Investigación: un enfoque desde el docente universitario


Recepción: 07/02/2010

Revisión: 27/05/2010

Aceptación: 31/05/2010



González Marie


González Marie
Universidad del Zulia (LUZ). Maracaibo. Venezuela.
mailto:maria.guanipa@.urbe.edu



González Esther


González Esther
Universidad del Zulia (LUZ). Maracaibo. Venezuela.
mailto:maria.guanipa@.urbe.edu



Resumen


El trabajo indaga sobre los sentidos e interpretación que hace el docente con respecto a la función universitaria de investigación. Se parte de considerar a la Universidad como el centro de la actividad intelectual superior, cuya función consiste en crear los conocimientos, los nuevos saberes y trascenderlos, formar los hombres más selectos por su cultura y su capacidad. Se inicia con la reflexión de los problemas que se necesitan resolver, y corresponde su explicación a la Universidad. Para lograr este objetivo, se parte de la fundamentación teórica del pensamiento complejo y la epistemológica cualitativa; como método los relatos de vida y como técnica la entrevista en profundidad. El análisis biográfico arrojó como hallazgos: la investigación universitaria como una forma de vida del docente y una nueva forma epistemológica de generar saberes, en este caso la cualitativa, como una forma de gerenciar la investigación y reivindicar los procesos investigativos universitarios.

Palabras clave: universitaria, docencia, docente, epistemología cualitativa, relatos de vida.

 


Investigation: an approach from the university teacher



Abstract


The study investigates about senses and interpretation teacher does with university function of research. It starts considering university as the core of superior intellectual activity which function consists of creating knowledge, the new knowledges and transcends them, training the most selected men due to their culture and capabilities. The article begins reflecting about the problems that need to be solved and university must explain them. In order to fulfill this goal, the theoretical and qualitative epistemological basis of complex thought is established; stories of life are methodologically applied and the technique used is the in-depth interview. The biographical analysis showed the university research as a way of life by the teacher and as new epistemological way of generating qualitative knowledge, in this case as a way of managing research and soliciting university research processes.

Key words: University research, teaching, teacher, qualitative epistemology, stories of life.

 


Ricerca: un approccio dall’insegnante universitario



Riassunto


Questo lavoro investiga sul senso e l’interpretazione che il docente fa rispetto alla funzione universtaria di ricerca. Si parte dal fatto che l’università viene considerata come il centro dell’attività intellettuale superiore cui funzione è creare conoscenze, i nuovi saperi e farli trascendere, formare gli uomini più seletti per la loro cultura e capacità. Lo studio inizia con una riflessione sui problemi che bisogna risolvere e tocca all’universtità spiegarli. Per raggiungere quest’obiettivo, si parte dalla fondamentazione teorica del pensiero complesso e l’epistemologia qualitativa; come metodo vengono usati le storie di vita e come tecnica si usa l’intervista approfondita. L’analisi biografico mostra come risultati che la ricerca universitaria è una forma di vita del docente ed è anche una nuova forma epistemologica di generare saperi, in questo caso la ricerca qualitativa come forma di gestionare la ricerca e revindicare i processi di ricerca universitari.

Key words: Recerca universitaria, insegnamento, docente, epistemologia cualitativa, storie di vita.

 


1. A manera de introducción a la investigación


Con el presente artículo se trata de compartir una aproximación de los resultados de una investigación finalizada, donde se extraen algunos planteamientos o significados arrojados en la misma. El objetivo fue comprender el sentido que el docente universitario le otorga a la investigación, tomando en cuenta la importancia que revisten los procesos investigativos, para una sociedad y por supuesto, para mejorar la calidad de la educación superior.

Sobre las reflexiones, se indaga acerca del proceso de interpretación y simbolismo que hace el docente universitario con respecto a la investigación, tomando en consideración, la epistemología cualitativa como una perspectiva para penetrar en la intersubjetividad y concepción de vida que ha construido él a partir de sus vivencias y reflexiones cotidianas en su quehacer profesional local y contextualizado.

Entre los resultados resaltan, por una parte, la articulación, el binomio docencia- investigación como una forma de vida del docente universitario, como una trama de relaciones imprescindible para vivir la cotidianidad no únicamente como universitario sino como persona, como ser humano.

Por otra, se expresan las distintas concepciones epistemológicas, la tradicional, positivista, univoca y verificable, pero también el cambio paradigmático del docente a una variante cualitativa, donde se reconoce la intersubjetividad y la particularidad como producción de nuevos saberes.

En este sentido, son nuevos desafíos y retos que debe aprehender el docente- investigador universitario en su vida diaria, cambios paradigmáticos, superar obstáculos, buscar nuevos horizontes más cerca de lo humano y mediaciones simbólicas, desenvolverse en la incertidumbre más que en la certeza, convertirse en transmisor más de preguntas que dé respuestas, ya que éstas se construyen con el colectivo social.


2. El contexto teórico necesario para analizar la investigación universitaria venezolana.


3. La investigación científica venezolana es señalada como una investigación científica-imitativa, que persigue líneas de investigación de los países industrializados y por ello no logra vincularse ni adecuarse a la realidad social nacional.


El modelo de investigación que se conforma en Venezuela, debido a la influencia exógena, moldea e impulsa un tipo de investigación científico dependiente, que responde más a los intereses del mundo desarrollado que a los propios intereses del país.

En esta línea de análisis, el esquema de investigación científico venezolano se ha caracterizado por la ausencia de una política institucional, que a nivel de la universidad, tenga una cierta orientación en función del conocimiento de los requerimientos del sector productivo (Paredes y Paredes, 1997). En tal sentido, es necesario definir verdaderas políticas de investigación que se enmarquen en el contexto de promover y facilitar la integración entre universidad y sector productivo.

Siguiendo con el estudio de las características de la investigación universitaria venezolana, y en la línea de Padrón (2000:25), en la denominada concepción escolar de la investigación se resalta concebir a “la educación para el individuo y no para los intereses del mercado, olvidando las estrechísimas relaciones entre ambas cosas y lo difícil que es, en la práctica, educar para una cosa y no para la otra”.

Por ello, propone una concepción gerencial de la investigación universitaria, donde éstas (las relaciones) son vistas como auténticos procesos de producción de conocimientos.


Ante esta articulación necesaria entre universidad y sector productivo esbozada hasta ahora según los analistas expuestos, Vence (2009:5) plantea que:

“El carácter predominantemente público, tanto en su financiación como en el régimen de difusión de los resultados, unido a una considerable autonomía y libertad de los investigadores, han sido elementos esenciales para explicar ese éxito. Por ello, es significativo ser críticos y reclamar mucha precaución cuando desde los gobiernos, las empresas y ciertos sectores de las propias universidades se proponen introducir cambios que conllevan un cambio radical de régimen en las universidades.”

Esto significa que la investigación social universitaria requiere de autonomía para poder abordar de manera pertinente y sin mercantilismo, los problemas sociales que afectan a la población más vulnerable del país, de lo contrario se podría establecer una relación de poder entre la institucionalidad (poder político y económico, principalmente) y el deber universal de la generación de los saberes científicos, responsabilidad histórica de la constitución social universitaria y los restos de los sectores sociales, el más importante, la colectividad social.

No debe hacerse investigación social con una direccionalidad anticipada, ésta surge en el proceso de investigación. La investigación social no se impone, se construye con los otros, en interacción e implicación con las personas, grupos y comunidades.

Otra limitación de la investigación universitaria, es considerar las distintas investigaciones elaboradas por estudiantes en sus distintos niveles, llámese pregrado o postgrado, en meros productos a evaluar para la consecución de un objetivo académico, pero no para ser incorporadas a planes globales ni para fomentar tomas de decisiones en el ámbito universitario.

Pareciera entonces que todo el interés de las universidades en materia de investigación se limita a evaluar, aprobar o desaprobar, ya que la concepción escolar imperante no se detiene seriamente a examinar las posibilidades de que un trabajo de investigación para optar a un título universitario, sea un elemento útil con respecto a una determinada área de consumo de conocimientos. (Padrón, 2000).

Desde este escenario, Márquez (2009) considera que en Venezuela la enseñanza de la investigación social se mantiene sin cambios sustanciales; predomina en pregrado y postgrado un modo único de enseñanza, basado en los fundamentos de los paradigmas de naturaleza cuantitativa, lo que evidencia la ausencia en los procesos formativos en investigación educativa de los criterios de los paradigmas de naturaleza cualitativa.

Es decir, prevalece una investigación desde una concepción lineal, secuencial y se ignoran las distintas reflexiones a posturas epistémicas alternativas en las ciencias sociales y se ha impuesto una metodología basada en el método cientificista.

Si se concibe a la investigación como uno de los más importantes procesos productivos, se advierte que ninguna institución dispone de tantas oportunidades como las universidades venezolanas. Dadas estas condiciones, se requiere construir una universidad con excelencia en la investigación, creadora de conocimientos, con pertinencia y compromiso social, y articulada a las distintas funciones universitarias, en especial, a la docencia y a la formación de egresados.


3.1. Una mirada alternativa para la investigación universitaria venezolana


En la línea de lo tratado hasta ahora, existen diferentes y distintas alternativas para tratar el problema, sin embargo, una aproximación es realizar un análisis desde los polos epistemológicos, ontológicos y metodológicos de los procesos investigativos.

Para ello, se hace referencia a teóricos que se han centrado en profundizar el papel de la universidad, la educación y especialmente de la investigación, entre los cuales se encuentran: Edgar Morín (2000), Martínez, (1999,2004), Márquez (2009), entre otros.

Seguido de esto, se parte de la premisa de que, para lograr el horizonte epistemológico de la educación, y en particular de la investigación universitaria, es necesario tomar en cuenta el colapso que han sufrido las ideologías políticas, la disminución de la credibilidad de los fundamentos tradicionales del saber, la reducción de la certeza, la provisionalidad del conocimiento, la cuantificación de los fenómenos sociales, la falsa objetividad del conocimiento.

Además, trascender la unilateralidad que implica el método único o método positivista, la entelequia separación sujeto-objeto o el distanciamiento del investigador del objeto de la investigación, es decir, reconocer el agotamiento sufrido por la epistemología positivista, para dar paso a procesos de investigaciones hermenéuticas que niegan todos esos supuestos.

Es importante insertarse en procesos de investigaciones sensibles, humanizadoras, basadas en el análisis, la argumentación, lo discursivo, la narrativa, la comprensión, interpretación, la hermenéutica del texto, de los relatos, de las biografías, en la recuperación del sujeto social como viviente dinámico de una sociedad donde los cambios cada día son más acelerados.

Esto, dado que esta alternativa epistemológica no silencia la subjetividad de los actores sociales o informantes clave de la investigación, por el contrario, los asume como verdaderos, como testimonios con valoración heurística e innovadora, con credibilidad legítima para construir nuevos saberes. (González, 2007).

De ahí que Ugas (2005:137) plantee que se requiere de este tipo de conocimiento para “que analice lo pedagógico en su materialidad (económico-social), en sus niveles de significación (político-ideológica) y en su proceso diferencial de magnitud (socio- histórico)”.

Este enfoque crítico de la investigación, permite analizar, estudiar e interpretar el hecho educativo-investigativo desde la cotidianidad de los sujetos que la viven, y por lo tanto, permite determinar los reales significados, el sentido de la problematización social, utilizar la hermenéutica, como uno de los métodos interpretativos, para implicarlos en las realidades sociales, ya que esta mirada investigativa “prioriza un yo dialógico de naturaleza relacional y comunitaria” (Ugas, 2005: 101).

Es decir, asumir la subjetividad como elemento diferenciador que opera al interior del sistema cultural, constituye parte del programa educativo a elaborar para transitar la incertidumbre, la complementariedad, la relatividad y lo efímero.

En la línea de la investigación universitaria, se demanda vincular, contextualizar y totalizar los saberes a través de percibir e interpretar que el acto investigativo es un proceso social y no individual, que el docente que no investiga no puede construir mentes abiertas, críticas y auto reflexivas para realizar el análisis social pertinente de la complejidad en la vida cotidiana social, cultural, económica y política, no únicamente del país sino del mundo.

Pero, además, el investigador que no revierta sus saberes, su productividad en los otros contribuirá a la estatización, aislamiento y anacronismo del conocimiento, y por ende, a imposibilitar la construcción de nuevos conocimientos.

Entonces, queda apostar epistemológicamente por el logro de la Endocalidad del conocimiento, dado que valores necesarios para alcanzarla como: la sensatez, la visión de futuro, la sensibilidad, la cooperación, la efectividad, el respeto mutuo, y la auto administración, son valores que crecen en el individuo desde su interior hacia afuera. (Larrañaga, 2004).

Es decir, proceder ideográficamente a lo nomotético de la realidad social y viceversa, del análisis subjetivo al análisis global como relación recíproca e inequívoca para trascender al pensamiento complejo. En la línea de Michel Maffesoli (2004) y Edgar Morín (2000), una subjetividad entendida no como propia de un individuo aislado, sino de una persona inserta en una vasta red de interrelaciones socioculturales.

En este sentido, “se debe estar consciente de la parte de subjetividad que conlleva cualquier investigación o cualquier análisis científico” (Maffesoli, 1996:178). Siguiendo a Ferraroti (Citado por Moreno, 1998:15) “todo acto individual es una totalización de un sistema social”, es decir, es la experiencia vivida en relación con una colectividad y una sociedad, ya que un hombre no es nunca un individuo, sino un universo singular: totalizado y al mismo tiempo universalizado por su época.


3.2. ¿Para qué investigar?


De acuerdo a lo expuesto en este apartado, cabría preguntar: ¿para qué investigar? una de las respuestas necesarias, (investigar para obtener un cambio de dedicación, para pertenecer a una comunidad científica y lograr prestigio académico, para obtener un premio, etc.) debería ser investigar para formar los grandes ciudadanos del futuro, para obtener una vida de calidad y para lograr una sabiduría moral.


Esto es: justicia y solidaridad; es necesario investigar para formar ciudadanos en democracia, como sistema social en que la tolerancia es muy superior a la intolerancia, es importante investigar para educar en la libertad, en el valor de la igualdad, el valor de la solidaridad, del respeto y el valor del diálogo.


Se coincide con Martínez (2008) cuando plantea que es imposible concebir una universidad sin pensar en la función de formar ciudadanos. Considera impensable que un profesor y profesional de la universidad no entienda que su tarea, además de formar profesionales, consiste en promover y atender la formación de sus estudiantes en tanto que ciudadanos y ciudadanas.

Por consiguiente, no basta con enseñar a resolver problemas puntuales, situaciones conflictivas, sino enseñar a resolverlos de manera justa y solidaria, o como diría Cortina (2004:3): “No basta con el egoísmo inteligente, es necesaria la justicia lúcida”.

Por lo tanto, el gran compromiso de la universidad, entre otros, es interactuar con el entorno. Desde la postura maffesoliana, “estar a la altura de lo cotidiano”, estar constantemente cerca de lo vivido con los otros, especialmente con los grupos sociales más vulnerables del país y el continente. Se demanda una universidad extramuros, extrovertida, ya que la universidad introvertida y profesionalizante está llamada a desaparecer.

En este orden de ideas, constituye una apuesta epistemológica, la renovación académica y de un saber científico que está en la vida social de la colectividad, es decir, es importante no dejarse obnubilar por los valores del pasado, sino estar atentos a la nueva cultura investigativa, cuyo centro es el ser social que requiere ser analizado con rigor científico, desde sus propias narraciones, de sus testimonios, sus relatos de vida, sus biografías, sus vivencias e interpretaciones, investigar con significación social y cultural, sin homogenizar las realidades sociales y gerenciar la investigación con una visión y misión distinta.

Martínez (2004:121), plantea que “no se puede considerar un sujeto humano como una cifra de un sistema algorítmico… tenemos aquí, por consiguiente, el uso de lógicas epistémicas particulares”. Es decir, el paradigma de la complejidad lleva a concebir una alternativa epistemológica cualitativa, particular (no individual) y subjetiva para abordar las dimensiones humanas; en consecuencia, es necesario identificar una lógica no numérica como guía del proceso de investigación como perspectiva de análisis de la investigación universitaria contemporánea.

Se exige una institución universitaria inteligente, una organización justa y solidaria, pero esto no se podrá lograr sin el esfuerzo requerido para confrontar los obstáculos y limitaciones socio-culturales, políticas, y económicas que lo condicionan, dado que la educación es responsabilidad no de un solo sector, sino de todos, incluyendo, por supuesto, el social: la sociedad civil, el voluntariado social, pero también del sector económico y político.

Es necesario formar reales ciudadanos, pero no desde el paradigma tradicional, vertical, lineal de la educación, con acciones políticas insustentables, temporales, transitorias, con dadivas, sino desde la educación en valores, desde una educación dialógica-comunicativa, en convivencia, permanente, continua, y esto implica hablar de la ética de la educación superior, de su responsabilidad social con la realidad histórica, pero también de la responsabilidad social del poder político y económico, especialmente del Estado venezolano.

Desde este planteamiento es importante recordar que la responsabilidad no se delega, se ejerce. Pero, ¿Cómo lograrlo? Es pertinente responder desde Maturana (2002), cuando se pregunta ¿Cómo se pasa de la era de la dominación a la era de la honestidad y de la colaboración?: haciéndolo, ya ahora.

Si bien ésta es una concepción de investigación universitaria, interesa profundizar, desde el docente universitario, el sentido y significado que posee la investigación universitaria para él, cómo la construye, qué interpretación realiza de este proceso social tan importante para la vida social. Es decir, ¿Cuál es el significado que el docente universitario otorga a la investigación? ¿Qué alternativas plantea para la investigación universitaria? ¿Para qué investigar desde la universidad?


4. Consideraciones metodológicas de la investigación


Para la realización del presente estudio se partió de la alternativa epistémica cualitativa, entendida como una vuelta a lo oral, la vuelta a lo particular, la vuelta a lo local y la vuelta a lo oportuno.

Es decir, “se orienta a analizar casos concretos en su particularidad temporal y local, y a partir de las expresiones y actividades de las personas en sus contextos locales” (Flick, 2004:27) y una manera de penetrar en la íntersubjetividad de los sujetos sociales, para interpretar los significados y símbolos sociales que emergen de los propios sujetos de la investigación.

En tal sentido, es necesaria la aproximación a la realidad social para realizar un estudio particular sobre el significado de la investigación para el docente universitario.

Se utilizó como técnica de recolección de la información la entrevista en profundidad, grabada a una docente – investigadora activa de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia, cuyo seudónimo utilizado en el presente artículo es Inés Graciela, condición para conservar su privacidad.

El método de investigación que guio la investigación fue el relato de vida, entendido éste como el testimonio subjetivo de un individuo a luz de su trayectoria vital, de sus experiencias, de su visión particular (Pujadas, 1992). O como diría Moreno (2002:26) la narración no es toda una vida sino parte de ella, o episodios determinados de la misma.

Esto es, que al conocer al sujeto se conoce al grupo y a la cultura tal y como se dan en concreto. De manera que el relato de vida no es solamente un método de investigación, sino una manera propia de conocer lo social, es un enfoque epistemológico que se propone recuperar lo ideográfico perdido en lo nomotético.

Tomando en consideración que el estudio fue naturalista, fenomenológico y hermenéutico, la confiabilidad y validez posee un significado diferente al que se le asigna en la orientación positivista de la ciencia tradicional ya que este enfoque no busca la representatividad de una muestra para generalizar, sino que el conocimiento obtenido sea válido para los casos sociales analizados en la presente investigación.

Se parte del principio de que la generalización sólo es posible a partir de lo particular, o como diría Marx en la tesis sexta, “en una sola historia se conoce una realidad social” (Citado por Moreno, 1998:35). Por eso, el conocimiento obtenido a través de esta investigación no busca generalizar y universalizar, sino que resulte válido para la realidad humana particular estudiada, sin extraer conclusiones para toda la humanidad, es decir, no interesa la magnitud, sino la profundidad de la situación en estudio.

Desde este contexto, Ferraroti (Citado por Moreno, 1998:26) afirma que en “un relato o historia de vida está toda su comunidad, en síntesis, vivida en forma subjetiva, pero están también todos y cada uno de los grupos a los ha pertenecido a lo largo de su vida”.


5. Análisis e interpretación de los relatos de vida


5.1. La investigación y la docencia universitaria: forma de vida de la historiadora


La investigación es considerada, según arrojan los resultados, como una forma de vida del docente universitario, es la expresión de una cotidianidad conviviente en el recinto de la institución universitaria, pero que se extiende a la convicción personal e intersubjetiva del docente- investigador.


Esta forma de concebir el proceso investigativo, se encuentra interrelacionada con la función docencia y se convierte en una forma de ver la vida intra y extra muro universitario. Esto se percibe en el siguiente testimonio:

“…Para mí la investigación…es parte de mi vida…forma parte de mi vida. Yo no puedo separar la investigación universitaria de mi vida personal, porque cuando decidí ser docente, aun cuando no me vi inmediatamente como investigadora, a lo largo de mi vida profesional fui descubriendo, fui paso a paso dándome cuenta que yo tenía que combinar mi función de docente con la función de investigación…” (Líneas: 2-14).

Asimismo, manifiesta: “…yo creo que hacer la docencia sin hacer investigaciones, es como tener una mesa que le faltara una de las patas. Hoy en día no veo la función de docente sin hacer investigación…” (Líneas: 90-95).

Dos funciones que a lo largo de la historia han sido bastante cuestionadas con relación a la misión de la Universidad, y que ya desde el origen de ésta se presentaban como alternativas separadas e irreconciliables.


Sin embargo, en Inés Graciela se aprecia una verdadera convicción acerca de la estrecha relación entre estas dos funciones, y lo más importante, una forma de ser persona. Al respecto del tema, Morín (2000:86) expresa que:

“…De ahí surge la doble función paradójica de la universidad: adaptarse a la modernidad científica e integrarla, responder a las necesidades fundamentales de formación, proporcionar profesores para las nuevas profesiones, pero también, y, sobre todo, proporcionar una enseñanza meta-profesional, meta-técnica, es decir, una cultura”.

Lo que como docentes se comunica es parte de la identidad cultural, es una tradición de la que no se puede prescindir porque implica y supera cualquier propuesta educativa. La transmisión cultural es aquello que devela de dónde se procede y en buena medida el punto de destino, y esto se realiza en la vida diaria y en espacios de transmisión de valores como es la Universidad. Entonces, investigar, desde la perspectiva de la historiadora, es seguir un camino, una huella, una verdad relativa y compartida socialmente.

La percepción del ser docente – investigador, se perfila como un cambio en el contexto universitario, situación interesante que a todas luces abre la posibilidad de convertirlo en real transmisor de saberes desde la propia cultura, pero en la búsqueda de transformarse en docentes – investigadores de preguntas más que de respuestas, en un explorador de las verdades sociales provisionales.


En palabras de la historiadora:

“…que ese día a día de estar en la realidad social, inmersa en esa realidad en donde estoy con grupos humanos, en donde estoy viviendo en esa realidad con ellos… ¿verdad? Y desde ellos, que me fui dando cuenta que yo, yo estoy de alguna manera investigando, y soy la realidad, pero no estoy sistematizando, estoy investigando, estoy conociendo una realidad, estoy aprendiendo y mis alumnos están aprendiendo conmigo, aprendemos juntos... “(Líneas: 61-67).

La relación humanista de la educación y la investigación se simboliza en el testimonio, donde el aprendizaje no es unidireccional, al contrario, está cargado de una relación comunicativa y dialógica, podría decirse que hasta afectiva.

Según la narradora, la importancia de la articulación docencia- investigación es vital en el proceso de educación y más aún en los tiempos de incertidumbre y poca certeza que caracteriza a la sociedad actual. Desde este contexto, la ciencia y el conocimiento se dan sólo a partir de este binomio y no de manera aislada, fragmentada, donde la docencia se encuentra disociada del proceso investigativo; pero este binomio, está significativamente vinculado a una práctica social, a una práctica de vida.


Esta concepción del hecho educativo-investigativo, además de expresar lo inseparable de las funciones, arroja una ruptura del paradigma tradicional de la educación. Desde la perspectiva de González y Martínez (2002:170):

“…se nos impone la necesidad de un cambio de la cultura profesoral dominante hasta ahora, donde él es el que sabe y el estudiante es el que aprende, es decir, la relación de poder y dominación, de uno sobre otro, en este caso, el docente sobre el estudiante debe cambiar, y entender que la otredad, y el respeto al otro son elementos que deben predominar en toda relación social, aún en la educativa, entendiendo que el conocimiento, los nuevos saberes también deben ser compartidos y democratizados.”

O como diría Morín (2000:25), "las finalidades de la enseñanza son: crear cabezas bien puestas más que bien llenas, enseñar la condición humana, iniciar en la vida, afrontar la incertidumbre, enseñar a transformarse en ciudadanos...". De ahí que, los docentes tienen la necesidad de contribuir a la formación de una conciencia humanística, comunicativa y ética de la educación.

Comprender que el aprendizaje, tanto individual como colectivo, es un proceso de reestructuración en el sujeto, a través de negociaciones de significados, en su encuentro con el otro, en un determinado contexto donde el proceso comunicacional adquiere significativa relevancia. (Sagastizabal, et al, 2006).

En esta línea de análisis, el encuentro del docente-investigador con los estudiantes permite la construcción y reconstrucción de las identidades profesionales por medio de un proceso comunicacional basado en el diálogo, la horizontalidad y a la vez, del respeto a la diversidad y pluralidad de pensamientos, labor meritoria en el recinto universitario y en el rol docente-investigador.

Esto es legitimar y reconocer la existencia del otro, elemento éste fundamental en los procesos educativos-investigativos, especialmente en la concepción epistemológica de la investigación cualitativa.


5.2. La epistemología cualitativa: nueva forma de generar saberes en la investigación


Para comenzar, emerge la necesidad de una nueva epistemología del conocimiento que toma como centro del proceso al ser humano, en diálogo e interacción con los otros. Un paradigma abierto, flexible, holístico y ecológico que exige de toda una transformación fundamental de los pensamientos, las percepciones y valores. Es decir, no se puede interpretar, entender el mundo, hablar del mundo, sin examinarnos, sin llegar a entenderse a sí mismos. Así, lo narra Inés Graciela:

“Ya estamos viendo la ciencia de otra perspectiva, y a mí en particular, me tocó. Yo venía con una formación muy positivista, muy dada a la comprobación, a la verificación, pero al mismo tiempo había una contradicción, porque esa era la formación recibida, pero la práctica social me estaba poniendo en otra perspectiva… (Risas)”. (Líneas: 121-131).

Se aprecia cómo la historiadora pasa de un paradigma positivista hegemónico dominante a uno reflexivo y crítico, se produce un replanteo epistemológico como una alternativa para interpretar la realidad social desde la subjetividad y reivindicar así lo humano y por lo tanto, los procesos socioeducativos desde lo cualitativo.

De acuerdo con Márquez (2009), esta alternativa epistemológica cualitativa puede contribuir a fundamentar una nueva forma de enseñar a investigar desde una concepción cualitativa, y por supuesto, interpretativa.

Y agrega que, sólo a partir de la reflexión teórico–epistemológica orientada al esclarecimiento de la especificidad social, podría lograrse un giro en la formación de docentes en investigación educativa. Esto contribuiría a fundamentar una nueva forma de enseñar a investigar, en la cual los docentes comprendan e interpreten la realidad social, educativa y cultural, en lugar de explicarla a través de una relación causa-efecto.

Desde estas consideraciones se asume cómo Inés Graciela se implica por convicción en una nueva cultura investigativa que mira al ser humano como el centro del proceso, donde lo interpretativo, simbólico y discursivo constituye parte fundamental de la vida universitaria.

Ya no desde un paradigma tradicional – positivista que aísla al sujeto de su propio contexto social e histórico y que obliga al investigador a objetivar el objeto de estudio, donde se niega a aceptar que el investigador forma parte del método, y que por lo tanto, su reflexividad es productora de subjetividad y de sentido. (Márquez, 2009). Por lo tanto, lo involucra y percibe en una realidad social donde él es producto, pero también productor de ella.

Esta concepción de vida investigativa (cualitativa) se constituye en un debate epistemológico actual en las ciencias sociales contemporáneas, reflexiones importantes para discutir e interpretar ante el paradigma positivista que, a consideración de Flick (2004), tiene como propósito reducir la dinámica social a variables e indicadores definidos operacionalmente, lo se convierte en un reduccionismo metodológico.

Posición epistemológica que es difícil utilizar en la aprehensión de las complejidades sociales, es decir, no puede ser abordada reduciéndola a escenarios artificiales, tal como lo hace el reduccionismo metodológico (Márquez, 2009).

Por consiguiente, se trata de recuperar el análisis de las prácticas sociales para reformular los conceptos de acuerdo a sus variantes cualitativas. En este caso, interesa fomentar una cultura investigativa no únicamente desde la comunidad universitaria, sino conjuntamente con la colectividad, desde la convivencia social.

Esto, dado que se requiere construir una universidad con excelencia en la investigación, creadora de nuevos saberes, con pertinencia y compromiso social, y articulada a las distintas funciones universitarias, en especial, a la docencia y formación de los egresados.

En consecuencia, es importante considerar la renovación epistemológica a partir de la alternativa de investigación dialógica, sensible, humanizadora, subjetiva, que permita la construcción de nuevos conocimientos y saberes desde la cotidianidad de los informantes o actores sociales de los procesos investigativos. Toda esta alternativa conjugada, articulada y vinculada a la docencia y el resto de las funciones universitarias, ya que de lo contrario se estaría sustentando, conservando una actitud contemplativa de la realidad social, aislándola y parcializándola.


6. Consideraciones provisorias


En fin, el problema no radica en considerar a la investigación en la actividad nodal de la universidad, sino en reconocer su estrecha relación con las formas de transmisión y con sus exigencias a los docentes universitarios como un concepto inherente a su cotidianidad.

Es decir, la investigación como estrategia formativa se presenta en este análisis como un cometido propio de la práctica docente, como una actividad que fomentaría y enriquecería la relación docente-estudiante, como actividad que se implica y complementa con la docencia y viceversa. Por lo tanto, es importante mirar a la docencia como un proceso de hacer investigación y a la investigación un método de enseñar a aprender.

La investigación se piensa ya no como un proceso confinado solamente a los espacios intrauniversitarios, bajo la protección y ejercicios de pocos destacados investigadores, por el contrario, se considera como proceso social, como producto y productor de saberes compartidos con el otro, como una condición natural del ser humano.

Una docencia sin investigación pudiera originar la formación de profesionistas tecnócratas, aplicadores de procedimientos, pero no un profesional con un dominio conceptual-estratégico y crítico ante situaciones problemas, ya que el que no aprendió a investigar podrá resolver problemas dentro de lo conocido y culminado, pero no en situaciones de incertidumbre y emergentes.

De acuerdo con lo expuesto, se trata de recuperar el análisis de las prácticas sociales para reformular los conceptos de acuerdo a sus variantes cualitativas. Gerenciar la investigación desde la epistemología cualitativa como alternativa para reivindicar la función de la investigación universitaria venezolana, como una forma de confrontar las limitaciones y desviaciones que la han caracterizado.

Es necesario aclarar que esta alternativa para la investigación universitaria se plantea evitar un reduccionismo epistemológico, en consecuencia, contempla como base la comprensión y convicción, que el método de investigación no se anticipa, no se predetermina, sino que surge en el proceso de la investigación social, está determinado por el objeto de la investigación, por la cuestión social.

En palabras de Heissenberg (Citado por Martínez, 1999:47) “el objeto de estudio, determina al método”. En este sentido, las ciencias humanas deberán centrarse en lo que la vida humana presenta como más auténtico, real, empírico y concreto, es decir, en la vida misma tal como es sentida, experimentada, vivida y percibida. Es lo que González. F (2007:9) considera como “la reivindicación epistemológica de la significación de lo singular en la construcción del conocimiento”.


Referencias bibliográficas


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