consideran que un sistema financiero regularizado no
es la opción más adecuada para un país en vías de desarrollo.
Ahora bien, un inversionista que se plantee proyectos en Venezuela debe conocer por
lo menos las generalidades que caracterizan el sistema financiero del país, con el objeto
de garantizar la efectividad de sus propósitos y por ende el diseño de sus estrategias. Sin
embargo, puede observarse que esta necesidad no está actualmente de fácil ejecución,
en virtud de que no existe un portal de información por lo menos electrónico, en el cual los
interesados puedan acceder a tal información de manera condensada.
Un ejemplo de ello lo constituye la página web del Ministerio del Poder Popular para la
Planificación y Finanzas, órgano rector en la materia, el cual lejos de ser la vía
documental por excelencia, se encuentra desactualizado y no posee en su plataforma la
referencia de las múltiples instituciones e instrumentos regulatorios que actualmente
poseen amplias competencias y rango de acción en los diferentes sectores que
conforman el sistema financiero venezolano y sobre el cual se ampliará en el desarrollo
de estas líneas, en virtud de lo cual puede referirse que existe un elevado grado como la
descoordinación institucional, la burocracia y trámites, el centralismo, los cambios en las
políticas de apoyo empresarial y los deficientes mecanismos de apoyo afectan el
desarrollo de su empresa.
En función de lo planteado, el presente artículo tiene como objetivo describir los
aspectos fundamentales de la conformación del sistema financiero venezolano desde un
enfoque institucional y jurídico, que conlleve a orientar la actuación del inversor en
Venezuela.
Venezuela se ha caracterizado por poseer un sistema financiero muy dinámico y
cambiante, dichos cambios obedecen a un conjunto de lineamientos, los cuales han sido
marcados por tendencias sociales, económicas, políticas y hasta culturales, obedeciendo
a un proceso de globalización del cual ningún país ha podido escapar, y respondiendo a
un conjunto de tendencias que han permitido en algunos momentos el enriquecimiento de
este sistema, y en otras oportunidades han colocado medios restrictivos impidiendo un
mayor crecimiento del mismo.
La actual conformación del sistema se encuentra contemplada en la Ley Orgánica del
Sistema Financiero Nacional, vigente desde el 16 de junio de 2010, publicada en Gaceta
Oficial N° 39.447, que viene a derogar el Decreto N° 411 con Rango, Valor y Fuerza de
Ley Marco que Regula el Sistema Financiero Público del Estado venezolano de 1999.
Dicha conformación puede sintetizarse en los siguientes sectores:
Considerada la ley marco del sistema, consagra las directrices generales que servirán
de guía para el desarrollo de leyes especiales que regularán los diferentes entes que
conforman el mismo. El objetivo de la ley previsto en su artículo 1 es regular, supervisar,
controlar y coordinar el sistema financiero nacional para orientar el uso e inversión de sus
recursos hacia el interés público y el desarrollo económico y social en el marco de un
Estado de derecho y de justicia (Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela, 2010).
Entre las principales funciones del sistema, establecidas en el artículo 2, se
encuentran: establecer regulaciones para la participación de los ciudadanos en la
supervisión de la gestión financiera y contraloría social de los integrantes del mismo,
proteger los derechos de los usuarios, y promover la colaboración de la economía a
través de sus distintos sectores (Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela, 2010).
En cuanto a la conformación del sistema, apunta el artículo 5 que lo componen el
conjunto de instituciones financieras, públicas, privadas, comunales y cualquier otra forma
de organización que operan en el sector bancario, el sector asegurador, el mercado de
valores y cualquier otro sector o grupo de instituciones financieras que a criterio del
órgano rector deban integrarlo. Asimismo, se incluyen las personas naturales y jurídicas
usuarias de las instituciones financieras que integran el mismo (Asamblea Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela, 2010).
Una prohibición expresa se estipula en el artículo 7 de la ley (Asamblea Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela, 2010), a saber la conformación de grupos
financieros por parte de las instituciones que integran el sistema financiero con empresas
de otros sectores de la economía nacional o asociados a grupos financieros
internacionales, para fines distintos a los previstos en dicha ley.
El directorio que ejercerá la rectoría del sistema financiero nacional estará integrado
por el Órgano Superior (OSFIN) conformado por: El Ministro del Poder Popular con
competencia en materia de finanzas, quien lo presidirá; El Presidente del Banco Central de Venezuela y tres directores. (Artículo 16) (Asamblea Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela, 2010). Al respecto estableció la ley que hasta tanto se diera la
instalación del OSFIN, sus funciones serían ejercidas por el Ministerio con competencia
en materia de finanzas, lo cual seguía siendo así al momento de realizar el presente
artículo, no obstante la Ley ya tiene más de un año de vigencia.
Finalmente, un punto que merece especial mención es el referido a las sanciones
previstas en la ley en el Título VI, en los artículos 27 y siguientes. En cuanto a su ámbito
de aplicación prescribe (Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela,
2010):
“Están sujetos al presente régimen sancionatorio, los funcionarios y funcionarias de los entes de regulación y las personas naturales y jurídicas que integran el sistema financiero nacional identificadas en el artículo 2 de la presente Ley, y se aplicará solo en aquellos aspectos no tipificados ni penalizados por las leyes que rigen de manera especial los sectores que conforman el Sistema Financiero Nacional” (Artículo 27).
Las facultades sancionatorias las detenta el Órgano Superior del Sistema, debiendo ser impuestas mediante resolución motivada, observando el procedimiento establecido en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos. Artículo 28. Establece la ley dos tipos de sanciones las pecuniarias, que pueden oscilar entre doscientas y dos mil Unidades Tributarias, según la clase de gravedad de la falta y de acuerdo a lo que determine el Órgano Superior del Sistema Financiero; y las penales, que contemplan el castigo de prisión que puede variar entre cuatro a ocho años, sin perjuicio de las acciones penales y civiles que pudieran proceder, al igual que las indemnizaciones por daños y perjuicios. Artículos 32, 33 y 34 (Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, 2010).
Es importante resaltar el comportamiento que ha mantenido el inversor venezolano a
través de las últimas décadas, para poder determinar las distintas posturas que ha
asumido, así como los distintos enfoques que han sido adoptados frente al sistema
financiero venezolano, para ello se cree como válido y asertivo para la compresión de
dicho punto, la observación de de este comportamiento de los años 1980 hasta los
actuales momentos, en vista que el comportamiento asumido por el inversor venezolano,
en estas décadas son posturas opuestas, debido a los elementos propios, tanto externos
como internos que han operado en dichas décadas.
Solo es necesario para resumir tales conductas, hacer una mirada al pasado, y un
rastreo al presente, vistas desde un punto práctico, sencillamente analizar los elementos,
indicadores, factores socio - económicos, políticos, culturales, así como todos aquellos
elementos incidentes es este sector, más bien a lo largo de los años, y según expertos en
la materia reafirman que todos los escenarios ocurridos en un país repercuten en el sector
financiero, y su vez este va marcando la pauta de otros tantos escenarios.
Las políticas de controles y las expropiaciones ejecutadas por el gobierno de línea,
como parte de su proyecto o modelo político asumido, inciden profundamente en el sector
financiero de la economía venezolana. El férreo control de gobierno, y el declive del sector
privado, debido a que se mantiene sometido a un centenar de regulaciones y controles de
precios y de cambio por parte del Estado, desde hace más de diez años, han incidido de
manera determinante en el comportamiento negativo del inversor, así como en la
economía nacional, distintos factores tales como el descenso del consumo revela que el
espiral inflacionario en el que está sumido el país les está pasando factura a los
venezolanos.
De igual forma las cifras incluso oficiales revelan la disminución en el poder de compra
de los venezolanos. Los empresarios, parte primordial y esencial del aparato productor y
económico de toda nación sostienen que los controles de precios y la “inseguridad
jurídica” generada por las masivas expropiaciones han desalentado las inversiones y la
producción.
De acuerdo a cifras del sector empresarial en los últimos tres años han sido
expropiadas más de dos centenares de compañías y tres millones de hectáreas de tierra.
Las políticas de controles y expropiaciones, que han ido cada vez en mayor aumento,
inclusive apoyadas por el gobierno, no han permitido que el sistema financiero encaje y
marque políticas estables que permitan hacer de la economía venezolana, una economía
sólida y pujante.
Por otro lado, la realidad del país obliga a pensar que con las condiciones económicas
y políticas actuales en comercio internacional no puede desplegarse de manera eficiente
porque todavía no existe un planteamiento serio basado en criterios económicos y
financieros, donde el retorno de la inversión se maneje como tema fundamental para el
beneficio general y mientras este sea el entorno nacional, el empresario venezolano
seguirá teniendo muchos retos en el corto, mediano y largo plazo para poder adaptarse.
Por tanto, se plantea una disparidad de conducta asumida por el inversor venezolano
en la década de los años 80, en vista que las condiciones que operaban para ese
momento eran totalmente opuestas a las que hoy en día reinan, se caracterizaba por ser
un estado rentista petrolero, donde las reglas de mercado estaban claras y precisas, así
como planes de inversión establecidos de acuerdos a los instrumentos valores
seleccionados para la inversión por parte del inversor.
Para esos momentos algunos críticos hablaban de la economía venezolana como una
economía emergente, a pesar de la gran deuda pública externa que mantenía la nación,
pero otros indicadores sociales, políticos y culturales mantenían a la población enrumbada
a un ritmo de vida conforme, permitiendo que algunos sectores, rubros, grupos sociales y
demás, eran los encargados de mantener la economía funcional según los intereses.
En cuanto al comportamiento del inversor frente al sector financiero venezolano, el
que este sea positivo, negativo, viene dado a través de la perspectiva y enfoque, en el
cual se fije posición, en aras de siempre incrementar una economía sólida, conforme,
estable, que permita a lo largo del tiempo enriquecer más y más a la nación con todos los maravillosos recursos que esta posee, y un inigualable talento humano de población
venezolana.
En la actualidad, el crecimiento de las pequeñas empresas va en desarrollo. A medida
que las grandes empresas se expanden, las PYMES para poder tener éxito se han visto
en la obligación de redimensionar y agilizar sus operaciones, viéndose en la necesidad de
crecer rápidamente y desempeñar un papel relevante en la vida económica.
Las PYMES que tienden a concentrarse en actividades intensivas en mano de obra,
son la base de la economía, pues son ellas las que promueven la creación de empleos,
tienen efectos positivos en la distribución del ingreso, forman empresarios y constituyen
una cantera de recursos humanos para las grandes empresas, por lo que en la actualidad
los gerentes de estas han venido desarrollando estrategias para nutrir a las compañías
pequeñas y ayudar a expandirse a las que ya están avanzando. Para sobrevivir, la
mayoría de las pequeñas y medianas empresas necesitan, como muy mínimo, reglas de
juego equitativas y una estrategia gubernamental bien equilibrada, así como instrumentos
financieros y servicios no financieros adaptados a sus necesidades específicas.
Sin embargo, en Venezuela, al igual que en muchos países en desarrollo, dichas
condiciones que necesitan las PYMES no están desarrolladas, lo que impide que las
mismas sigan funcionando como deberían hacerlo en la actualidad.
En Venezuela el pequeño empresario lucha duramente frente a las políticas
económicas impuestas por el sistema financiero actual, un marco legal incierto y quizá lo
peor de todo, un acceso muy restringido al financiamiento. Sus capacidades gerenciales y
organizativas son débiles, y el sector parece carecer de una conciencia propia de su
importancia como bloque, lo que socava su considerable potencial de influencia
económica y política.
Sin embargo, el elemento individual que más afecta a las pequeñas y medianas
empresas es su limitado acceso al financiamiento, un problema común con muchos
proyectos empresariales en los países en desarrollo. A modo ilustrativo, citando a Cohen
y Baralla (2012) y al Banco Mundial (2010), se calcula que menos de 10 millones de los
500 millones de personas que manejan pequeñas y medianas empresas en el mundo
tienen acceso a apoyo financiero para sus negocios; en otras palabras, apenas 2%.
Otro problema que tienen que enfrentar las PYMES es la falta de personal capacitado
en algunos casos para la prestación de servicios diversos, un campo altamente
especializado y no muy atractivo en Venezuela, así como la falta de financiamiento para
las pequeñas industrias, fue por ello que a partir de los años 80 organizaciones no
gubernamentales, cajas de ahorro, y entidades del sector privado iniciaron la promoción
de servicios de financiamiento y microcréditos orientados muy específicamente a todos
los pequeños y medianos empresarios, con el fin de estimular el empleo y el desarrollo
económico.
Según Briceño y Pinilla (2009), citando a Faraco (1996), se hace necesario que los
gerentes entiendan la actual realidad de la banca y el rol que cumplen en el sistema
económico, ya que se encuentran en un entorno más competitivo. Se espera que ellos
demuestren que son capaces de competir, de definir estrategias, de estructurar sus
empresas para lograr sus objetivos, y además que controlen los factores del negocio para
que marchen en la dirección seleccionada y al ritmo establecido.
Dentro del sistema organizativo los gerentes juegan un papel protagónico, pues las
PYMES funcionan de acuerdo a una estructura vertical, en la cual se apoya en las
distintas dependencias, para lograr sus objetivos. Es por ello que la labor del gerente
partiendo de la idea de que él o ella está dentro de una estructura organizativa, permite
establecer acciones positivas para que las PYMES no solo estén en estricto cumplimiento
con el actual sistema financiero venezolano sino que por demás incorporen dentro de su
visión gerencial el desarrollo de las normas y procedimientos que ha sido establecido en
las múltiples instituciones.
Dentro del actual sistema financiero venezolano se puede referir que existe un
inadecuado funcionamiento del Estado en relación a los trámites, la burocracia, la falta de
coordinación de las entidades, el centralismo, la falta de continuidad en las políticas y los
deficientes mecanismos de apoyo generando una pérdida de tiempo y sobrecostos.
Impidiendo el desarrollo de manera adecuada de este tipo de empresas, colocando los
procesos estadales por encima del beneficio para los empresarios.
La percepción de los trámites para las PYMES ante la realización de cualquier
actividad de tipo financiero dificulta este proceso, pues produce en el empresario la idea
de que este es muy complicado. Esta percepción varía dependiendo del sector inversor
viéndose más afectadas las empresas pequeñas que las medianas.
Existe de igual forma un elevado grado de inconsistencia entre las normas y
procedimientos para los trámites administrativos, un número excesivo de trámites y la
inestabilidad en las normas afectan el acceso a los mercados externos por parte de la
Pyme. Adicionalmente existe para las pequeñas y medianas la dificultad para contratar
con el Estado, debido a la poca liquidez para afrontar largos periodos de pago, la
complejidad del proceso y los procesos de corrupción.
Igual grado de limitación tienen en los proceso de contratación, y demora en los
desembolsos para la Pyme dificultan la negociación con el sector público. Existen
inadecuadas condiciones de los créditos a los que puede acceder la Pyme lesionan su
competitividad, debido a que son desventajosas frente a las que tienen otro tipo de
empresas, obligando al empresario en muchos casos a recurrir a créditos por fuera del
sistema financiero.
Se recomienda impulsar la creación de un plan estratégico aplicado a las PYMES con
el fin de estimular el crecimiento económico y la integración al sistema financiero nacional.
Por otro lado, es importante establecer alianzas estratégicas con grandes empresas,
fomentando el incentivo fiscal. El sector venezolano de la micro, pequeña y mediana
empresa es cada vez más ilustrado, es necesario incentivar por parte del Estado
venezolano, los enlaces y relaciones empresario – gobierno a los fines de que se cumplan
los fines descritos en la ley del sistema financiero venezolano, estableciendo una política
macroeconómica razonable a fin de desarrollar un mercado financiero más competitivo,
que tenga un espacio para el financiamiento adaptado a sus necesidades especiales.
Es necesario crear condiciones que permitan enlazar al sector de pequeñas y
medianas empresas las instituciones del sistema financiero venezolano con los estatutos
legales para garantizar tal fin, además de consolidar la arquitectura financiera del país
para proveer de créditos más adecuados y accesibles a las pequeñas empresas, así
como desarrollar a través del sistema informático del gobierno un enlace o red que
permita al inversionista y gerente de las PYMES conocer toda la estructura jurídica que
debe manejar, y también actualizar los procedimientos y formatos de los cuales deba
cumplir en el proceso de adaptación a las políticas y normas que rigen el actual sistema
financiero venezolano.
Establecer una relación entre los empresarios e inversionistas a los fines de
establecer una relación entre la calidad de la infraestructura y del proceso logístico, costo
de los servicios públicos con sus ventas, costos y exportaciones dentro del sistema
financiero venezolano. Promover el conocimiento y utilización de los diversos programas
de fomento dirigidos a la Pyme, así como la inversión en los servicios de capacitación,
consultoría y asistencia técnica; áreas en las que contrató dichos servicios y a la
plataforma gubernamental.
Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (2010). Ley Orgánica del
Sistema Financiero Nacional. Gaceta Oficial N° 39.447, de fecha 16 de junio de 2010.
Venezuela.
Briceño, Y. y Pinilla, B. (2009) El gerente bancario desde la perspectiva de las
redes. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, vol. XV. ISSN 1315-3617.
Documento en línea. Disponible en:
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=36411719009. Consulta:
25/04/2012
Cohen, M. y Baralla, G (2012). La situación de las Pymes en América Latina. Editado por
la Fundación mediterránea. Argentina.
González, E (2006), Caracterización del sistema financiero Venezolano. Revista
VeneEconomia. Volumen 24. No 3 Documento en línea. Disponible en dirección: http://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CC8QFj
AA&url=http%3A%2F%2Fwww.veneconomia.com%2Fsite%2Ffiles%2Farticulos%2Far
tEsp4230_2917.pdf&ei=k9cjUcqPKone9ATu6oDYCQ&usg=AFQjCNHLnNI4kQu8Kiwjl
oV0wSEXvX0gHA&bvm=bv.42553238,d.eWU. Consulta: 8/4/2012